Trump tendrá menos votos que Biden, ¿cómo podrá ser presidente a pesar de ello?
Por primera vez en lo que va de esta contienda, Biden supera a Trump en las encuestas; pero crece la ventaja del expresidente crece en los estados que podrían asegurar su victoria: los llamados swing states.
Cómo funciona. EE. UU. elige a su presidente mediante un sistema de sufragio indirecto. El ganador no sale del resultado del voto popular nacional, sino de los delegados asignados a cada estado. Cada estado tiene un número determinado de delegados —proporcional a la cantidad de habitantes de ese distrito electoral— y estos se asignan dependiendo del ganador por voto popular en dicho estado. Los delegados, posteriormente, forman un colegio electoral y son ellos quienes deciden al ganador de la elección.
-
Si bien, algunos estados obligan por ley a sus delegados a votar por el candidato que ganó las elecciones en dicho distrito, no es el caso de todos. Aquellos delegados que no votan por el candidato que ganó en su estado se conocen como delegados desleales.
SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER DE POLÍTICA
-
Ha habido hasta 15 elecciones con delegados desleales en un colegio electoral en EE. UU., sin embargo, nunca han sido suficientes como para alterar el resultado final de una elección.
-
Este sistema busca defender la representatividad de los estados pequeños en el sistema federal estadounidense. Hasta en cinco ocasiones el presidente electo ha perdido el voto popular: 1824, 1876, 1888, 2000 y 2016.
Por qué importa. EE. UU. es un sistema bipartidista prácticamente perfecto. El sistema ha generado tanta polarización que, actualmente, hay estados cuyo voto popular está prácticamente definido. Por ejemplo, estados como California, Nueva York y Vermont son considerados ya como estados demócratas (estados azules). Sus votos electorales son casi una certeza para Biden. Por el contrario, los votos electorales de estados como Wyoming, Alabama y Texas (este últimamente un poco más disputado) son prácticamente seguros para Trump (estados rojos).
-
La lista deja, en la actualidad, solamente siete de los 50 estados del país en disputa: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin.
Entre líneas. Trump ha liderado las encuestas del voto popular a lo largo del 2024, sin embargo, desde la semana pasada, el promedio nacional da una muy pequeña ventaja a Biden por un 0.2 %. Es un empate técnico. Si bien las encuestas reflejan una tendencia a la baja para el republicano, esta caída no se ve reflejada en los siete estados que definirán esta elección.
-
Trump aventaja a Biden en Wisconsin por un 3 %, en Pensilvania por 2 %, Michigan por 1 %, Arizona por 4 %, Georgia por 4 % y Nevada por 3 %.
-
En Minnesota las encuestas muestran un empate entre ambos con 45 % de intención de voto, con algunas variaciones que dan un +1 % para Trump. Ningún republicano ha ganado en este estado desde Richard Nixon en 1972.
-
La tendencia no ha cambiado desde abril, a pesar de haber sido encontrado culpable –Trump– en 34 cargos criminales a finales de mayo.
El balance. Para Trump, perder el voto popular no es ningún problema. De hecho, así ocurrió en la elección contra Hilary Clinton; también perdió el voto popular en 2020. Las proyecciones son favorables para el republicano, que estaría logrando remontar en seis o hasta siete estados que perdió ante Biden en 2020. La batalla legal en su contra parece tener efectos, pero solamente en estados azules.
-
En cuanto a los estados rojos –y los estados bisagra– el apoyo por el presidente se mantiene constante; en casos como el de Minnesota, incluso al alza.
Trump tendrá menos votos que Biden, ¿cómo podrá ser presidente a pesar de ello?
Por primera vez en lo que va de esta contienda, Biden supera a Trump en las encuestas; pero crece la ventaja del expresidente crece en los estados que podrían asegurar su victoria: los llamados swing states.
Cómo funciona. EE. UU. elige a su presidente mediante un sistema de sufragio indirecto. El ganador no sale del resultado del voto popular nacional, sino de los delegados asignados a cada estado. Cada estado tiene un número determinado de delegados —proporcional a la cantidad de habitantes de ese distrito electoral— y estos se asignan dependiendo del ganador por voto popular en dicho estado. Los delegados, posteriormente, forman un colegio electoral y son ellos quienes deciden al ganador de la elección.
-
Si bien, algunos estados obligan por ley a sus delegados a votar por el candidato que ganó las elecciones en dicho distrito, no es el caso de todos. Aquellos delegados que no votan por el candidato que ganó en su estado se conocen como delegados desleales.
SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER DE POLÍTICA
-
Ha habido hasta 15 elecciones con delegados desleales en un colegio electoral en EE. UU., sin embargo, nunca han sido suficientes como para alterar el resultado final de una elección.
-
Este sistema busca defender la representatividad de los estados pequeños en el sistema federal estadounidense. Hasta en cinco ocasiones el presidente electo ha perdido el voto popular: 1824, 1876, 1888, 2000 y 2016.
Por qué importa. EE. UU. es un sistema bipartidista prácticamente perfecto. El sistema ha generado tanta polarización que, actualmente, hay estados cuyo voto popular está prácticamente definido. Por ejemplo, estados como California, Nueva York y Vermont son considerados ya como estados demócratas (estados azules). Sus votos electorales son casi una certeza para Biden. Por el contrario, los votos electorales de estados como Wyoming, Alabama y Texas (este últimamente un poco más disputado) son prácticamente seguros para Trump (estados rojos).
-
La lista deja, en la actualidad, solamente siete de los 50 estados del país en disputa: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin.
Entre líneas. Trump ha liderado las encuestas del voto popular a lo largo del 2024, sin embargo, desde la semana pasada, el promedio nacional da una muy pequeña ventaja a Biden por un 0.2 %. Es un empate técnico. Si bien las encuestas reflejan una tendencia a la baja para el republicano, esta caída no se ve reflejada en los siete estados que definirán esta elección.
-
Trump aventaja a Biden en Wisconsin por un 3 %, en Pensilvania por 2 %, Michigan por 1 %, Arizona por 4 %, Georgia por 4 % y Nevada por 3 %.
-
En Minnesota las encuestas muestran un empate entre ambos con 45 % de intención de voto, con algunas variaciones que dan un +1 % para Trump. Ningún republicano ha ganado en este estado desde Richard Nixon en 1972.
-
La tendencia no ha cambiado desde abril, a pesar de haber sido encontrado culpable –Trump– en 34 cargos criminales a finales de mayo.
El balance. Para Trump, perder el voto popular no es ningún problema. De hecho, así ocurrió en la elección contra Hilary Clinton; también perdió el voto popular en 2020. Las proyecciones son favorables para el republicano, que estaría logrando remontar en seis o hasta siete estados que perdió ante Biden en 2020. La batalla legal en su contra parece tener efectos, pero solamente en estados azules.
-
En cuanto a los estados rojos –y los estados bisagra– el apoyo por el presidente se mantiene constante; en casos como el de Minnesota, incluso al alza.