En el corazón de Ciudad de Guatemala, más de 1,500 jóvenes se reunieron para escuchar y debatir sobre vida, familia y libertad. El Festival de la Libertad se convirtió en una vitrina para voces que promueven un modelo de sociedad basado en derechos individuales y propiedad privada.
Por qué importa. El Festival de la Libertad no fue un evento más en la agenda cultural; buscó posicionar ideas que defienden pilares fundamentales para la convivencia y prosperidad. Con un público joven, apuntó a forjar liderazgos que resistan tendencias contrarias a la libertad.
- La convocatoria superó expectativas, con más de 1,500 asistentes de diversas regiones, interesados en formarse y actuar.
- El evento fue organizado en el Parque de la Industria, con conferencias y debates en un formato abierto y dinámico.
- Su mensaje central giró en torno a que vida, libertad y propiedad privada son esenciales para el desarrollo nacional.
En el radar. Entre los ponentes destacaron figuras nacionales e internacionales que aportaron perspectivas diversas, pero unidas por una defensa común: la libertad. Sus mensajes buscaron alertar sobre amenazas culturales y políticas que enfrentan las democracias latinoamericanas.
- Rodrigo Arenas, empresario y CEO de República, enfatizó que sin respeto a la propiedad privada “no hay desarrollo posible”.
- Agustín Laje analizó la diferencia entre globalización y globalismo, advirtiendo que este último erosiona la soberanía.
- Emmanuel Danann denunció el uso de causas sociales como el género para fines económicos y de división social.
Datos clave. El evento combinó formación académica con activismo cultural. Las intervenciones evidenciaron que las batallas ideológicas actuales no solo ocurren en el ámbito político, sino también en el lenguaje, la educación y la cultura.
- Daniela Briz, de la Asociación La Familia Importa, instó a abrir espacios de diálogo para fortalecer la familia tradicional.
- José Raúl González citó “1984” de Orwell para advertir sobre prácticas que limitan la libertad de expresión.
- Se debatió sobre el riesgo de que organismos internacionales impongan agendas ajenas a las realidades nacionales.
Lo que sigue. El cierre del Festival fue un llamado a la acción para que los jóvenes se conviertan en actores directos en la defensa de los valores republicanos. El mensaje: la libertad no se preserva con pasividad, sino con compromiso activo.
- Los organizadores anunciaron la intención de realizar más eventos y crear redes juveniles en todo el país.
- Se planteó llevar estos debates a universidades, comunidades y espacios digitales para ampliar su alcance.
- La idea central: consolidar una generación que entienda que la libertad es condición para cualquier progreso sostenible.
En el corazón de Ciudad de Guatemala, más de 1,500 jóvenes se reunieron para escuchar y debatir sobre vida, familia y libertad. El Festival de la Libertad se convirtió en una vitrina para voces que promueven un modelo de sociedad basado en derechos individuales y propiedad privada.
Por qué importa. El Festival de la Libertad no fue un evento más en la agenda cultural; buscó posicionar ideas que defienden pilares fundamentales para la convivencia y prosperidad. Con un público joven, apuntó a forjar liderazgos que resistan tendencias contrarias a la libertad.
- La convocatoria superó expectativas, con más de 1,500 asistentes de diversas regiones, interesados en formarse y actuar.
- El evento fue organizado en el Parque de la Industria, con conferencias y debates en un formato abierto y dinámico.
- Su mensaje central giró en torno a que vida, libertad y propiedad privada son esenciales para el desarrollo nacional.
En el radar. Entre los ponentes destacaron figuras nacionales e internacionales que aportaron perspectivas diversas, pero unidas por una defensa común: la libertad. Sus mensajes buscaron alertar sobre amenazas culturales y políticas que enfrentan las democracias latinoamericanas.
- Rodrigo Arenas, empresario y CEO de República, enfatizó que sin respeto a la propiedad privada “no hay desarrollo posible”.
- Agustín Laje analizó la diferencia entre globalización y globalismo, advirtiendo que este último erosiona la soberanía.
- Emmanuel Danann denunció el uso de causas sociales como el género para fines económicos y de división social.
Datos clave. El evento combinó formación académica con activismo cultural. Las intervenciones evidenciaron que las batallas ideológicas actuales no solo ocurren en el ámbito político, sino también en el lenguaje, la educación y la cultura.
- Daniela Briz, de la Asociación La Familia Importa, instó a abrir espacios de diálogo para fortalecer la familia tradicional.
- José Raúl González citó “1984” de Orwell para advertir sobre prácticas que limitan la libertad de expresión.
- Se debatió sobre el riesgo de que organismos internacionales impongan agendas ajenas a las realidades nacionales.
Lo que sigue. El cierre del Festival fue un llamado a la acción para que los jóvenes se conviertan en actores directos en la defensa de los valores republicanos. El mensaje: la libertad no se preserva con pasividad, sino con compromiso activo.
- Los organizadores anunciaron la intención de realizar más eventos y crear redes juveniles en todo el país.
- Se planteó llevar estos debates a universidades, comunidades y espacios digitales para ampliar su alcance.
- La idea central: consolidar una generación que entienda que la libertad es condición para cualquier progreso sostenible.