En las últimas semanas, la Comisión de Finanzas del Congreso de la República ha sido la sede para que las diferentes autoridades justifiquen el incremento presupuestario solicitado para el 2025.
- Aunque los diputados tienen hasta el 30 de noviembre para aprobar o improbar el proyecto de presupuesto, algunos expertos han planteado dudas sobre el tamaño, las prioridades y la forma de la iniciativa presentada por el Organismo Ejecutivo.
- En este sentido, una de las principales preocupaciones es el techo presupuestario, dado que pone en riesgo la característica disciplina fiscal y la sostenibilidad del gasto del país.
- Consecuentemente, más que prioridades en el gasto público, el aumento injustificado del techo presupuestario sugiere que el gobierno tiene una visión cortoplacista y rentista, según economistas.
Los datos. Para el ejercicio fiscal 2025, el titular del Ministerio de Finanzas Públicas (MINFIN), Jonathan Menkos, presentó un proyecto de presupuesto que asciende a GTQ 149 000M.
- De acuerdo con las estimaciones de expertos, esta propuesta supone el incremento más grande en los últimos 15 años —en términos absolutos— lo cual se refleja en un incremento del 13.49 %, en términos relativos.
- Con respecto al ejercicio fiscal 2024, incluyendo la ampliación aprobada en agosto, el presupuesto 2025 implica un aumento de más de GTQ 17 000M.
- Más del 80 % del presupuesto ya está comprometido para gastos de funcionamiento y burocracia; únicamente el 18 % de estos ingresos podrá ser distribuido para la ejecución de políticas públicas.
Visto y no visto. El ministro de Finanzas justificó el incremento a las proyecciones positivas que se tienen sobre la recaudación, dado que “se espera llegar a GTQ 109 000M”. No obstante, con relación al Producto Interno Bruto (PIB), estos ingresos tributarios se mantienen estables, mientras que los gastos que se plantean aumentan, lo cual se traduce en un déficit fiscal muy grande.
- Los expertos señalan que, conforme al cálculo de sostenibilidad fiscal, Guatemala únicamente tiene capacidad para sobrellevar un déficit fiscal del 2 % del PIB, una regla que, con excepción del 2020 —año de la pandemia—, se ha respetado.
- De aprobarse el proyecto, este déficit alcanzaría un 3.1 %, un umbral que evidencia la falta de disciplina en la planificación del gasto público.
- Adicionalmente, aunque Guatemala se encuentra entre los parámetros normales sobre el porcentaje de deuda con relación al PIB, debido a la actual carga tributaria, si el déficit no se reduce, el país corre el riesgo de caer en una situación de alarma por la posibilidad de impago de la deuda.
Por qué importa. Durante los últimos cuarenta años, el manejo macroeconómico en Guatemala ha sido estable.
- Como consecuencia, los mercados internacionales y las calificadoras de riesgo han premiado al país con calificaciones favorables para la inversión. Esto le ha permitido a Guatemala, financiar su aparato económico de manera consistente.
- No obstante, los datos anteriores plantean la posibilidad de que, por la falta de disciplina fiscal y la propensión del sector público a seguir gastando, los indicadores macro-fiscales se deterioren.
- Así pues, de no enmendarse —reducirse— el techo presupuestario, la estabilidad macroeconómica y la imagen del país en los mercados internacionales se vería comprometida.
El balance. El techo presupuestario es preocupante y la falta de sostenibilidad en el incremento supone un verdadero riesgo a nivel macroeconómico.
- Esta situación únicamente confirma una tendencia que venía dándose en años anteriores en el que el estamento político había perdido el miedo al gasto público.
- Además, de aprobarse el proyecto sin tomar en cuenta estas alertas, se estaría sentado un precedente para que, en un futuro, la irresponsable planificación presupuestaria, continúe.
En las últimas semanas, la Comisión de Finanzas del Congreso de la República ha sido la sede para que las diferentes autoridades justifiquen el incremento presupuestario solicitado para el 2025.
- Aunque los diputados tienen hasta el 30 de noviembre para aprobar o improbar el proyecto de presupuesto, algunos expertos han planteado dudas sobre el tamaño, las prioridades y la forma de la iniciativa presentada por el Organismo Ejecutivo.
- En este sentido, una de las principales preocupaciones es el techo presupuestario, dado que pone en riesgo la característica disciplina fiscal y la sostenibilidad del gasto del país.
- Consecuentemente, más que prioridades en el gasto público, el aumento injustificado del techo presupuestario sugiere que el gobierno tiene una visión cortoplacista y rentista, según economistas.
Los datos. Para el ejercicio fiscal 2025, el titular del Ministerio de Finanzas Públicas (MINFIN), Jonathan Menkos, presentó un proyecto de presupuesto que asciende a GTQ 149 000M.
- De acuerdo con las estimaciones de expertos, esta propuesta supone el incremento más grande en los últimos 15 años —en términos absolutos— lo cual se refleja en un incremento del 13.49 %, en términos relativos.
- Con respecto al ejercicio fiscal 2024, incluyendo la ampliación aprobada en agosto, el presupuesto 2025 implica un aumento de más de GTQ 17 000M.
- Más del 80 % del presupuesto ya está comprometido para gastos de funcionamiento y burocracia; únicamente el 18 % de estos ingresos podrá ser distribuido para la ejecución de políticas públicas.
Visto y no visto. El ministro de Finanzas justificó el incremento a las proyecciones positivas que se tienen sobre la recaudación, dado que “se espera llegar a GTQ 109 000M”. No obstante, con relación al Producto Interno Bruto (PIB), estos ingresos tributarios se mantienen estables, mientras que los gastos que se plantean aumentan, lo cual se traduce en un déficit fiscal muy grande.
- Los expertos señalan que, conforme al cálculo de sostenibilidad fiscal, Guatemala únicamente tiene capacidad para sobrellevar un déficit fiscal del 2 % del PIB, una regla que, con excepción del 2020 —año de la pandemia—, se ha respetado.
- De aprobarse el proyecto, este déficit alcanzaría un 3.1 %, un umbral que evidencia la falta de disciplina en la planificación del gasto público.
- Adicionalmente, aunque Guatemala se encuentra entre los parámetros normales sobre el porcentaje de deuda con relación al PIB, debido a la actual carga tributaria, si el déficit no se reduce, el país corre el riesgo de caer en una situación de alarma por la posibilidad de impago de la deuda.
Por qué importa. Durante los últimos cuarenta años, el manejo macroeconómico en Guatemala ha sido estable.
- Como consecuencia, los mercados internacionales y las calificadoras de riesgo han premiado al país con calificaciones favorables para la inversión. Esto le ha permitido a Guatemala, financiar su aparato económico de manera consistente.
- No obstante, los datos anteriores plantean la posibilidad de que, por la falta de disciplina fiscal y la propensión del sector público a seguir gastando, los indicadores macro-fiscales se deterioren.
- Así pues, de no enmendarse —reducirse— el techo presupuestario, la estabilidad macroeconómica y la imagen del país en los mercados internacionales se vería comprometida.
El balance. El techo presupuestario es preocupante y la falta de sostenibilidad en el incremento supone un verdadero riesgo a nivel macroeconómico.
- Esta situación únicamente confirma una tendencia que venía dándose en años anteriores en el que el estamento político había perdido el miedo al gasto público.
- Además, de aprobarse el proyecto sin tomar en cuenta estas alertas, se estaría sentado un precedente para que, en un futuro, la irresponsable planificación presupuestaria, continúe.