Guatemala impulsa un nuevo modelo de diálogo entre minería, comunidades y Estado. El III Congreso Nacional de Minería, organizado por la Cámara de Industria (CIG) y la Gremial de Recursos Naturales, Minas y Canteras, (GRENAT), reúne voces nacionales e internacionales para discutir cómo la gobernanza, la transparencia y la innovación pueden redefinir el futuro sostenible del sector extractivo.
Por qué importa. La minería atraviesa un punto de inflexión: busca recuperar competitividad y legitimidad social. En un contexto de caída productiva y desconfianza pública, el diálogo surge como condición indispensable para un desarrollo responsable basado en derechos humanos y sostenibilidad ambiental.
- El congreso convoca a empresarios, autoridades, diplomáticos y líderes comunitarios bajo el lema “Minería y Derechos Humanos – Construyendo Relaciones con Comunidades”.
- Stephanie Melville, vicepresidenta de la CIG, afirma que el país “necesita una minería moderna”, orientada al valor compartido y a reglas claras que atraigan inversión responsable.
- El encuentro destaca que la gobernanza de los recursos naturales debe convertirse en prioridad nacional, apoyada por instituciones sólidas y procesos de participación verificables.
En el radar. El debate técnico del congreso gira en torno a los pilares del futuro minero: innovación, sostenibilidad y confianza. Expertos internacionales expusieron modelos de gobernanza y casos de éxito regionales —Brasil y Chile—, que refuerzan la importancia de integrar comunidades, empresas y Estado en una misma visión de desarrollo.
- Roberto Morales, presidente de GRENAT, enfatizó que el crecimiento del sector “solo puede construirse a través del diálogo y compromisos compartidos”. Recordó que la producción minera cayó un 56.4 % en 2024, lo que exige consensos que reactiven la industria.
- El sector tiene un rol decisivo en “fortalecer la gobernanza del país y promover procesos transparentes”, destaca. Los expertos coincidieron en que el futuro minero depende de fortalecer la licencia social para operar mediante transparencia.
- Este evento cuenta con la participación de conferencistas de Honduras, Panamá, Brasil, Suecia y Colombia, entre ellos Jaime Arteaga de Brigard, quien subrayó que “no hay proyecto imposible” cuando existe una verdadera conversación social.
Voces. La relación entre comunidades y minería sigue siendo el principal desafío. Las intervenciones de líderes comunitarios y empresariales evidenciaron la necesidad de superar décadas de desconfianza y construir mecanismos de diálogo más incluyentes, especialmente en territorios indígenas con baja presencia estatal.
- En ese sentido, María Tuyuc, presidenta de la Red de Empresarios Indígenas, advirte que “la pobreza y la falta de información adecuada” generan percepciones erróneas sobre las comunidades indígenas, que no se oponen al desarrollo, sino a la exclusión.
- Asimismo, Aurelia Tot Maas, líder de sostenibilidad de E28 —antes Mayaniquel—, explicó que los proyectos deben “hablar en el mismo idioma” de las comunidades, con procesos de gobernanza local y respeto cultural.
- En su intervención, el ministro de Energía y Minas, Víctor Hugo Ventura, señala la minería debe construirse sobre “transparencia, confianza y participación”, con una institucionalidad capaz de garantizar beneficios tangibles y ambientales para todos.
Lo que sigue. Entre las conclusiones del congreso se aborda el futuro del sector y su dependencia en la capacidad para generar confianza y certeza jurídica. La cooperación público-privada será determinante para transformar al sector extractivo en motor de desarrollo sostenible y humano.
- GRENAT prepara la creación de una mesa permanente de cooperación con participación del Gobierno, orientada a fortalecer la gobernanza del sector y la certeza jurídica para nuevas inversiones.
- Ventura anunció esfuerzos para reincorporar al país en iniciativas internacionales de transparencia, fortaleciendo el control ambiental y social de los proyectos.
- Con todo, la minería tiene el potencial de ser un pilar económico si logra construir relaciones sostenibles basadas en innovación, respeto y diálogo constante.
