El 4 de septiembre de 2014, un mes antes de ser trasladado del cuartel de Matamoros a la Granja Penal Pavón, el reo Byron Lima, quien cumplía condena por el asesinato del obispo Juan Gerardi Conedera, manifestó: “quieren enviarme a una cárcel de máxima seguridad con el fin de que me asesinen”. El traslado se concretó y un año diez meses después le dieron muerte.
Más allá de la teoría cortoplacista, hay una serie de factores alrededor de Lima Oliva, quien arremetió contra exfuncionarios de Gobierno, políticos, organizaciones de izquierda y narcotraficantes. El año pasado, su alegato era la destitución inmediata del exministro de Gobernación Mauricio López Bonilla (ahora en prisión preventiva por el caso Cooptación del Estado), de quien el convicto aseguró, lo enviaría a asesinar.
Las teorías del hermano
Su hermano Luis Lima dice que hay dos teorías alrededor de su asesinato: la reapertura del Caso Geradi con un testigo protegido desde Estados Unidos, según informó en una entrevista con la Revista C4 y una reforma al sistema penitenciario en el marco del Plan Alianza para la Prosperidad.
“Fue un crimen de Estado”, aseveró y relató que habían tomado medidas de prevención como el uso de un chaleco antibalas, pero que no funcionó en el ataque porque los disparos fueron dirigidos a su cabeza.
[quote_center]”Yo tengo las pruebas del FBI donde ellos me descartan y, sin embargo, a pesar de que el Ministerio Público lo vio, nunca me dejaron demostrarlo”. Byron Lima, según una entrevista publicada en La Jornada de México (2014).[/quote_center]
Lo que cuentan los reos
“El problema es por las drogas, Lima al implementar el reglamento ahí adentro sí permitía el consumo de coca y de mariguana, pero controlado. No se permitía el relajo. Prohibido que se molestara a la visita. Si fumaban y al aire libre, pero cuidado si hacían relajo, les pegaban”, informaron.
Agregan que la prioridad de Lima era la visita y por él, el uso de celulares era permitido y controlado. “Asignación de cuartos con su debido orden, el mercado interior es de lo mejor, obviamente algún beneficio económico recibía”, indicaron.
[quote_right]”El Taquero quería que la venta de droga fuera libre y Lima no lo permitió”. Reo en Pavón.[/quote_right]
Prosiguen con que Marvin Montiel, alias El Taquero, inició un negocio, “una ferretería grande de acaba de abrir ahí adentro. Para esto tuvo que pedir permiso a Lima, pero también quería tener el control de la venta de drogas en general, cosa que Lima no permitió porque él tenía controlado, todo bien ordenado”.
- Puede consultar: Asesinan al capitán retirado Byron Lima en Pavón
Lo que dice su abogado
Byron Lima lucía emocionado, describió su abogado Moisés Galindo, tras una visita, veinte días antes de ser asesinado, de personeros del Federal Bureau of Investigation (FBI), quienes le informaron que “hubo una investigación y se encontró que él no era culpable”, del caso Gerardi.
Según Galindo él debió salir hace cinco años (en 2011), pero su caso sucumbió a la presión de terceros, a quienes señala como “los grupos de izquierda y derechos humanos, exsimpatizantes de la guerrilla que tras los Acuerdos de Paz se convirtieron en Organizaciones No Gubernamantales (ONG)”.
“El primer caso para esa venganza fue Gerardi. Él (Lima) tenía como adversarios a la gente de la izquierda que vivía de la victimización y resarcimientos. Fue uno de los primeros prisioneros políticos”, indicó el jurista, quien añadió que armaron cinco casos más para incrementar su estancia en la cárcel.
Escuche sus declaraciones:
Puede interesarle: Byron Lima regresa a Pavón donde estructuró su imperio
Teorías sobre Gerardi
Galindo dijo que por la premura de ese último encuentro con Lima, no pudo preguntarle pormenores de lo dicho por el FBI y se desconoce si al final, había intención de hacer público el contenido de las pruebas. Lima había dicho que tenía pruebas a su favor que lo desligaban del caso, pero no vieron la luz.
Lima era integrante del Estado Mayor Presidencial (EMP) durante el gobierno de Álvaro Arzú y su padre (ya libre) Byron Lima Estrada, fue jefe de Inteligencia Militar (G-2). Según ellos, acudieron a la escena del crimen cuando se supo el crimen “para investigar lo que ocurría” y por ello, estaban ahí cuando llegó la policía.
El argumento político es que hubo un ataque contra la Iglesia Católica debido a que dos días antes de su asesinato, Gerardi y otros sacerdotes, presentaron el Informe del Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica (Remhi) o Guatemala Nunca Más, donde se denunciaron violaciones a los Derechos Humanos.
[quote_left]”El FBI quería reabrir el caso, se dieron cuenta de que él era víctima. Estaba ilusionado porque finalmente alguien con credibilidad daría la versión real de lo sucedido y que él no tenía nada que ver con la muerte de Gerardi”, Moisés Galindo, abogado de Lima.[/quote_left]
Un hecho de delincuencia común fue la versión preliminar de las autoridades. Se habló de un atentado contra la gobernabilidad del país, un crimen pasional (Gerardi habría encontrado al sacerdote Mario Orantes en una situación sexual con otra persona y por ello fue asesinado) y la participación de la banda Valle del Sol, según una versión del exjuez Juan Carlos Solís Oliva, familiar de Lima. También se le vinculó con el narcotráfico con la versión de un investigador del Congreso de EE.UU., Leonel Gómez, que fue difundida en un matutino.
