Desde la pandemia, el nearshoring ha sido causa célebre en toda Latinoamérica. Tanto los políticos como los empresarios salivan al imaginar vastas inversiones; ha vuelto el entusiasmo por la industrialización y las manufacturas, que se interpretan como vehículos hacia el desarrollo.
El norte. México ha sido el principal beneficiado, aprovechando la coyuntura para convertirse en el principal socio comercial de EE. UU., al que exportó USD 480 050M en 2023. Ni siquiera la actitud del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), –cuya inconsistencia ahuyenta a algunos– ha podido detener el flujo de inversiones.
- El norte del país, sobre todo Nuevo León, se encuentra abarrotado. Hay escasez de espacios industriales, y la Asociación Mexicana de Parques Industriales (AMPIP) habla de la necesidad de añadir unos 2.5M de metros cuadrados de terrenos industriales, principalmente almacenes y bodegas.
- México ya levanta sospechas en Washington, cuyo propósito con el nearshoring es desvincularse de las cadenas de suministro chinas. Y es que México se ha convertido en una suerte de intermediario entre China y EE. UU.
- En 2023, el país importó USD 114 190M de China; una parte sustancial de estas importaciones fueron bienes intermedios que se terminaron en México, para luego ser exportados a EE. UU. pagando pocos —o ningún— aranceles.
Entre líneas. Centroamérica no tiene por qué verse ignorada por esta tendencia. En efecto, Costa Rica goza de la consideración de Washington, que la incluyó en su Fondo ITSI debido a la presencia de Intel, gigante de los semiconductores. Las ventajas geográficas de la región son envidiables, como también lo es el acceso preferencial al mercado estadounidense por medio del DR-CAFTA.
- La infraestructura es un obstáculo, pero también lo es —evidentemente en menor medida— en México, donde el abastecimiento de agua y electricidad continúan siendo problemas.
- En 2020, AMLO se escudó en la escasez de agua para detener las obras en un proyecto cervecero estadounidense valorado en USD 1 400M. La propietaria, Constellation Brands, ya había invertido USD 900M.
- Guatemala no puede aspirar, al menos de momento, ni a ensamblar microchips, ni a fabricar automóviles, pero puede incorporarse a los peldaños inferiores de la cadena. Muestra de esto es la inversión de Yazaki, que fabrica partes livianas de vehículos desde la Zona Libre de Industria y Comercio Puerta del Istmo, ubicada en la frontera Guatemala-México.
Voces. Para Fredy Palma, director general de Puerta del Istmo y presidente de la Gremial de Zonas de Desarrollo de Guatemala, la propuesta de valor de Guatemala yace en sus zonas francas y zonas libres, que ofrecen “una posición geográfica estratégica, el acceso a los dos océanos, nuestro clima y la mano de obra joven que tenemos”.
- “Cada país tiene su propia estrategia para la atracción de inversión; Ghana, Honduras y Colombia, por ejemplo, sobrepasan el plazo de los 10 años [de exención de impuestos]”, afirmó Palma. “El único incentivo que tiene temporalidad en Guatemala es el ISR; los demás son indefinidos”, agregó.
- Para Palma, no se trata de un incentivo poco generoso de parte de Guatemala, sino de una norma que la Organización Mundial del Comercio viene pidiendo para Latinoamérica. Además, considera que “10 años es un periodo competitivo que permite a las empresas desarrollarse”.
- Pone como ejemplo la Zona Libre Santo Tomás de Castilla (ZOLIC), diciendo: “Hay 46 empresas trabajando; muchas tienen 45 años de estar operando en ZOLIC. El ISR [la exención] se les venció hace 35 años y siguen operando sin ningún inconveniente”.
El porvenir. Guatemala, por tanto, puede aspirar a cierta industrialización. No se trata de competir con México, que tiene en Monterrey una capital industrial de larga data, sino de intentar ser el “México de México”, hasta gradualmente ir escalando los peldaños de las cadenas de suministro.
- Para esto es imprescindible pensar y obrar en clave centroamericana. En sus materiales promocionales, las zonas libres guatemaltecas presumen de la Unión Aduanera con Honduras y El Salvador; brindar acceso a un mercado mayor siempre será atractivo.
- A menudo suele hablarse del pésimo estado de la infraestructura en Guatemala. Esto es un problema ineludible, pero, en cierta medida, políticamente irresoluble; de la misma forma que Guatemala no puede aspirar a ser Nuevo León, tendrá que conformarse con paulatinas mejoras.
Pero, como dice Palma, “las empresas ya no buscan mano de obra barata, sino mano de obra calificada”. Agrega que, para su gremio, este es el principal obstáculo al nearshoring en Guatemala; propone cierta cooperación entre el Estado, el sector privado y las universidades para zanjar la cuestión.
