Todos los medios de comunicación tienen centrada su atención este lunes en la posible declaración de Estuardo Salvador González Álvarez, alias “ECO”, quien podría dar detalles adicionales a los ya divulgados por él, acerca de cómo se conformó, cómo operaba y quiénes dirigían la organización criminal de defraudación tributaria, bautizada por el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), como La Línea.
Tras ser capturado el 16 de abril junto con las máximas autoridades de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), y otras personas particulares, “ECO”, conocido con ese alias dentro de la organización delictiva, en su primera declaración en el Juzgado de Mayor Riesgo B, a cargo del juez Miguel Ángel Gálvez, el año pasado, reveló algunos datos que señalaron como cabecillas de la banda a los exgobernantes Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti.
En su intervención, comentó con toda normalidad, que fue contratado por la exVicepresidenta para “darle vida” a empresas de cartón, pero pronto se convirtió en el principal enlace entre las autoridades y la organización que operaba fuera de la SAT. Su vinculación se logró por la amistad con Juan Carlos Monzón, en ese entonces, secretario privado de Baldetti.
Hombre de confianza
González pronto entró en el círculo de confianza de Pérez y Baldetti y, aparte de los manejos de empresas de ambos y de administrar y registrar cómo se repartía el dinero obtenido de manera ilícita, logró un empleo de apariencia legal, asumió como Presidente del Consejo de Administración de Corporación de Noticias, editora de los medios de comunicación Siglo21 y al día.
Su llegada a esa empresa fue debido a que, supuestamente, Baldetti adquirió por medio de testaferros, la mayoría de acciones que estaban en poder de un grupo de cooperativistas cuya cara visible era Edín Barrientos, exministro de Agricultura del gobierno de Alfonso Portillo y candidato a la Vicepresidencia por el Frente Republicano Guatemalteco, cuando se postuló Efraín Ríos Montt.
González fungió en el cargo hasta el día de su captura, ya no se presentó a sus labores porque fue detenido a las seis de la mañana en su vivienda. “ECO”, como es conocido en el caso La Línea, reveló que fue él quien llamó a Pérez como “1” y a Baldetti como “2”. Esta identificación la hizo con fines financieros y de encubrimiento, pues le permitía saber cuánto dinero debía entregar a los exgobernantes, aunque el porcentaje no varió, siempre fue el 50 por ciento, según su testimonio.
También sorprendió a los guatemaltecos cuando aseguró que personalmente entregó dinero, siempre producto de las operaciones criminales, a la exjefa de Aduanas, Claudia Méndez, quien durante dos días se defendió de las sindicaciones, pero siempre fue ligada al proceso penal y enviada a prisión preventiva.
Sin Pérez y Baldetti
La declaración de este lunes podría suspenderse debido a recursos legales interpuestos por los abogados defensores, quienes representarán, por lo menos a Pérez y Baldetti, en la audiencia donde es posible se conozcan otros detalles del grupo delincuencial.
Tras este procedimiento, que podría durar de dos a tres días, iniciará la etapa intermedia, mediante la cual los acusadores deben presentar más evidencias para convencer al juez Gálvez que los implicados deben ser enviados a juicio. Según el MP y la CICIG, han recabado pruebas suficientes y no dudan que los exgobernantes y el resto de detenidos, serán enjuiciados.
Mientras tanto, aunque González, de profesión economista y estudiante de derecho, no diga nada nuevo este lunes, la diferencia es que su testimonio será como colaborador eficaz, una figura legal que le permitirá obtener algunas ventajas para él y su familia, y podría terminar de incriminar aún más a Pérez y Baldetti, sus exjefes que le confiaron información y dinero, sin sospechar que ahora sus palabras, y las pruebas documentales del MP y la CICIG, los tienen a un paso de un juicio que podría concluir en una condena sin precedentes en Guatemala.
Todos los medios de comunicación tienen centrada su atención este lunes en la posible declaración de Estuardo Salvador González Álvarez, alias “ECO”, quien podría dar detalles adicionales a los ya divulgados por él, acerca de cómo se conformó, cómo operaba y quiénes dirigían la organización criminal de defraudación tributaria, bautizada por el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), como La Línea.
Tras ser capturado el 16 de abril junto con las máximas autoridades de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), y otras personas particulares, “ECO”, conocido con ese alias dentro de la organización delictiva, en su primera declaración en el Juzgado de Mayor Riesgo B, a cargo del juez Miguel Ángel Gálvez, el año pasado, reveló algunos datos que señalaron como cabecillas de la banda a los exgobernantes Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti.
En su intervención, comentó con toda normalidad, que fue contratado por la exVicepresidenta para “darle vida” a empresas de cartón, pero pronto se convirtió en el principal enlace entre las autoridades y la organización que operaba fuera de la SAT. Su vinculación se logró por la amistad con Juan Carlos Monzón, en ese entonces, secretario privado de Baldetti.
Hombre de confianza
González pronto entró en el círculo de confianza de Pérez y Baldetti y, aparte de los manejos de empresas de ambos y de administrar y registrar cómo se repartía el dinero obtenido de manera ilícita, logró un empleo de apariencia legal, asumió como Presidente del Consejo de Administración de Corporación de Noticias, editora de los medios de comunicación Siglo21 y al día.
Su llegada a esa empresa fue debido a que, supuestamente, Baldetti adquirió por medio de testaferros, la mayoría de acciones que estaban en poder de un grupo de cooperativistas cuya cara visible era Edín Barrientos, exministro de Agricultura del gobierno de Alfonso Portillo y candidato a la Vicepresidencia por el Frente Republicano Guatemalteco, cuando se postuló Efraín Ríos Montt.
González fungió en el cargo hasta el día de su captura, ya no se presentó a sus labores porque fue detenido a las seis de la mañana en su vivienda. “ECO”, como es conocido en el caso La Línea, reveló que fue él quien llamó a Pérez como “1” y a Baldetti como “2”. Esta identificación la hizo con fines financieros y de encubrimiento, pues le permitía saber cuánto dinero debía entregar a los exgobernantes, aunque el porcentaje no varió, siempre fue el 50 por ciento, según su testimonio.
También sorprendió a los guatemaltecos cuando aseguró que personalmente entregó dinero, siempre producto de las operaciones criminales, a la exjefa de Aduanas, Claudia Méndez, quien durante dos días se defendió de las sindicaciones, pero siempre fue ligada al proceso penal y enviada a prisión preventiva.
Sin Pérez y Baldetti
La declaración de este lunes podría suspenderse debido a recursos legales interpuestos por los abogados defensores, quienes representarán, por lo menos a Pérez y Baldetti, en la audiencia donde es posible se conozcan otros detalles del grupo delincuencial.
Tras este procedimiento, que podría durar de dos a tres días, iniciará la etapa intermedia, mediante la cual los acusadores deben presentar más evidencias para convencer al juez Gálvez que los implicados deben ser enviados a juicio. Según el MP y la CICIG, han recabado pruebas suficientes y no dudan que los exgobernantes y el resto de detenidos, serán enjuiciados.
Mientras tanto, aunque González, de profesión economista y estudiante de derecho, no diga nada nuevo este lunes, la diferencia es que su testimonio será como colaborador eficaz, una figura legal que le permitirá obtener algunas ventajas para él y su familia, y podría terminar de incriminar aún más a Pérez y Baldetti, sus exjefes que le confiaron información y dinero, sin sospechar que ahora sus palabras, y las pruebas documentales del MP y la CICIG, los tienen a un paso de un juicio que podría concluir en una condena sin precedentes en Guatemala.