Guatemala impulsa un nuevo modelo de diálogo entre minería, comunidades y Estado. El III Congreso Nacional de Minería, organizado por la Cámara de Industria (CIG) y la Gremial de Recursos Naturales, Minas y Canteras, (GRENAT), reúne voces nacionales e internacionales para discutir cómo la gobernanza, la transparencia y la innovación pueden redefinir el futuro sostenible del sector extractivo.
Por qué importa. La minería atraviesa un punto de inflexión: busca recuperar competitividad y legitimidad social. En un contexto de caída productiva y desconfianza pública, el diálogo surge como condición indispensable para un desarrollo responsable basado en derechos humanos y sostenibilidad ambiental.
- El congreso convoca a empresarios, autoridades, diplomáticos y líderes comunitarios bajo el lema “Minería y Derechos Humanos – Construyendo Relaciones con Comunidades”.
- Stephanie Melville, vicepresidenta de la CIG, afirma que el país “necesita una minería moderna”, orientada al valor compartido y a reglas claras que atraigan inversión responsable.
- El encuentro destaca que la gobernanza de los recursos naturales debe convertirse en prioridad nacional, apoyada por instituciones sólidas y procesos de participación verificables.
En el radar. El debate técnico del congreso gira en torno a los pilares del futuro minero: innovación, sostenibilidad y confianza. Expertos internacionales expusieron modelos de gobernanza y casos de éxito regionales —Brasil y Chile—, que refuerzan la importancia de integrar comunidades, empresas y Estado en una misma visión de desarrollo.
- Roberto Morales, presidente de GRENAT, enfatizó que el crecimiento del sector “solo puede construirse a través del diálogo y compromisos compartidos”. Recordó que la producción minera cayó un 56.4 % en 2024, lo que exige consensos que reactiven la industria.
- El sector tiene un rol decisivo en “fortalecer la gobernanza del país y promover procesos transparentes”, destaca. Los expertos coincidieron en que el futuro minero depende de fortalecer la licencia social para operar mediante transparencia.
- Este evento cuenta con la participación de conferencistas de Honduras, Panamá, Brasil, Suecia y Colombia, entre ellos Jaime Arteaga de Brigard, quien subrayó que “no hay proyecto imposible” cuando existe una verdadera conversación social.
Voces. La relación entre comunidades y minería sigue siendo el principal desafío. Las intervenciones de líderes comunitarios y empresariales evidenciaron la necesidad de superar décadas de desconfianza y construir mecanismos de diálogo más incluyentes, especialmente en territorios indígenas con baja presencia estatal.
- En ese sentido, María Tuyuc, presidenta de la Red de Empresarios Indígenas, advirte que “la pobreza y la falta de información adecuada” generan percepciones erróneas sobre las comunidades indígenas, que no se oponen al desarrollo, sino a la exclusión.
- Asimismo, Aurelia Tot Maas, líder de sostenibilidad de E28 —antes Mayaniquel—, explicó que los proyectos deben “hablar en el mismo idioma” de las comunidades, con procesos de gobernanza local y respeto cultural.
- En su intervención, el ministro de Energía y Minas, Víctor Hugo Ventura, señala la minería debe construirse sobre “transparencia, confianza y participación”, con una institucionalidad capaz de garantizar beneficios tangibles y ambientales para todos.
Lo que sigue. Entre las conclusiones del congreso se aborda el futuro del sector y su dependencia en la capacidad para generar confianza y certeza jurídica. La cooperación público-privada será determinante para transformar al sector extractivo en motor de desarrollo sostenible y humano.
- GRENAT prepara la creación de una mesa permanente de cooperación con participación del Gobierno, orientada a fortalecer la gobernanza del sector y la certeza jurídica para nuevas inversiones.
- Ventura anunció esfuerzos para reincorporar al país en iniciativas internacionales de transparencia, fortaleciendo el control ambiental y social de los proyectos.
- Con todo, la minería tiene el potencial de ser un pilar económico si logra construir relaciones sostenibles basadas en innovación, respeto y diálogo constante.