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Independencia judicial: Bastión para el fortalecimiento de la justicia

Eder Juarez
08 de junio, 2015

El sistema judicial guatemalteco tiene ahora una prueba de fuego para mostrar su independencia judicial, esto luego de la desarticulación de una banda criminal dedicada a la defraudación aduanera denominada “La Línea”, y una estructura de corrupción y tráfico de influencias incrustada en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).

Estos dos procesos, y otros más de alto impacto que se ventilan en los tribunales de justicia, ponen a prueba la independencia de los jueces y magistrados que conocen dichos procesos. Sin embargo, analistas consideran que los juzgadores siempre tendrán presiones externas que deberán sortear.

La Enciclopedia Jurídica cita que la independencia judicial destaca la autonomía del ejercicio de la competencia y aprecia libremente la oportunidad de las decisiones que deben ser tomadas en casos concretos. Un elemento importante de la independencia es la absoluta libertad del Estado de delimitar la extensión de su competencia.

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Una obligación de Jueces y Magistrados

De acuerdo con el abogado constitucionalista Stuardo Ralón, la independencia judicial es la obligación que tienen todos los jueces y magistrados que forman parte del poder Judicial. “Es muy importante, porque el objetivo que se cumpla con esta obligación es que, quien esté conociendo de un proceso en su carácter de juez o magistrado, no debe ser influenciado indebidamente para favorecer o perjudicar a un procesado”.

El juez debe basarse en los elementos probatorios y no en las presiones. Pero hay aspectos que atentan contra la independencia judicial, sobre todo por el abuso de poder de otro organismo del Estado. Según Ralón, no haya una verdadera independencia de poderes y el hecho que un poder del Estado trate de influenciar en el Judicial atenta contra esa obligación de independencia.

Además, indica que otro aspecto que pelea con la independencia judicial son los hechos de corrupción, porque son terceras personas quienes influencian a un juzgador para beneficio personal, lo cual es condenable.

Otro aspecto serían las presiones durante el proceso de un caso. Estas podrían ser el uso de la violencia agresiva, las presiones de los medios de comunicación y el clamor popular; porque antes que el juez realice su fallo y se procura que se haga en determinado sentido, y esto atenta contra la independencia judicial, dice el constitucionalista.

En relación a los dos casos de alto impacto que se ventilan en el sistema judicial guatemalteco, Ralón asegura que, sin duda, son casos que tienen un perfil importante porque no había ocurrido, por lo menos en unos 30 años que tiene de vida la Constitución, una persecución contra funcionarios y altos funcionarios del gobierno de turno.

“Los jueces deben resolver con base a las pruebas que hay. Como guatemaltecos quisiésemos que estos casos fueran llevados de una manera correcta porque son emblemáticos, son casos que marcan una línea de depuración del Estado. Y para que la corrupción vaya disminuyendo, Guatemala tiene que ir avanzando. Si alguien es culpable, que se aplique todo el peso de la ley, y si alguien es inocente, que se le declare como tal. Pero con base probatoria”, dice.

Además, refiere que en estos dos casos (La Línea e IGSS-PISA) se debe respetar la independencia judicial, porque son emblemáticos y marcaran una línea de depuración del sistema.

Independencia para cualquier caso

Por su parte, Gabriel Orellana, abogado constitucionalista, dice que para cualesquiera que sea el caso, desde el más trivial hasta el más complejo debe tener independencia, ya que es uno de los principios elementales del debido proceso reconocido – entre otros – en la Convención Americana de Derechos Humanos.

“No se puede decir que en un caso el juez debe ser más independiente que en otros, porque entonces se estaría admitiendo que sí puede limitárseles la independencia según las circunstancias”, dice Orellana.

Refiere que “los jueces deben ser independientes, pero también las autoridades que persiguen el delito, para que entiendan que no es presionándoles, coaccionándoles o chantajeándoles como se lograra una justicia imparcial”, señala.

Según el jurista, hay casos emblemáticos en donde se evidencia más la presión que se ejerce externamente, pero hay que reconocer que esta comienza por algunos medios de prensa que – de antemano – condenan al acusado sin que se haya llegado a una sentencia. Esto puede generar una aprehensión, ya que algunos serán mal vistos por la sociedad de lo contrario.

Por esto, considera que actualmente la prueba de fuego es para todo el Organismo Judicial y sistema de administración de justicia guatemalteco.

Lorena Escobar, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), indica que la independencia judicial es factor importante para garantizarle a la población que la administración de justicia se hace de una forma objetiva y no hay ninguna influencia de particulares sobre algún interés que puedan afectar el fallo del juez o del tribunal.

Escobar dice que los juzgadores no estarán exentos de presiones externas, pero deben tener la claridad y la valentía de tomar decisiones. En los casos de alto impacto, como los que ahora se ventilan en los juzgados, para tener un efecto multiplicador en la sociedad y en el Estado mismo, se tiene que ser cuidadoso en los fallos acatando las normas, y actuar con ética y moral.

Según la analista, la independencia judicial siempre es una prueba de fuego en estos y otros casos que lleva el sistema de justicia.

