“Lo que pasó en Bolivia fue un show”. Entrevista con Juan Pablo Chamón, director ejecutivo de LIBERA Bolivia
El pasado miércoles, Bolivia acaparó la atención del mundo con un intento fallido de “golpe de Estado”.
Tras ser reprimido con sospechosa facilidad por el presidente Luis Arce, República conversó —el día de los hechos— con Juan Pablo Chamón, director ejecutivo del tanque de pensamiento LIBERA Bolivia.
¿Cómo explicas lo que sucedió el miércoles en Bolivia?
Hubo un intento de golpe de Estado, muy probablemente perpetrado por el mismo gobierno. Nosotros hemos denominado esto como un circo. Lo que pasó fue un show, utilizando a las Fuerzas Armadas para darle más legitimidad al gobierno y que pueda permanecer en el poder, mejorando su imagen en una grave crisis económica. No hay dólares en la economía boliviana, no hay combustibles, hay muchos alimentos que están faltando, las farmacéuticas no pueden importar varios medicamentos por la falta de divisas y demás.
Eso le ha dado días muy difíciles al gobierno. Ha sido un intento de golpe o de autogolpe muy rápido, que pareciera tener un guión, incluso por la secuencia de horas en las que ha sucedido, que inicia con un hecho bastante extraño.
¿Cuál es ese hecho extraño?
Hace unos días, el comandante general del ejército —Juan José Zúñiga— salió en un programa de televisión, afirmando (sobre Evo Morales) que “ese señor no puede volver a ser más presidente de este país”. Antes de esto, nadie estaba hablando en la agenda pública sobre si Evo Morales debe ser candidato o no ni sobre qué va a pasar en las siguientes elecciones. Es por demás extraño que un general en activo de una entrevista en un medio de comunicación y, sobre todo, que se refiera a un tema de política. Eso incluso va en contra de la propia Constitución.
Lo lógico que debió suceder inmediatamente, pero que en principio tardó, fue que el presidente le destituyera. Supuestamente, eso es lo que detona el golpe de Estado, con Zúñiga asumiendo, increíblemente, un discurso a favor de los presos políticos, en contra de que el poder lo sostengan unos cuantos y diciendo que el país tiene que volver a un encauce normal. Estas son cosas que normalmente la oposición democrática sostiene frente al gobierno de Luis Arce y que ha sostenido durante mucho tiempo en contra del gobierno de Morales. Es por lo bajo sospechoso.
Entonces ¿qué pasó realmente?
Una hipótesis puede ser que esto se haya hecho para perjudicar a Evo Morales y facultar a Arce de restringir más libertades, excusándose en lo grave de las amenazas a la seguridad nacional y a la supuesta estabilidad democrática. Por otro lado, otra situación que beneficia al gobierno es que varias personas jóvenes, o que en principio tienen posturas muy firmes contra los regímenes autoritarios de Venezuela, Cuba, Nicaragua, han expresado su solidaridad con la democracia boliviana.
Mi gran pregunta es ¿cuál democracia? Si tenemos un país donde el gobierno maneja la justicia, hay más de 200 presos políticos, alrededor de mil exiliados y, además de eso, tiene desde hace casi un año paralizada la Asamblea Legislativa a través de sentencias que salen del Tribunal Constitucional que ellos manejan.
Otro dato no menor ha sido la presencia, la semana pasada, de más de 80 militares venezolanos que han estado dando formación a miembros de las Fuerzas Armadas de Bolivia, de las cuales el general Zúñiga era el comandante. Esto, obviamente, lo han realizado pasándose por encima de todos los mecanismos constitucionales contemplados, porque la Asamblea Legislativa debería haber aprobado esta misión.
Ellos están diciendo que hubo un golpe y que son los defensores de la democracia. Al final, la verdadera pregunta es, primero, ¿cuál golpe? Y la segunda pregunta es, ¿cuál democracia? Se ha solucionado todo tan rápido y fácil, que la sospecha por lo bajo es lo mínimo que deberíamos tener, tomando en cuenta los antecedentes de este gobierno.