Desde la pandemia, el nearshoring ha sido causa célebre en toda Latinoamérica. Tanto los políticos como los empresarios salivan al imaginar vastas inversiones; ha vuelto el entusiasmo por la industrialización y las manufacturas, que se interpretan como vehículos hacia el desarrollo.
El norte. México ha sido el principal beneficiado, aprovechando la coyuntura para convertirse en el principal socio comercial de EE. UU., al que exportó USD 480 050M en 2023. Ni siquiera la actitud del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), –cuya inconsistencia ahuyenta a algunos– ha podido detener el flujo de inversiones.
- El norte del país, sobre todo Nuevo León, se encuentra abarrotado. Hay escasez de espacios industriales, y la Asociación Mexicana de Parques Industriales (AMPIP) habla de la necesidad de añadir unos 2.5M de metros cuadrados de terrenos industriales, principalmente almacenes y bodegas.
- México ya levanta sospechas en Washington, cuyo propósito con el nearshoring es desvincularse de las cadenas de suministro chinas. Y es que México se ha convertido en una suerte de intermediario entre China y EE. UU.
- En 2023, el país importó USD 114 190M de China; una parte sustancial de estas importaciones fueron bienes intermedios que se terminaron en México, para luego ser exportados a EE. UU. pagando pocos —o ningún— aranceles.
Entre líneas. Centroamérica no tiene por qué verse ignorada por esta tendencia. En efecto, Costa Rica goza de la consideración de Washington, que la incluyó en su Fondo ITSI debido a la presencia de Intel, gigante de los semiconductores. Las ventajas geográficas de la región son envidiables, como también lo es el acceso preferencial al mercado estadounidense por medio del DR-CAFTA.
- La infraestructura es un obstáculo, pero también lo es —evidentemente en menor medida— en México, donde el abastecimiento de agua y electricidad continúan siendo problemas.
- En 2020, AMLO se escudó en la escasez de agua para detener las obras en un proyecto cervecero estadounidense valorado en USD 1 400M. La propietaria, Constellation Brands, ya había invertido USD 900M.
- Guatemala no puede aspirar, al menos de momento, ni a ensamblar microchips, ni a fabricar automóviles, pero puede incorporarse a los peldaños inferiores de la cadena. Muestra de esto es la inversión de Yazaki, que fabrica partes livianas de vehículos desde la Zona Libre de Industria y Comercio Puerta del Istmo, ubicada en la frontera Guatemala-México.
Voces. Para Fredy Palma, director general de Puerta del Istmo y presidente de la Gremial de Zonas de Desarrollo de Guatemala, la propuesta de valor de Guatemala yace en sus zonas francas y zonas libres, que ofrecen “una posición geográfica estratégica, el acceso a los dos océanos, nuestro clima y la mano de obra joven que tenemos”.
- “Cada país tiene su propia estrategia para la atracción de inversión; Ghana, Honduras y Colombia, por ejemplo, sobrepasan el plazo de los 10 años [de exención de impuestos]”, afirmó Palma. “El único incentivo que tiene temporalidad en Guatemala es el ISR; los demás son indefinidos”, agregó.
- Para Palma, no se trata de un incentivo poco generoso de parte de Guatemala, sino de una norma que la Organización Mundial del Comercio viene pidiendo para Latinoamérica. Además, considera que “10 años es un periodo competitivo que permite a las empresas desarrollarse”.
- Pone como ejemplo la Zona Libre Santo Tomás de Castilla (ZOLIC), diciendo: “Hay 46 empresas trabajando; muchas tienen 45 años de estar operando en ZOLIC. El ISR [la exención] se les venció hace 35 años y siguen operando sin ningún inconveniente”.
El porvenir. Guatemala, por tanto, puede aspirar a cierta industrialización. No se trata de competir con México, que tiene en Monterrey una capital industrial de larga data, sino de intentar ser el “México de México”, hasta gradualmente ir escalando los peldaños de las cadenas de suministro.
- Para esto es imprescindible pensar y obrar en clave centroamericana. En sus materiales promocionales, las zonas libres guatemaltecas presumen de la Unión Aduanera con Honduras y El Salvador; brindar acceso a un mercado mayor siempre será atractivo.
- A menudo suele hablarse del pésimo estado de la infraestructura en Guatemala. Esto es un problema ineludible, pero, en cierta medida, políticamente irresoluble; de la misma forma que Guatemala no puede aspirar a ser Nuevo León, tendrá que conformarse con paulatinas mejoras.
Pero, como dice Palma, “las empresas ya no buscan mano de obra barata, sino mano de obra calificada”. Agrega que, para su gremio, este es el principal obstáculo al nearshoring en Guatemala; propone cierta cooperación entre el Estado, el sector privado y las universidades para zanjar la cuestión.