Independencia judicial: Bastión para el fortalecimiento de la justicia

Eder Juarez
08 de junio, 2015

El sistema judicial guatemalteco tiene ahora una prueba de fuego para mostrar su independencia judicial, esto luego de la desarticulación de una banda criminal dedicada a la defraudación aduanera denominada “La Línea”, y una estructura de corrupción y tráfico de influencias incrustada en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).

Estos dos procesos, y otros más de alto impacto que se ventilan en los tribunales de justicia, ponen a prueba la independencia de los jueces y magistrados que conocen dichos procesos. Sin embargo, analistas consideran que los juzgadores siempre tendrán presiones externas que deberán sortear.

La Enciclopedia Jurídica cita que la independencia judicial destaca la autonomía del ejercicio de la competencia y aprecia libremente la oportunidad de las decisiones que deben ser tomadas en casos concretos. Un elemento importante de la independencia es la absoluta libertad del Estado de delimitar la extensión de su competencia.

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Una obligación de Jueces y Magistrados

De acuerdo con el abogado constitucionalista Stuardo Ralón, la independencia judicial es la obligación que tienen todos los jueces y magistrados que forman parte del poder Judicial. “Es muy importante, porque el objetivo que se cumpla con esta obligación es que, quien esté conociendo de un proceso en su carácter de juez o magistrado, no debe ser influenciado indebidamente para favorecer o perjudicar a un procesado”.

El juez debe basarse en los elementos probatorios y no en las presiones. Pero hay aspectos que atentan contra la independencia judicial, sobre todo por el abuso de poder de otro organismo del Estado. Según Ralón, no haya una verdadera independencia de poderes y el hecho que un poder del Estado trate de influenciar en el Judicial atenta contra esa obligación de independencia.

Además, indica que otro aspecto que pelea con la independencia judicial son los hechos de corrupción, porque son terceras personas quienes influencian a un juzgador para beneficio personal, lo cual es condenable.

Otro aspecto serían las presiones durante el proceso de un caso. Estas podrían ser el uso de la violencia agresiva, las presiones de los medios de comunicación y el clamor popular; porque antes que el juez realice su fallo y se procura que se haga en determinado sentido, y esto atenta contra la independencia judicial, dice el constitucionalista.

En relación a los dos casos de alto impacto que se ventilan en el sistema judicial guatemalteco, Ralón asegura que, sin duda, son casos que tienen un perfil importante porque no había ocurrido, por lo menos en unos 30 años que tiene de vida la Constitución, una persecución contra funcionarios y altos funcionarios del gobierno de turno.

“Los jueces deben resolver con base a las pruebas que hay. Como guatemaltecos quisiésemos que estos casos fueran llevados de una manera correcta porque son emblemáticos, son casos que marcan una línea de depuración del Estado. Y para que la corrupción vaya disminuyendo, Guatemala tiene que ir avanzando. Si alguien es culpable, que se aplique todo el peso de la ley, y si alguien es inocente, que se le declare como tal. Pero con base probatoria”, dice.

Además, refiere que en estos dos casos (La Línea e IGSS-PISA) se debe respetar la independencia judicial, porque son emblemáticos y marcaran una línea de depuración del sistema.

Independencia para cualquier caso

Por su parte, Gabriel Orellana, abogado constitucionalista, dice que para cualesquiera que sea el caso, desde el más trivial hasta el más complejo debe tener independencia, ya que es uno de los principios elementales del debido proceso reconocido – entre otros – en la Convención Americana de Derechos Humanos.

“No se puede decir que en un caso el juez debe ser más independiente que en otros, porque entonces se estaría admitiendo que sí puede limitárseles la independencia según las circunstancias”, dice Orellana.

Refiere que “los jueces deben ser independientes, pero también las autoridades que persiguen el delito, para que entiendan que no es presionándoles, coaccionándoles o chantajeándoles como se lograra una justicia imparcial”, señala.

Según el jurista, hay casos emblemáticos en donde se evidencia más la presión que se ejerce externamente, pero hay que reconocer que esta comienza por algunos medios de prensa que – de antemano – condenan al acusado sin que se haya llegado a una sentencia. Esto puede generar una aprehensión, ya que algunos serán mal vistos por la sociedad de lo contrario.

Por esto, considera que actualmente la prueba de fuego es para todo el Organismo Judicial y sistema de administración de justicia guatemalteco.

Lorena Escobar, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), indica que la independencia judicial es factor importante para garantizarle a la población que la administración de justicia se hace de una forma objetiva y no hay ninguna influencia de particulares sobre algún interés que puedan afectar el fallo del juez o del tribunal.

Escobar dice que los juzgadores no estarán exentos de presiones externas, pero deben tener la claridad y la valentía de tomar decisiones. En los casos de alto impacto, como los que ahora se ventilan en los juzgados, para tener un efecto multiplicador en la sociedad y en el Estado mismo, se tiene que ser cuidadoso en los fallos acatando las normas, y actuar con ética y moral.

Según la analista, la independencia judicial siempre es una prueba de fuego en estos y otros casos que lleva el sistema de justicia.

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