¿Qué le espera ahora a Bolivia?
Seguramente, a Bolivia le espera un proceso de mayor restricción de las libertades para las personas de a pie, para la sociedad civil. Me imagino que se va a venir una nueva ola represiva, con nuevas detenciones, con nuevas acusaciones a gente que a ellos o que al poder les incomoda.
¿Y Evo?
Lo que le queda es seguir en esta lucha de poder con Luis Arce. Sin embargo, línea discursiva que han tomado ambos ha sido, por primera vez en mucho tiempo, similar.
La denuncia (de un supuesto golpe) ha venido prácticamente al mismo tiempo; los organismos con los que ambos trabajan —como el Grupo de Puebla— han establecido la misma línea comunicacional. A mí me termina dando a entender que esto probablemente dará paso, ya sea a cierto tipo de reconciliación pública o hacia un sometimiento aun mayor de las instituciones del estado, con tal de profundizar este enfrentamiento entre Evo Morales y Luis Arce.
De ninguna manera Evo Morales ni Luis Arce quedan derrotados...
Si Zúñiga colaboró con el presidente para el “golpe”, ¿qué pasará con él?
Han creado una figura que representa la derecha que a ellos les conviene. Un militar reactivo y golpista que expresa todos eso que, según ellos, representa a la derecha boliviana; además, hay que decirlo, nuevamente la han encontrado (a la derecha) desorganizada, sin un mensaje claro y siguiendo la narrativa o reaccionando a la narrativa del gobierno.
Habrá que verlo, pero yo tengo todavía mis dudas sobre si la prisión va a ser efectiva e igual a la de cualquiera que hubiera cometido un delito. Lo han tomado preso muy rápido y fácil. Hay sectores que están diciendo que su vida queda en peligro. Yo pondría en duda, debido al nivel de complicidad que creo que tiene, si efectivamente él va a sufrir una prisión estricta, con todas las de la ley.
“Lo que pasó en Bolivia fue un show”. Entrevista con Juan Pablo Chamón, director ejecutivo de LIBERA Bolivia
El pasado miércoles, Bolivia acaparó la atención del mundo con un intento fallido de “golpe de Estado”.
Tras ser reprimido con sospechosa facilidad por el presidente Luis Arce, República conversó —el día de los hechos— con Juan Pablo Chamón, director ejecutivo del tanque de pensamiento LIBERA Bolivia.
¿Cómo explicas lo que sucedió el miércoles en Bolivia?
Hubo un intento de golpe de Estado, muy probablemente perpetrado por el mismo gobierno. Nosotros hemos denominado esto como un circo. Lo que pasó fue un show, utilizando a las Fuerzas Armadas para darle más legitimidad al gobierno y que pueda permanecer en el poder, mejorando su imagen en una grave crisis económica. No hay dólares en la economía boliviana, no hay combustibles, hay muchos alimentos que están faltando, las farmacéuticas no pueden importar varios medicamentos por la falta de divisas y demás.
Eso le ha dado días muy difíciles al gobierno. Ha sido un intento de golpe o de autogolpe muy rápido, que pareciera tener un guión, incluso por la secuencia de horas en las que ha sucedido, que inicia con un hecho bastante extraño.
¿Cuál es ese hecho extraño?
Hace unos días, el comandante general del ejército —Juan José Zúñiga— salió en un programa de televisión, afirmando (sobre Evo Morales) que “ese señor no puede volver a ser más presidente de este país”. Antes de esto, nadie estaba hablando en la agenda pública sobre si Evo Morales debe ser candidato o no ni sobre qué va a pasar en las siguientes elecciones. Es por demás extraño que un general en activo de una entrevista en un medio de comunicación y, sobre todo, que se refiera a un tema de política. Eso incluso va en contra de la propia Constitución.
