Trump, oportunidad que el Ejecutivo debiera aprovechar

La reelección de Donald Trump ofrece un panorama dual para Guatemala. Por un lado, oportunidades en comercio, migración y seguridad. Por el otro, riesgos que exigen una estrategia clara y alineada. El reto es ahora que el gobierno y sector privado se adapten rápidamente a las prioridades de la nueva administración.

En perspectiva. La tensión comercial entre EE. UU. y países como China y México abre una ventana estratégica para Guatemala en el comercio internacional. La posibilidad de atraer inversiones estadounidenses a través del nearshoring es una de las principales apuestas del empresariado.

• Durante el anterior gobierno de Trump, las renegociaciones del T-MEC y las políticas proteccionistas contra Pekín crearon un entorno favorable para que países como Guatemala se presentaran como destinos alternativos.

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• En el foro “Resultados electorales EE. UU.: implicaciones para Guatemala y la Región”, organizado por la Cámara de Comercio de España, el diputado del PARLACEN Carlos Barreda advirtió que, aunque hay potencial, la falta de infraestructura adecuada podría limitar el impacto de estas oportunidades. Señaló que las relaciones bilaterales deben ser gestionadas de manera más eficaz, algo que el gobierno no ha logrado hasta ahora.

• Rodrigo Arenas, presidente editor de República, destacó que el sector privado debe liderar en la implantación de vínculos más estrechos. “Por primera vez tenemos una oportunidad real de desarrollar relaciones con think tanks y tomadores de decisiones en Washington. Los empresarios debemos actuar rápido y con energía para aprovechar el momento”.

En el radar. La migración será uno de los temas centrales, aunque su enfoque puede ser una oportunidad. El establecimiento de canales legales y efectivos para el envío de trabajadores a EE. UU. beneficia tanto a las economías de ambos países como a las comunidades migrantes.

• Arenas señaló que Trump es pragmático en este tema. “Él no va a vaciar EE. UU. de la mano de obra que necesita; lo que sí hará es estructurar mejor la migración legal”.

• Puede reducir la migración irregular, que en muchos casos pone en riesgo sus vidas. Y, a la vez, asegurar un flujo constante de remesas. Estas representan el 20 % del PIB de Guatemala.

• Recalcó la relevancia de diferenciar a Guatemala. Mientras que en El Salvador y Honduras se vincula más a la inseguridad, en Guatemala se trata principalmente de una búsqueda de oportunidades económicas. Un argumento clave para negociar mejores acuerdos.

Entre líneas. La lucha contra el narcotráfico será una prioridad. Guatemala puede desempeñar un papel crucial. La colaboración en seguridad puede fortalecer las relaciones bilaterales y mejorar la interna.

• Barreda recordó que Trump ya ha vinculado temas comerciales y migratorios a la lucha contra el narcotráfico. “Si no colaboramos en el combate contra el fentanilo y otras drogas, enfrentaremos consecuencias tales como el aumento de aranceles”.

• Pese a los avances en incautaciones y el fortalecimiento militar, persisten problemas en puertos y fronteras, donde el crimen organizado sigue influyendo. “Debemos resolver problemas básicos en los puertos, como el acceso a cámaras de seguridad y vigilancia de los contenedores”, afirmó.

• Por su parte, Arenas señaló que EE. UU. necesita un aliado confiable en la región. “Guatemala jugará un rol importante en la agenda de seguridad de Trump, pero esto requerirá compromisos claros y sostenidos por parte del gobierno”.

Visto y no visto. Como queda dicho, el Ejecutivo debe adaptarse lo antes posible al cambio de administración. Esto implica establecer desde ya relaciones efectivas con los nuevos líderes en Washington y ajustar las políticas internas para alinearnos con sus prioridades.

• Barreda mencionó que el reto del presidente Bernardo Arévalo es significativo. “Perdió su principal aliado en Washington con la salida de los demócratas; ahora necesita reorganizar su gabinete para este nuevo contexto”. Esto incluye cambios en Cancillería, Economía y Comunicaciones, áreas críticas para manejar la relación bilateral.

• Arenas destacó la importancia de construir puentes con actores clave como el Congreso y los think tanks. “Es hora de que Guatemala establezca una relación más sólida con instituciones influyentes en Washington para garantizar que sus intereses sean representados”.

• El éxito de esta estrategia dependerá de la capacidad para actuar con rapidez y decisión. De lo contrario, Guatemala corre el riesgo de quedar relegada en la agenda estadounidense, perdiendo oportunidades.

Balance.  La reelección plantea oportunidades a la vez que desafíos. El éxito dependerá de la capacidad de reacción gubernamental. Es un momento decisivo para definir el rumbo económico y político. “Trump es un empresario pragmático. Si Guatemala muestra habilidad para colaborar y ofrecer soluciones, hay mucho que ganar”, expuso Arenas. La clave será la colaboración efectiva con el sector privado para aprovechar las oportunidades. Solo así podrán transformarse los retos en ventajas competitivas y garantizar un futuro prometedor.