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Demografía y cultura: la ecuación que define a un continente

Fotografía: Diego Cabrera / República.
María José Aresti
29 de octubre, 2025

Latinoamérica vive una paradoja demográfica: menos nacimientos, pero más maternidad adolescente. Eva Sáenz-Diez, profesora experta en radicalización política e investigadora de la Universidad Autónoma de Madrid, advirtió durante el República Summit Mujer 2025 que esta dualidad amenaza no solo el desarrollo económico, sino también la continuidad cultural y civilizacional de la región. Su mensaje: sin familia ni educación sólida, el futuro pierde cimientos.

Por qué importa. La región atraviesa una transición demográfica acelerada que podría alterar su equilibrio social y económico. Explicó que Latinoamérica pasó de tener 5.3 hijos por mujer en los años setenta a 2.2 en la actualidad, una caída del 70 %.

  • Veintinueve países ya tienen tasas por debajo del reemplazo poblacional, lo que anticipa envejecimiento y menor dinamismo laboral.
  • Las causas principales son precarización económica, altos costos de vida, inestabilidad laboral y pérdida de confianza en el futuro.
  • El fenómeno preocupa porque llega sin debate público y con escaso reconocimiento político sobre sus consecuencias estructurales.

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En el radar. Pese al descenso general de natalidad, la región conserva una de las tasas más altas de embarazo adolescente del mundo, especialmente en zonas rurales. Ese contraste evidencia desigualdad, vulnerabilidad social y una deuda educativa.

  • La tasa regional cayó de 7 nacimientos por cada cien mujeres jóvenes en 2010 a 5 en 2022, pero sigue 50 % por encima del promedio global.
  • Señaló que esta brecha “refleja un desequilibrio estructural” en acceso a educación, servicios y oportunidades laborales.
  • La baja natalidad y alta maternidad temprana generan un escenario de envejecimiento urbano y pobreza juvenil, difícil de sostener sin políticas familiares.

Entre líneas. La investigadora alertó que el vacío demográfico no solo impacta la economía, sino también la identidad cultural de las naciones. Europa ya vive sus consecuencias, y Latinoamérica empieza a recorrer un camino similar.

  • La pérdida de dinamismo poblacional erosiona el capital cultural y debilita la cohesión social.
  • El envejecimiento amenaza la transmisión de valores, lengua y tradiciones, pilares de toda civilización.
  • “Cada vez que una sociedad deja de renovarse demográficamente, otra con mayor vitalidad ocupa su lugar”, reflexionó Sáenz-Diez.

.

En conclusión. El desafío no es solo económico o tecnológico, sino civilizacional. América Latina aún puede aprender de Europa, donde el envejecimiento ya es irreversible.

  • Promover la natalidad y la paternidad responsable debe ser prioridad en las agendas públicas.
  • Educación, seguridad y bienestar son los incentivos que sostienen sociedades estables.
  • “El futuro no depende solo de la tecnología, sino de la capacidad de una sociedad para reproducir su cultura”, advirtió la profesora.

Demografía y cultura: la ecuación que define a un continente

Fotografía: Diego Cabrera / República.
María José Aresti
29 de octubre, 2025

Latinoamérica vive una paradoja demográfica: menos nacimientos, pero más maternidad adolescente. Eva Sáenz-Diez, profesora experta en radicalización política e investigadora de la Universidad Autónoma de Madrid, advirtió durante el República Summit Mujer 2025 que esta dualidad amenaza no solo el desarrollo económico, sino también la continuidad cultural y civilizacional de la región. Su mensaje: sin familia ni educación sólida, el futuro pierde cimientos.

Por qué importa. La región atraviesa una transición demográfica acelerada que podría alterar su equilibrio social y económico. Explicó que Latinoamérica pasó de tener 5.3 hijos por mujer en los años setenta a 2.2 en la actualidad, una caída del 70 %.

  • Veintinueve países ya tienen tasas por debajo del reemplazo poblacional, lo que anticipa envejecimiento y menor dinamismo laboral.
  • Las causas principales son precarización económica, altos costos de vida, inestabilidad laboral y pérdida de confianza en el futuro.
  • El fenómeno preocupa porque llega sin debate público y con escaso reconocimiento político sobre sus consecuencias estructurales.

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  • La tasa regional cayó de 7 nacimientos por cada cien mujeres jóvenes en 2010 a 5 en 2022, pero sigue 50 % por encima del promedio global.
  • Señaló que esta brecha “refleja un desequilibrio estructural” en acceso a educación, servicios y oportunidades laborales.
  • La baja natalidad y alta maternidad temprana generan un escenario de envejecimiento urbano y pobreza juvenil, difícil de sostener sin políticas familiares.

Entre líneas. La investigadora alertó que el vacío demográfico no solo impacta la economía, sino también la identidad cultural de las naciones. Europa ya vive sus consecuencias, y Latinoamérica empieza a recorrer un camino similar.

  • La pérdida de dinamismo poblacional erosiona el capital cultural y debilita la cohesión social.
  • El envejecimiento amenaza la transmisión de valores, lengua y tradiciones, pilares de toda civilización.
  • “Cada vez que una sociedad deja de renovarse demográficamente, otra con mayor vitalidad ocupa su lugar”, reflexionó Sáenz-Diez.

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En conclusión. El desafío no es solo económico o tecnológico, sino civilizacional. América Latina aún puede aprender de Europa, donde el envejecimiento ya es irreversible.

  • Promover la natalidad y la paternidad responsable debe ser prioridad en las agendas públicas.
  • Educación, seguridad y bienestar son los incentivos que sostienen sociedades estables.
  • “El futuro no depende solo de la tecnología, sino de la capacidad de una sociedad para reproducir su cultura”, advirtió la profesora.

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