¡Llegó el momento que todos esperaban! Cuando el reloj marque las ocho de la noche, el estadio Cementos Progreso se convertirá en un verdadero volcán de emociones.
La Selección Nacional de Guatemala inicia su camino en la fase final de las eliminatorias rumbo al Mundial 2026 enfrentando a su eterno rival: El Salvador. Y no es cualquier partido… es el inicio de una batalla que puede cambiar la historia del fútbol chapín.
Después de una Copa Oro inolvidable, donde la Azul y Blanco alcanzó el tercer lugar y encendió la esperanza de miles de aficionados, el equipo dirigido por Luis Fernando Tena está listo para dar el primer golpe. Con un plantel motivado, sin lesionados y con la confianza por las nubes, Guatemala quiere demostrar que está para grandes cosas.
El Salvador, por su parte, llega con sed de revancha y con Hernán “Bolillo” Gómez al mando, dispuesto a romper los pronósticos y repetir la hazaña del año 2000, cuando vencieron a Guatemala en casa. Pero esta vez, el ambiente es distinto. Esta vez, más de 11,000 almas estarán empujando a la Bicolor desde las gradas, creyendo en un equipo que ha aprendido a luchar, a crecer y a soñar.
El enfrentamiento de esta noche será el número 102 entre ambas selecciones, y el décimo en eliminatorias mundialistas. El historial está parejo: tres victorias para cada uno y tres empates. Cada partido ha sido una batalla cerrada, con marcadores ajustados y emociones al límite. Esta vez, el ganador no solo sumará tres puntos, sino que tomará ventaja en una rivalidad que trasciende generaciones.
Tena ha convocado a 24 jugadores, todos en buen estado físico y con ritmo competitivo. “Llegamos confiando en nuestras propias fuerzas, pero de ninguna manera pensando que va a ser un partido fácil”, declaró en conferencia de prensa. El estratega anticipa un duelo parejo, de pocos goles, y con sistemas defensivos sólidos en ambos equipos.
Se espera que Olger Escobar regrese al once titular, aportando velocidad y desequilibrio por las bandas. La idea es que Guatemala tome la iniciativa desde el primer minuto, presione alto y busque el gol que le permita controlar el partido. Por su parte, Hernán “Bolillo” Gómez y su selección salvadoreña llegan con la intención de sorprender, apelando a un juego más conservador y aprovechando los espacios que deje la defensa chapina.
Tena no se guardó nada en la previa: “El fútbol guatemalteco tiene más calidad de lo que ellos mismos creen. Hoy creemos en nosotros mismos, basados en los resultados que hemos obtenido y la forma en que vamos jugando. Confiamos en nuestras propias fuerzas y sabemos que vamos a hacer buen torneo”.
También habló sobre el Grupo A, donde Guatemala comparte con Panamá y Surinam: “Esto será un torneo de seis partidos y será muy apretado. Es importantísimo arrancar ganando”.
Más de 11 000 aficionados llenarán el estadio Cementos Progreso, con la ilusión de ver a Guatemala sumar sus primeros tres puntos en esta fase final. El ambiente promete ser eléctrico, con cánticos, banderas y una afición que cree en su selección como nunca antes.
Esta noche no se juega solo un partido. Se juega la ilusión de todo un país. Se juega el primer paso hacia el Mundial. ¡Vamos Guatemala!
¡Llegó el momento que todos esperaban! Cuando el reloj marque las ocho de la noche, el estadio Cementos Progreso se convertirá en un verdadero volcán de emociones.
La Selección Nacional de Guatemala inicia su camino en la fase final de las eliminatorias rumbo al Mundial 2026 enfrentando a su eterno rival: El Salvador. Y no es cualquier partido… es el inicio de una batalla que puede cambiar la historia del fútbol chapín.
Después de una Copa Oro inolvidable, donde la Azul y Blanco alcanzó el tercer lugar y encendió la esperanza de miles de aficionados, el equipo dirigido por Luis Fernando Tena está listo para dar el primer golpe. Con un plantel motivado, sin lesionados y con la confianza por las nubes, Guatemala quiere demostrar que está para grandes cosas.
El Salvador, por su parte, llega con sed de revancha y con Hernán “Bolillo” Gómez al mando, dispuesto a romper los pronósticos y repetir la hazaña del año 2000, cuando vencieron a Guatemala en casa. Pero esta vez, el ambiente es distinto. Esta vez, más de 11,000 almas estarán empujando a la Bicolor desde las gradas, creyendo en un equipo que ha aprendido a luchar, a crecer y a soñar.
El enfrentamiento de esta noche será el número 102 entre ambas selecciones, y el décimo en eliminatorias mundialistas. El historial está parejo: tres victorias para cada uno y tres empates. Cada partido ha sido una batalla cerrada, con marcadores ajustados y emociones al límite. Esta vez, el ganador no solo sumará tres puntos, sino que tomará ventaja en una rivalidad que trasciende generaciones.
Tena ha convocado a 24 jugadores, todos en buen estado físico y con ritmo competitivo. “Llegamos confiando en nuestras propias fuerzas, pero de ninguna manera pensando que va a ser un partido fácil”, declaró en conferencia de prensa. El estratega anticipa un duelo parejo, de pocos goles, y con sistemas defensivos sólidos en ambos equipos.
Se espera que Olger Escobar regrese al once titular, aportando velocidad y desequilibrio por las bandas. La idea es que Guatemala tome la iniciativa desde el primer minuto, presione alto y busque el gol que le permita controlar el partido. Por su parte, Hernán “Bolillo” Gómez y su selección salvadoreña llegan con la intención de sorprender, apelando a un juego más conservador y aprovechando los espacios que deje la defensa chapina.
Tena no se guardó nada en la previa: “El fútbol guatemalteco tiene más calidad de lo que ellos mismos creen. Hoy creemos en nosotros mismos, basados en los resultados que hemos obtenido y la forma en que vamos jugando. Confiamos en nuestras propias fuerzas y sabemos que vamos a hacer buen torneo”.
También habló sobre el Grupo A, donde Guatemala comparte con Panamá y Surinam: “Esto será un torneo de seis partidos y será muy apretado. Es importantísimo arrancar ganando”.
Más de 11 000 aficionados llenarán el estadio Cementos Progreso, con la ilusión de ver a Guatemala sumar sus primeros tres puntos en esta fase final. El ambiente promete ser eléctrico, con cánticos, banderas y una afición que cree en su selección como nunca antes.
Esta noche no se juega solo un partido. Se juega la ilusión de todo un país. Se juega el primer paso hacia el Mundial. ¡Vamos Guatemala!