Tras el triunfo en las elecciones del pasado 5 de mayo, Mulino ha dejado claro que frenar la migración desde Sudamérica será una de las prioridades de su gobierno. Sus intenciones quedan claras desde el primer discurso como presidente electo, donde afirmó que “Nuestro Darién no es una ruta de tránsito, es nuestra frontera”.
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Mulino fue el candidato vicepresidencial de Ricardo Martinelli, quien no pudo participar en los comicios debido a que fue sentenciado a 10 años y medio por lavado de activos.
Qué destacar. El delfín de Martinelli piensa cerrar el acceso a Panamá a través del Darién y, al mismo tiempo, iniciar un proceso de repatriación para los cientos de miles de migrantes que intentan migrar a través de la peligrosa selva. Las afirmaciones fueron un aviso para quienes tienen pensado migrar a Panamá, advirtiendo que los que crucen, serán deportados. Hace años, el Darién era considerado un tapón geográfico casi impenetrable, sin embargo, el año pasado hasta 500 mil migrantes llegaron a Panamá a través de la selva, la mayoría en ruta hacia EE. UU.
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Mulino promete “cerrar” el Darién, cuya frontera se extiende 266 kilómetros. La tarea es complicada, más allá de su extensión, debido a las bandas de traficantes que trabajan en ambos lados de la frontera para facilitar el ingreso al país.
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Atravesar el Darién implica exponerse a asaltos, secuestros, enfermedades, ataques de animales y a los accidentes geográficos. Los riesgos han creado rutas alternas por medio de vuelos chárter que aterrizan en Nicaragua.
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El “cierre” del Darién requiere de un esfuerzo similar por parte de Costa Rica para desalentar significativamente a los migrantes, pero la incapacidad de controlar el interés de Ortega en el negocio de la migración puede subvertir los esfuerzos de Mulino.
Es la economía. La migración es una ficha de negociación para un presidente cuyo mayor problema es la economía –contraída– de su país. Las proyecciones del FMI prevén una reducción de casi el 5% en el PIB para 2024. La presión fiscal y el cierre de la mina más importante del país causó que Fitch rebajara la calificación de la deuda de Panamá a grado especulativo. Mulino espera mantener la nota de grado de inversión que sigue manteniendo con Moody's y Standard & Poor's.
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Para ello, ha anunciado la construcción de un nuevo tren en Panamá —similar al concepto del Tren Maya en México— y la creación de una secretaría nacional de ferrocarril para ello.
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También ha prometido resolver el problema del Canal de Panamá, hacerle resistente a las sequías, construyendo más embalses y dotando al lago Gatún de “la cantidad de agua necesaria para que no se detenga el tránsito de buques”.
El balance. Mulino enfrenta severos desafíos para su presidencia. La lucha contra la migración es una medida importante para tener el visto bueno de un aliado histórico de Panamá. El presidente electo le ofrece al gobierno estadounidense un freno migratorio y un panorama de inversión seguro, contrario a la realidad del gobierno saliente. Mulino, sin embargo, no apuesta todo su dinero al mismo caballo y ya ha anunciado la negociación de un TLC con MERCOSUR.
Tras el triunfo en las elecciones del pasado 5 de mayo, Mulino ha dejado claro que frenar la migración desde Sudamérica será una de las prioridades de su gobierno. Sus intenciones quedan claras desde el primer discurso como presidente electo, donde afirmó que “Nuestro Darién no es una ruta de tránsito, es nuestra frontera”.
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Mulino fue el candidato vicepresidencial de Ricardo Martinelli, quien no pudo participar en los comicios debido a que fue sentenciado a 10 años y medio por lavado de activos.
Qué destacar. El delfín de Martinelli piensa cerrar el acceso a Panamá a través del Darién y, al mismo tiempo, iniciar un proceso de repatriación para los cientos de miles de migrantes que intentan migrar a través de la peligrosa selva. Las afirmaciones fueron un aviso para quienes tienen pensado migrar a Panamá, advirtiendo que los que crucen, serán deportados. Hace años, el Darién era considerado un tapón geográfico casi impenetrable, sin embargo, el año pasado hasta 500 mil migrantes llegaron a Panamá a través de la selva, la mayoría en ruta hacia EE. UU.
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Mulino promete “cerrar” el Darién, cuya frontera se extiende 266 kilómetros. La tarea es complicada, más allá de su extensión, debido a las bandas de traficantes que trabajan en ambos lados de la frontera para facilitar el ingreso al país.
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Atravesar el Darién implica exponerse a asaltos, secuestros, enfermedades, ataques de animales y a los accidentes geográficos. Los riesgos han creado rutas alternas por medio de vuelos chárter que aterrizan en Nicaragua.
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El “cierre” del Darién requiere de un esfuerzo similar por parte de Costa Rica para desalentar significativamente a los migrantes, pero la incapacidad de controlar el interés de Ortega en el negocio de la migración puede subvertir los esfuerzos de Mulino.
Es la economía. La migración es una ficha de negociación para un presidente cuyo mayor problema es la economía –contraída– de su país. Las proyecciones del FMI prevén una reducción de casi el 5% en el PIB para 2024. La presión fiscal y el cierre de la mina más importante del país causó que Fitch rebajara la calificación de la deuda de Panamá a grado especulativo. Mulino espera mantener la nota de grado de inversión que sigue manteniendo con Moody's y Standard & Poor's.
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Para ello, ha anunciado la construcción de un nuevo tren en Panamá —similar al concepto del Tren Maya en México— y la creación de una secretaría nacional de ferrocarril para ello.
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También ha prometido resolver el problema del Canal de Panamá, hacerle resistente a las sequías, construyendo más embalses y dotando al lago Gatún de “la cantidad de agua necesaria para que no se detenga el tránsito de buques”.
El balance. Mulino enfrenta severos desafíos para su presidencia. La lucha contra la migración es una medida importante para tener el visto bueno de un aliado histórico de Panamá. El presidente electo le ofrece al gobierno estadounidense un freno migratorio y un panorama de inversión seguro, contrario a la realidad del gobierno saliente. Mulino, sin embargo, no apuesta todo su dinero al mismo caballo y ya ha anunciado la negociación de un TLC con MERCOSUR.