El candidato presidencial Salvador Nasralla denunció este domingo que las elecciones del 30 de noviembre en Honduras estuvieron marcadas por un “robo generalizado” de votos. Asegura que, tras revisar miles de actas, hallaron inconsistencias graves en buena parte del país. Exige claridad mientras el escrutinio oficial sigue paralizado.
Es noticia. El Consejo Nacional Electoral (CNE) mantiene detenido el escrutinio presidencial desde hace más de 18 horas, en medio de denuncias de manipulación de actas y presiones políticas. Con el 88 % de las mesas procesadas, la diferencia entre Nasry Asfura y Salvador Nasralla es mínima, lo que alimenta tensiones y cuestionamientos.
- Con 1.132.321 votos (40,19 %), Asfura mantiene una ventaja provisional de unos 20.000 sufragios sobre Nasralla, quien suma 1.112.570 papeletas (39,49 %), según estimaciones oficiales preliminares.
- Nasralla afirma que “fuimos robados en la transcripción”, especialmente en Lempira, Intibucá y La Paz, donde asegura haber detectado alteraciones sistemáticas.
- LIBRE, encabezado por Rixi Moncada, calificó el proceso como un “desastre” y pidió la anulación total del escrutinio ante la paralización del conteo y la falta de actualizaciones oficiales.
Qué destacar. Las denuncias de irregularidades se centran en fallas de transmisión, discrepancias en actas y paros inesperados del sistema de conteo. Aunque el CNE aún no ofrece una explicación completa, la presión aumenta por la cercanía del resultado y el riesgo de una crisis de legitimidad.
- Nasralla asegura que su equipo revisó “miles de actas” y halló inconsistencias que cambiarían la tendencia, señalando transcripciones “alteradas” en zonas rurales donde su partido reporta votación más alta.
- La falta de actualizaciones alimenta la percepción de opacidad: desde el viernes el CNE no reporta avances, algo inusual en etapas finales de recuento.
- Sectores empresariales y observadores internacionales han expresado preocupación por la incertidumbre prolongada y piden resultados verificables que garanticen estabilidad económica y política.
Ahora qué. El país aguarda una decisión clave del CNE: reactivar el conteo, abrir una auditoría independiente o aceptar solicitudes de recuento total. Los escenarios siguen abiertos, y la presión social aumenta conforme se prolonga la incertidumbre electoral.
- Si el CNE reanuda el escrutinio sin revisar actas cuestionadas, Nasralla podría presentar impugnaciones formales que retrasarían la proclamación del ganador.
- Un recuento general podría tomar semanas, pero daría mayor legitimidad al resultado final, especialmente con una diferencia tan estrecha.
El candidato presidencial Salvador Nasralla denunció este domingo que las elecciones del 30 de noviembre en Honduras estuvieron marcadas por un “robo generalizado” de votos. Asegura que, tras revisar miles de actas, hallaron inconsistencias graves en buena parte del país. Exige claridad mientras el escrutinio oficial sigue paralizado.
Es noticia. El Consejo Nacional Electoral (CNE) mantiene detenido el escrutinio presidencial desde hace más de 18 horas, en medio de denuncias de manipulación de actas y presiones políticas. Con el 88 % de las mesas procesadas, la diferencia entre Nasry Asfura y Salvador Nasralla es mínima, lo que alimenta tensiones y cuestionamientos.
- Con 1.132.321 votos (40,19 %), Asfura mantiene una ventaja provisional de unos 20.000 sufragios sobre Nasralla, quien suma 1.112.570 papeletas (39,49 %), según estimaciones oficiales preliminares.
- Nasralla afirma que “fuimos robados en la transcripción”, especialmente en Lempira, Intibucá y La Paz, donde asegura haber detectado alteraciones sistemáticas.
- LIBRE, encabezado por Rixi Moncada, calificó el proceso como un “desastre” y pidió la anulación total del escrutinio ante la paralización del conteo y la falta de actualizaciones oficiales.
Qué destacar. Las denuncias de irregularidades se centran en fallas de transmisión, discrepancias en actas y paros inesperados del sistema de conteo. Aunque el CNE aún no ofrece una explicación completa, la presión aumenta por la cercanía del resultado y el riesgo de una crisis de legitimidad.
- Nasralla asegura que su equipo revisó “miles de actas” y halló inconsistencias que cambiarían la tendencia, señalando transcripciones “alteradas” en zonas rurales donde su partido reporta votación más alta.
- La falta de actualizaciones alimenta la percepción de opacidad: desde el viernes el CNE no reporta avances, algo inusual en etapas finales de recuento.
- Sectores empresariales y observadores internacionales han expresado preocupación por la incertidumbre prolongada y piden resultados verificables que garanticen estabilidad económica y política.
Ahora qué. El país aguarda una decisión clave del CNE: reactivar el conteo, abrir una auditoría independiente o aceptar solicitudes de recuento total. Los escenarios siguen abiertos, y la presión social aumenta conforme se prolonga la incertidumbre electoral.
- Si el CNE reanuda el escrutinio sin revisar actas cuestionadas, Nasralla podría presentar impugnaciones formales que retrasarían la proclamación del ganador.
- Un recuento general podría tomar semanas, pero daría mayor legitimidad al resultado final, especialmente con una diferencia tan estrecha.
EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: