En una decisión que ha generado preocupación en América Latina, el Senado de Estados Unidos aprobó el 1 de junio un nuevo impuesto del 1% sobre las remesas enviadas desde su territorio al extranjero.
Qué destacar. La medida, incluida en el megaproyecto fiscal impulsado por el presidente Donald Trump —conocido como The One Big Beautiful Bill Act—, fue aprobada por un estrecho margen de 51 votos contra 50, con el voto decisivo emitido por el vicepresidente JD Vance.
- Aunque el impuesto es más bajo que versiones anteriores del proyecto —que proponían tasas del 5% y luego del 3.5%—, su aprobación ha encendido las alarmas en países como Guatemala, donde las remesas representan un pilar fundamental de la economía.
- Según datos del Banco de Guatemala, en 2024 el país recibió USD 21,510M en remesas, equivalentes al 19% del Producto Interno Bruto (PIB). Solo en los primeros cinco meses de 2025, el monto ya alcanzó los USD 9,908M.
- El nuevo impuesto se aplicará exclusivamente a transferencias realizadas en efectivo, mediante giros postales o cheques de caja, quedando exentas aquellas efectuadas desde cuentas bancarias estadounidenses o con tarjetas de crédito o débito emitidas en EE. UU. La entrada en vigor está prevista para el 31 de diciembre de 2025.
Lo que sigue. El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que medidas de este tipo podrían tener consecuencias severas para las economías que dependen de las remesas.
- En un informe reciente, el organismo señaló que un impuesto del 3.5% podría provocar una caída de hasta el 15% del PIB en países como Guatemala en los próximos años.
- Aunque la tasa finalmente aprobada es menor, el FMI advierte que incluso un 1% podría desalentar el envío de dinero por canales formales, fomentar el uso de métodos informales y reducir el flujo total de remesas.
- Para Guatemala, una reducción significativa en las remesas tendría efectos directos sobre el consumo interno, la inversión en vivienda, educación y salud, y podría aumentar la pobreza en comunidades rurales que dependen de estos ingresos para subsistir.
Sí, pero. Organizaciones de migrantes han expresado su rechazo a la medida, calificándola como una penalización injusta a quienes ya contribuyen a la economía estadounidense y sostienen a sus familias en el extranjero.
- “Este impuesto no solo es simbólicamente hostil, sino que también representa una carga económica para millones de trabajadores que envían dinero con esfuerzo cada mes”, señaló Ana López, vocera de la Red de Guatemaltecos en el Exterior.
- Expertos en inclusión financiera también advierten que la medida podría incentivar el uso de canales informales de envío menos seguros.
- Además, más costosos, lo que iría en contra de los esfuerzos internacionales por formalizar y transparentar los flujos financieros globales.
En conclusión. El megaproyecto fiscal aprobado por el Senado no solo incluye el impuesto a las remesas. También contempla una histórica inversión de más de 160,000 millones de dólares en seguridad fronteriza, incluyendo 46,000 millones para la continuación del muro con México, y mayores fondos para deportaciones.
- Estas disposiciones han sido interpretadas como parte de una estrategia más amplia del presidente Trump para reforzar su agenda migratoria de cara a las elecciones de 2026.
- El proyecto ahora regresa a la Cámara de Representantes, donde se espera una revisión acelerada para cumplir con el plazo del 4 de julio, Día de la Independencia de EE. UU., fecha impuesta por Trump para su firma final.
- Mientras tanto, en Guatemala y otros países receptores de remesas, crece la incertidumbre sobre el futuro económico de millones de familias que dependen de estos flujos para sobrevivir.
En una decisión que ha generado preocupación en América Latina, el Senado de Estados Unidos aprobó el 1 de junio un nuevo impuesto del 1% sobre las remesas enviadas desde su territorio al extranjero.
Qué destacar. La medida, incluida en el megaproyecto fiscal impulsado por el presidente Donald Trump —conocido como The One Big Beautiful Bill Act—, fue aprobada por un estrecho margen de 51 votos contra 50, con el voto decisivo emitido por el vicepresidente JD Vance.
- Aunque el impuesto es más bajo que versiones anteriores del proyecto —que proponían tasas del 5% y luego del 3.5%—, su aprobación ha encendido las alarmas en países como Guatemala, donde las remesas representan un pilar fundamental de la economía.
- Según datos del Banco de Guatemala, en 2024 el país recibió USD 21,510M en remesas, equivalentes al 19% del Producto Interno Bruto (PIB). Solo en los primeros cinco meses de 2025, el monto ya alcanzó los USD 9,908M.
- El nuevo impuesto se aplicará exclusivamente a transferencias realizadas en efectivo, mediante giros postales o cheques de caja, quedando exentas aquellas efectuadas desde cuentas bancarias estadounidenses o con tarjetas de crédito o débito emitidas en EE. UU. La entrada en vigor está prevista para el 31 de diciembre de 2025.
Lo que sigue. El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que medidas de este tipo podrían tener consecuencias severas para las economías que dependen de las remesas.
- En un informe reciente, el organismo señaló que un impuesto del 3.5% podría provocar una caída de hasta el 15% del PIB en países como Guatemala en los próximos años.
- Aunque la tasa finalmente aprobada es menor, el FMI advierte que incluso un 1% podría desalentar el envío de dinero por canales formales, fomentar el uso de métodos informales y reducir el flujo total de remesas.
- Para Guatemala, una reducción significativa en las remesas tendría efectos directos sobre el consumo interno, la inversión en vivienda, educación y salud, y podría aumentar la pobreza en comunidades rurales que dependen de estos ingresos para subsistir.
Sí, pero. Organizaciones de migrantes han expresado su rechazo a la medida, calificándola como una penalización injusta a quienes ya contribuyen a la economía estadounidense y sostienen a sus familias en el extranjero.
- “Este impuesto no solo es simbólicamente hostil, sino que también representa una carga económica para millones de trabajadores que envían dinero con esfuerzo cada mes”, señaló Ana López, vocera de la Red de Guatemaltecos en el Exterior.
- Expertos en inclusión financiera también advierten que la medida podría incentivar el uso de canales informales de envío menos seguros.
- Además, más costosos, lo que iría en contra de los esfuerzos internacionales por formalizar y transparentar los flujos financieros globales.
En conclusión. El megaproyecto fiscal aprobado por el Senado no solo incluye el impuesto a las remesas. También contempla una histórica inversión de más de 160,000 millones de dólares en seguridad fronteriza, incluyendo 46,000 millones para la continuación del muro con México, y mayores fondos para deportaciones.
- Estas disposiciones han sido interpretadas como parte de una estrategia más amplia del presidente Trump para reforzar su agenda migratoria de cara a las elecciones de 2026.
- El proyecto ahora regresa a la Cámara de Representantes, donde se espera una revisión acelerada para cumplir con el plazo del 4 de julio, Día de la Independencia de EE. UU., fecha impuesta por Trump para su firma final.
- Mientras tanto, en Guatemala y otros países receptores de remesas, crece la incertidumbre sobre el futuro económico de millones de familias que dependen de estos flujos para sobrevivir.