El oficialismo celebró con bombos y platillos la elección de la planilla encabezada por Luis Contreras, quien dirigirá el Congreso durante el 2026, un año clave en el calendario político por las elecciones que se avecinan. Sin embargo, más allá de los aplausos, varios de los integrantes de la nueva directiva arrastran cuestionamientos que invitan a observar con lupa su desempeño. En ese contexto, el verdadero reto podría no haber estado solo en ganar la votación, sino en demostrar que la confianza depositada en ellos fue, en efecto, bien colocada.
Por qué importa. Contreras cuenta con la simpatía de la mayoría de los diputados, algo que quedó en evidencia con las intervenciones de varios de sus colegas que no dudaron en expresarle su confianza. En la misma directiva electa figura Julio López, hijo del exdiputado Julio López Villatoro y sobrino de Roberto López Villatoro, conocido como “El Rey del Tenis”.
- Orlando Blanco ocupó la Secretaría de la Paz en tiempos de Álvaro Colom y militó en la UNE. Ahora representa a la bancada VOS.
- Kevyn Escobar, repite. El congresista es más afín al grupo de Cabal que lidera Luis Aguirre.
- Nery Ramos se mantiene en la directiva, pero esta vez como primer vicepresidente.
Visto y no visto. Contreras es diputado desde 2004. Ha militado en la Gran Alianza Nacional (GANA), el Partido Patriota y más recientemente CREO. Su larga trayectoria no ha estado exenta de señalamientos: en 2019 fue vinculado al caso Asalto al Ministerio de Salud, por, supuestamente, solicitar plazas para siete personas.
- La Corte Suprema de Justicia (CSJ) no le retiró la inmunidad y el congresista continuó con su curul. También se constató que su hija, Karla Yanina, ocupa una plaza 011 asignada directamente a él, según consta en la planilla publicada en el sitio web del Congreso.
- Adicionalmente, ha expresado públicamente su respaldo a la gestión de la fiscal general, Consuelo Porras. Muestra de ello fue su intervención durante una citación presupuestaria, cuando afirmó: “Reconozco su trabajo, sé que es una institución fuerte y que se dedica a la averiguación de la verdad”. Un comentario que contrasta con la postura crítica que suele mantener el oficialismo hacia el Ministerio Público.
- A pesar de los festejos, la elección de Contreras deja ver que la experiencia política y los cuestionamientos pueden convivir en la misma figura, lo que plantea dudas sobre si el liderazgo en el Congreso responderá más a los equilibrios de poder que a la renovación institucional que muchos esperaban.
En conclusión. La elección de la nueva directiva del Congreso marca el inicio de un periodo que pondrá a prueba la madurez política de los bloques y su capacidad para construir consensos en un año que estará inevitablemente marcado por los cambios en varias entidades. Aunque el oficialismo celebró la victoria como una señal de estabilidad, el trasfondo político y los antecedentes de algunos integrantes dejan claro que el reto apenas comienza.
- Pese a los esfuerzos por proyectar victoria, persisten dudas sobre la integridad de ciertos perfiles, lo que podría minar la credibilidad de la directiva ante la opinión pública si no se traduce en resultados concretos.
El oficialismo celebró con bombos y platillos la elección de la planilla encabezada por Luis Contreras, quien dirigirá el Congreso durante el 2026, un año clave en el calendario político por las elecciones que se avecinan. Sin embargo, más allá de los aplausos, varios de los integrantes de la nueva directiva arrastran cuestionamientos que invitan a observar con lupa su desempeño. En ese contexto, el verdadero reto podría no haber estado solo en ganar la votación, sino en demostrar que la confianza depositada en ellos fue, en efecto, bien colocada.
Por qué importa. Contreras cuenta con la simpatía de la mayoría de los diputados, algo que quedó en evidencia con las intervenciones de varios de sus colegas que no dudaron en expresarle su confianza. En la misma directiva electa figura Julio López, hijo del exdiputado Julio López Villatoro y sobrino de Roberto López Villatoro, conocido como “El Rey del Tenis”.
- Orlando Blanco ocupó la Secretaría de la Paz en tiempos de Álvaro Colom y militó en la UNE. Ahora representa a la bancada VOS.
- Kevyn Escobar, repite. El congresista es más afín al grupo de Cabal que lidera Luis Aguirre.
- Nery Ramos se mantiene en la directiva, pero esta vez como primer vicepresidente.
Visto y no visto. Contreras es diputado desde 2004. Ha militado en la Gran Alianza Nacional (GANA), el Partido Patriota y más recientemente CREO. Su larga trayectoria no ha estado exenta de señalamientos: en 2019 fue vinculado al caso Asalto al Ministerio de Salud, por, supuestamente, solicitar plazas para siete personas.
- La Corte Suprema de Justicia (CSJ) no le retiró la inmunidad y el congresista continuó con su curul. También se constató que su hija, Karla Yanina, ocupa una plaza 011 asignada directamente a él, según consta en la planilla publicada en el sitio web del Congreso.
- Adicionalmente, ha expresado públicamente su respaldo a la gestión de la fiscal general, Consuelo Porras. Muestra de ello fue su intervención durante una citación presupuestaria, cuando afirmó: “Reconozco su trabajo, sé que es una institución fuerte y que se dedica a la averiguación de la verdad”. Un comentario que contrasta con la postura crítica que suele mantener el oficialismo hacia el Ministerio Público.
- A pesar de los festejos, la elección de Contreras deja ver que la experiencia política y los cuestionamientos pueden convivir en la misma figura, lo que plantea dudas sobre si el liderazgo en el Congreso responderá más a los equilibrios de poder que a la renovación institucional que muchos esperaban.
En conclusión. La elección de la nueva directiva del Congreso marca el inicio de un periodo que pondrá a prueba la madurez política de los bloques y su capacidad para construir consensos en un año que estará inevitablemente marcado por los cambios en varias entidades. Aunque el oficialismo celebró la victoria como una señal de estabilidad, el trasfondo político y los antecedentes de algunos integrantes dejan claro que el reto apenas comienza.
- Pese a los esfuerzos por proyectar victoria, persisten dudas sobre la integridad de ciertos perfiles, lo que podría minar la credibilidad de la directiva ante la opinión pública si no se traduce en resultados concretos.
EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: