EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: Encontrar un lugar que combine buena comida, naturaleza y tranquilidad sin salir de la ciudad es posible gracias a El Refugio de El Trapiche, ubicado en el kilómetro 13.1 de la ruta al Pacífico, justo al bajar la cuesta de Villalobos.
Este encantador rincón se ha convertido en un espacio ideal para disfrutar en familia o con amigos, rodeado de árboles, aire fresco y un ambiente que invita a desconectarse del bullicio de la ciudad.
Al adentrarse entre los árboles y seguir el pequeño camino de ingreso, los visitantes descubren un entorno que evoca los paisajes de Tecpán, Chimaltenango, con su ambiente rústico y acogedor.
Inicialmente funcionaba como un vivero, pero en 2019 abrió sus puertas como restaurante y desde entonces se ha posicionado como una parada obligatoria para quienes transitan hacia el sur de la Ciudad de Guatemala o simplemente buscan un respiro natural sin alejarse demasiado de casa.
Su menú combina lo mejor de la cocina típica con el sabor inconfundible de las parrilladas al estilo Tecpán. Las tortillas chancol, las carnes a la parrilla, los desayunos chapines y el café recién hecho son solo algunas de las delicias que conquistan a quienes lo visitan. Todo se prepara con ingredientes frescos y con ese toque casero que remite a los almuerzos familiares de antaño.
Sin embargo, El Refugio de El Trapiche ofrece mucho más que buena comida. A un costado del restaurante se encuentra su vivero, un espacio lleno de vida y color que cautiva a los amantes de las plantas. Entre flores, arbustos y suculentas, es casi imposible salir sin llevarse alguna planta para el jardín o una flor que alegre algún rincón del hogar. Este espacio se ha convertido en uno de los mayores atractivos del lugar, ideal para pasear con calma después de comer o simplemente disfrutar del paisaje natural.
El lugar también está pensado para las familias: los niños pueden gozar libremente de los juegos al aire libre, mientras los padres disfrutan de los platillos y las conversaciones en un ambiente tranquilo y seguro. Además, es un espacio pet friendly, por lo que los mejores amigos peludos son bienvenidos.
Con su ambiente campestre, atención amable y áreas verdes se ha convertido en un destino preferido para quienes se deleitan con el descanso sin alejarse demasiado de la capital. El lugar abre de martes a domingo, de 7:00 am a 5:00 pm, perfecto para degustar un buen desayuno, un almuerzo o una tarde relajada en medio de la naturaleza.
Encontrar un lugar que combine buena comida, naturaleza y tranquilidad sin salir de la ciudad es posible gracias a El Refugio de El Trapiche, ubicado en el kilómetro 13.1 de la ruta al Pacífico, justo al bajar la cuesta de Villalobos.
Este encantador rincón se ha convertido en un espacio ideal para disfrutar en familia o con amigos, rodeado de árboles, aire fresco y un ambiente que invita a desconectarse del bullicio de la ciudad.
Al adentrarse entre los árboles y seguir el pequeño camino de ingreso, los visitantes descubren un entorno que evoca los paisajes de Tecpán, Chimaltenango, con su ambiente rústico y acogedor.
Inicialmente funcionaba como un vivero, pero en 2019 abrió sus puertas como restaurante y desde entonces se ha posicionado como una parada obligatoria para quienes transitan hacia el sur de la Ciudad de Guatemala o simplemente buscan un respiro natural sin alejarse demasiado de casa.
Su menú combina lo mejor de la cocina típica con el sabor inconfundible de las parrilladas al estilo Tecpán. Las tortillas chancol, las carnes a la parrilla, los desayunos chapines y el café recién hecho son solo algunas de las delicias que conquistan a quienes lo visitan. Todo se prepara con ingredientes frescos y con ese toque casero que remite a los almuerzos familiares de antaño.
Sin embargo, El Refugio de El Trapiche ofrece mucho más que buena comida. A un costado del restaurante se encuentra su vivero, un espacio lleno de vida y color que cautiva a los amantes de las plantas. Entre flores, arbustos y suculentas, es casi imposible salir sin llevarse alguna planta para el jardín o una flor que alegre algún rincón del hogar. Este espacio se ha convertido en uno de los mayores atractivos del lugar, ideal para pasear con calma después de comer o simplemente disfrutar del paisaje natural.
El lugar también está pensado para las familias: los niños pueden gozar libremente de los juegos al aire libre, mientras los padres disfrutan de los platillos y las conversaciones en un ambiente tranquilo y seguro. Además, es un espacio pet friendly, por lo que los mejores amigos peludos son bienvenidos.
Con su ambiente campestre, atención amable y áreas verdes se ha convertido en un destino preferido para quienes se deleitan con el descanso sin alejarse demasiado de la capital. El lugar abre de martes a domingo, de 7:00 am a 5:00 pm, perfecto para degustar un buen desayuno, un almuerzo o una tarde relajada en medio de la naturaleza.