Lo lógico que debió suceder inmediatamente, pero que en principio tardó, fue que el presidente le destituyera. Supuestamente, eso es lo que detona el golpe de Estado, con Zúñiga asumiendo, increíblemente, un discurso a favor de los presos políticos, en contra de que el poder lo sostengan unos cuantos y diciendo que el país tiene que volver a un encauce normal. Estas son cosas que normalmente la oposición democrática sostiene frente al gobierno de Luis Arce y que ha sostenido durante mucho tiempo en contra del gobierno de Morales. Es por lo bajo sospechoso.
Entonces ¿qué pasó realmente?
Una hipótesis puede ser que esto se haya hecho para perjudicar a Evo Morales y facultar a Arce de restringir más libertades, excusándose en lo grave de las amenazas a la seguridad nacional y a la supuesta estabilidad democrática. Por otro lado, otra situación que beneficia al gobierno es que varias personas jóvenes, o que en principio tienen posturas muy firmes contra los regímenes autoritarios de Venezuela, Cuba, Nicaragua, han expresado su solidaridad con la democracia boliviana.
Mi gran pregunta es ¿cuál democracia? Si tenemos un país donde el gobierno maneja la justicia, hay más de 200 presos políticos, alrededor de mil exiliados y, además de eso, tiene desde hace casi un año paralizada la Asamblea Legislativa a través de sentencias que salen del Tribunal Constitucional que ellos manejan.
Otro dato no menor ha sido la presencia, la semana pasada, de más de 80 militares venezolanos que han estado dando formación a miembros de las Fuerzas Armadas de Bolivia, de las cuales el general Zúñiga era el comandante. Esto, obviamente, lo han realizado pasándose por encima de todos los mecanismos constitucionales contemplados, porque la Asamblea Legislativa debería haber aprobado esta misión.
Ellos están diciendo que hubo un golpe y que son los defensores de la democracia. Al final, la verdadera pregunta es, primero, ¿cuál golpe? Y la segunda pregunta es, ¿cuál democracia? Se ha solucionado todo tan rápido y fácil, que la sospecha por lo bajo es lo mínimo que deberíamos tener, tomando en cuenta los antecedentes de este gobierno.
¿Qué le espera ahora a Bolivia?
Seguramente, a Bolivia le espera un proceso de mayor restricción de las libertades para las personas de a pie, para la sociedad civil. Me imagino que se va a venir una nueva ola represiva, con nuevas detenciones, con nuevas acusaciones a gente que a ellos o que al poder les incomoda.
¿Y Evo?
Lo que le queda es seguir en esta lucha de poder con Luis Arce. Sin embargo, línea discursiva que han tomado ambos ha sido, por primera vez en mucho tiempo, similar.
La denuncia (de un supuesto golpe) ha venido prácticamente al mismo tiempo; los organismos con los que ambos trabajan —como el Grupo de Puebla— han establecido la misma línea comunicacional. A mí me termina dando a entender que esto probablemente dará paso, ya sea a cierto tipo de reconciliación pública o hacia un sometimiento aun mayor de las instituciones del estado, con tal de profundizar este enfrentamiento entre Evo Morales y Luis Arce.
De ninguna manera Evo Morales ni Luis Arce quedan derrotados...
Si Zúñiga colaboró con el presidente para el “golpe”, ¿qué pasará con él?
Han creado una figura que representa la derecha que a ellos les conviene. Un militar reactivo y golpista que expresa todos eso que, según ellos, representa a la derecha boliviana; además, hay que decirlo, nuevamente la han encontrado (a la derecha) desorganizada, sin un mensaje claro y siguiendo la narrativa o reaccionando a la narrativa del gobierno.
Habrá que verlo, pero yo tengo todavía mis dudas sobre si la prisión va a ser efectiva e igual a la de cualquiera que hubiera cometido un delito. Lo han tomado preso muy rápido y fácil. Hay sectores que están diciendo que su vida queda en peligro. Yo pondría en duda, debido al nivel de complicidad que creo que tiene, si efectivamente él va a sufrir una prisión estricta, con todas las de la ley.