El 4 de septiembre de 2014, un mes antes de ser trasladado del cuartel de Matamoros a la Granja Penal Pavón, el reo Byron Lima, quien cumplía condena por el asesinato del obispo Juan Gerardi Conedera, manifestó: “quieren enviarme a una cárcel de máxima seguridad con el fin de que me asesinen”. El traslado se concretó y un año diez meses después le dieron muerte.
Más allá de la teoría cortoplacista, hay una serie de factores alrededor de Lima Oliva, quien arremetió contra exfuncionarios de Gobierno, políticos, organizaciones de izquierda y narcotraficantes. El año pasado, su alegato era la destitución inmediata del exministro de Gobernación Mauricio López Bonilla (ahora en prisión preventiva por el caso Cooptación del Estado), de quien el convicto aseguró, lo enviaría a asesinar.
Las teorías del hermano
Su hermano Luis Lima dice que hay dos teorías alrededor de su asesinato: la reapertura del Caso Geradi con un testigo protegido desde Estados Unidos, según informó en una entrevista con la Revista C4 y una reforma al sistema penitenciario en el marco del Plan Alianza para la Prosperidad.
“Fue un crimen de Estado”, aseveró y relató que habían tomado medidas de prevención como el uso de un chaleco antibalas, pero que no funcionó en el ataque porque los disparos fueron dirigidos a su cabeza.
[quote_center]”Yo tengo las pruebas del FBI donde ellos me descartan y, sin embargo, a pesar de que el Ministerio Público lo vio, nunca me dejaron demostrarlo”. Byron Lima, según una entrevista publicada en La Jornada de México (2014).[/quote_center]
Lo que cuentan los reos
“El problema es por las drogas, Lima al implementar el reglamento ahí adentro sí permitía el consumo de coca y de mariguana, pero controlado. No se permitía el relajo. Prohibido que se molestara a la visita. Si fumaban y al aire libre, pero cuidado si hacían relajo, les pegaban”, informaron.
Agregan que la prioridad de Lima era la visita y por él, el uso de celulares era permitido y controlado. “Asignación de cuartos con su debido orden, el mercado interior es de lo mejor, obviamente algún beneficio económico recibía”, indicaron.
[quote_right]”El Taquero quería que la venta de droga fuera libre y Lima no lo permitió”. Reo en Pavón.[/quote_right]
Prosiguen con que Marvin Montiel, alias El Taquero, inició un negocio, “una ferretería grande de acaba de abrir ahí adentro. Para esto tuvo que pedir permiso a Lima, pero también quería tener el control de la venta de drogas en general, cosa que Lima no permitió porque él tenía controlado, todo bien ordenado”.
- Puede consultar: Asesinan al capitán retirado Byron Lima en Pavón
Lo que dice su abogado
Byron Lima lucía emocionado, describió su abogado Moisés Galindo, tras una visita, veinte días antes de ser asesinado, de personeros del Federal Bureau of Investigation (FBI), quienes le informaron que “hubo una investigación y se encontró que él no era culpable”, del caso Gerardi.
Según Galindo él debió salir hace cinco años (en 2011), pero su caso sucumbió a la presión de terceros, a quienes señala como “los grupos de izquierda y derechos humanos, exsimpatizantes de la guerrilla que tras los Acuerdos de Paz se convirtieron en Organizaciones No Gubernamantales (ONG)”.
“El primer caso para esa venganza fue Gerardi. Él (Lima) tenía como adversarios a la gente de la izquierda que vivía de la victimización y resarcimientos. Fue uno de los primeros prisioneros políticos”, indicó el jurista, quien añadió que armaron cinco casos más para incrementar su estancia en la cárcel.
Escuche sus declaraciones:
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Teorías sobre Gerardi
Galindo dijo que por la premura de ese último encuentro con Lima, no pudo preguntarle pormenores de lo dicho por el FBI y se desconoce si al final, había intención de hacer público el contenido de las pruebas. Lima había dicho que tenía pruebas a su favor que lo desligaban del caso, pero no vieron la luz.
Lima era integrante del Estado Mayor Presidencial (EMP) durante el gobierno de Álvaro Arzú y su padre (ya libre) Byron Lima Estrada, fue jefe de Inteligencia Militar (G-2). Según ellos, acudieron a la escena del crimen cuando se supo el crimen “para investigar lo que ocurría” y por ello, estaban ahí cuando llegó la policía.
El argumento político es que hubo un ataque contra la Iglesia Católica debido a que dos días antes de su asesinato, Gerardi y otros sacerdotes, presentaron el Informe del Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica (Remhi) o Guatemala Nunca Más, donde se denunciaron violaciones a los Derechos Humanos.
[quote_left]”El FBI quería reabrir el caso, se dieron cuenta de que él era víctima. Estaba ilusionado porque finalmente alguien con credibilidad daría la versión real de lo sucedido y que él no tenía nada que ver con la muerte de Gerardi”, Moisés Galindo, abogado de Lima.[/quote_left]
Un hecho de delincuencia común fue la versión preliminar de las autoridades. Se habló de un atentado contra la gobernabilidad del país, un crimen pasional (Gerardi habría encontrado al sacerdote Mario Orantes en una situación sexual con otra persona y por ello fue asesinado) y la participación de la banda Valle del Sol, según una versión del exjuez Juan Carlos Solís Oliva, familiar de Lima. También se le vinculó con el narcotráfico con la versión de un investigador del Congreso de EE.UU., Leonel Gómez, que fue difundida en un matutino.