No hay duda de que la mayoría de los diputados evita “pelearse” con Joviel Acevedo, y no es precisamente por simpatía. Detrás del silencio de algunos y el apoyo abierto de otros se esconde un claro cálculo político: el sindicato que dirige aglutina a miles de afiliados con capacidad de movilización, presión y posible peso electoral en varios puntos del país.
Por qué importa. Los congresistas son representantes del pueblo de Guatemala, pero eso parece quedar en segundo plano cuándo los votos están en juego. Mientras cerca de 300 000 niños siguen sin recibir clases y sin certeza de cómo concluirán el año escolar, algunos diputados ignoran el problema y otros, con notoria conveniencia política, han criticado el desalojo frente al Palacio Nacional, donde los maestros protestaban por el aumento salarial otorgado fuera de las negociaciones del Pacto Colectivo.
- Boris España, diputado de Vamos y quien representa al distrito de Chiquimula, no tardó en grabar un video desde la Plaza de la Constitución para mostrar su apoyo a los docentes, que, según él, luchan por la educación.
- La última muestra de apoyo se registró la semana pasada, cuando el exalcalde de Villa Canales y ahora diputado Julio Marroquín, junto a Teresita de León, hija de Sandra Torres, citaron a las autoridades para criticar el desalojo. En la reunión estuvo Acevedo, quien prácticamente marcó la pauta de la citación.
- Otros diputados guardan silencio, un silencio que, para algunos, equivale a respaldo: evitan confrontar al dirigente que por casi 25 años ha sabido presionar a los gobiernos de turno con su supuesto poder de movilización.
Visto y no visto. Samuel Pérez y otros dos diputados oficialistas confrontaron a Acevedo en la citación organizada por diputados de la UNE, lo que les valió el respaldo de varios usuarios de redes sociales. Sin embargo, algunas posturas del Ministerio de Educación dejan interrogantes.
- La cartera, encabezada por Anabella Giracca, se opuso a la acción de inconstitucionalidad promovida por el Movimiento Cívico Nacional, con lo cual defendió la cláusula de confidencialidad que el sindicato pactó con el gobierno de Alejandro Giammattei.
- La oposición quedó registrada en el expediente 7676-2024, y plantea dudas que la ministra eventualmente tendrá que aclarar.
- Hasta ahora, María del Carmen Aceña continúa siendo la única ministra que intentó sacar del radar a Acevedo. No lo consiguió, no por falta de voluntad, sino porque su gestión concluyó antes de lograrlo. Con la llegada al poder de Álvaro Colom, y el rol político de su entonces esposa, Sandra Torres, Acevedo recuperó su fuerza y el margen de maniobra que aún conserva.
En conclusión. Acevedo ha sobrevivido a varios gobiernos gracias al apoyo de políticos, incluidos varios diputados, que prefieren no confrontarlo por temor a perder respaldo en las urnas, especialmente en regiones donde el sindicato tiene fuerte presencia y capacidad de movilización.
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En lugar de representar los intereses ciudadanos, los legisladores optan por guardar silencio o mostrar su apoyo a Acevedo. Para muchos políticos, es más rentable alinearse con quien aún puede bloquear calles y paralizar escuelas, aunque esto implique sacrificar la educación de miles de niños.
No hay duda de que la mayoría de los diputados evita “pelearse” con Joviel Acevedo, y no es precisamente por simpatía. Detrás del silencio de algunos y el apoyo abierto de otros se esconde un claro cálculo político: el sindicato que dirige aglutina a miles de afiliados con capacidad de movilización, presión y posible peso electoral en varios puntos del país.
Por qué importa. Los congresistas son representantes del pueblo de Guatemala, pero eso parece quedar en segundo plano cuándo los votos están en juego. Mientras cerca de 300 000 niños siguen sin recibir clases y sin certeza de cómo concluirán el año escolar, algunos diputados ignoran el problema y otros, con notoria conveniencia política, han criticado el desalojo frente al Palacio Nacional, donde los maestros protestaban por el aumento salarial otorgado fuera de las negociaciones del Pacto Colectivo.
- Boris España, diputado de Vamos y quien representa al distrito de Chiquimula, no tardó en grabar un video desde la Plaza de la Constitución para mostrar su apoyo a los docentes, que, según él, luchan por la educación.
- La última muestra de apoyo se registró la semana pasada, cuando el exalcalde de Villa Canales y ahora diputado Julio Marroquín, junto a Teresita de León, hija de Sandra Torres, citaron a las autoridades para criticar el desalojo. En la reunión estuvo Acevedo, quien prácticamente marcó la pauta de la citación.
- Otros diputados guardan silencio, un silencio que, para algunos, equivale a respaldo: evitan confrontar al dirigente que por casi 25 años ha sabido presionar a los gobiernos de turno con su supuesto poder de movilización.
Visto y no visto. Samuel Pérez y otros dos diputados oficialistas confrontaron a Acevedo en la citación organizada por diputados de la UNE, lo que les valió el respaldo de varios usuarios de redes sociales. Sin embargo, algunas posturas del Ministerio de Educación dejan interrogantes.
- La cartera, encabezada por Anabella Giracca, se opuso a la acción de inconstitucionalidad promovida por el Movimiento Cívico Nacional, con lo cual defendió la cláusula de confidencialidad que el sindicato pactó con el gobierno de Alejandro Giammattei.
- La oposición quedó registrada en el expediente 7676-2024, y plantea dudas que la ministra eventualmente tendrá que aclarar.
- Hasta ahora, María del Carmen Aceña continúa siendo la única ministra que intentó sacar del radar a Acevedo. No lo consiguió, no por falta de voluntad, sino porque su gestión concluyó antes de lograrlo. Con la llegada al poder de Álvaro Colom, y el rol político de su entonces esposa, Sandra Torres, Acevedo recuperó su fuerza y el margen de maniobra que aún conserva.
En conclusión. Acevedo ha sobrevivido a varios gobiernos gracias al apoyo de políticos, incluidos varios diputados, que prefieren no confrontarlo por temor a perder respaldo en las urnas, especialmente en regiones donde el sindicato tiene fuerte presencia y capacidad de movilización.
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En lugar de representar los intereses ciudadanos, los legisladores optan por guardar silencio o mostrar su apoyo a Acevedo. Para muchos políticos, es más rentable alinearse con quien aún puede bloquear calles y paralizar escuelas, aunque esto implique sacrificar la educación de miles de niños.