Las noticias sobre el posible incremento de la inseguridad en Guatemala siguen dando de qué hablar. Sin embargo, el presidente Arévalo, en reunión con alcaldes, además de prometer mejoras en la infraestructura y la educación, también resaltó el fortalecimiento de las fuerzas de seguridad y la reducción en los delitos.
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Esta perspectiva difiere de la realidad departamental y la percepción de los ciudadanos que son víctimas de las estructuras criminales.
Es noticia. El 16 de mayo, Arévalo tuvo un encuentro con los alcaldes de tres departamentos: Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez.
- En la cita el mandatario se centró en escuchar las demandas en torno a la necesidad de una mejora de la infraestructura vial, educación, salud y el ámbito agrícola.
- Arévalo tomó la oportunidad para incentivar a los jefes municipales para trabajar juntos con el objetivo de generar prosperidad, dado que, en palabras del presidente: “es importante reconocer que el pueblo ha apoyado la defensa de la democracia, porque quiere desarrollo y ese es el compromiso”.
- Asimismo, las autoridades señalaron que el Ministerio de Comunicaciones ya cuenta con un plan para atender las necesidades en obras viales, particularmente para el caso de Escuintla. Adicionalmente, empezarán a tomar medidas para apoyar al pequeño y mediano productor agrícola.
Qué destacar. El jefe del Organismo Ejecutivo hizo hincapié en la importancia de los alcaldes para generar desarrollo en sus respectivos territorios sin necesidad de incurrir en prácticas corruptas.
- Uno de los temas discutidos que llamó la atención, fue la [in]seguridad en los departamentos. Escuintla es el más afectado de los tres presentes en la reunión.
- Sobre esto, el mandatario aseguró que su administración ya está trabajando para fortalecer a la Policía Nacional Civil (PNC) y mejorar la presencia de agentes en los lugares con mayor incidencia criminal.
- Destacó que las acciones van encaminadas a combatir las extorsiones, las que, de acuerdo con estas declaraciones, han disminuido.
Visto y no visto. El presidente y sus ministros han mencionado en reiteradas ocasiones que las políticas de seguridad de esta administración ya han empezado a surtir efectos. No obstante, los datos muestran una realidad diferente, particularmente en cuanto a las extorsiones.
- En marzo de 2024 el Índice de Denuncias de Delitos aumentó 0.6 %, pero en abril bajó 1.6%, según la comparación interanual. Esta medición incluye nueve diferentes delitos: homicidios, lesiones, violaciones, secuestros, extorsiones, robo de vehículos, de motocicletas, de furgones con mercadería y a viviendas, según el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).
- En abril 2024 se registraron un total de 236 víctimas de homicidio. La cifra fue superior a la del mes anterior (205 en marzo), pero es inferior a la registrada en seis meses del año 2023. De los homicidios registrados en el mes, 20 fueron víctimas mujeres (9%) y ocho fueron víctimas menores de edad (3%). La tasa interanual es de 16.1 homicidios por cada 100 mil habitantes, agregó la entidad.
- Además, en los primeros cuatro meses de 2024, comparado con el mismo período de tiempo de 2023, se registraron 74 homicidios menos y se realizaron 86 necropsias asociadas a hechos criminales menos. Esto significa reducciones del 8% en los homicidios y del 6% en las necropsias asociadas a hechos criminales, se informó.
En conclusión. Aunque las autoridades de turno expresan su preocupación por atender temas de seguridad, salud, educación, entre otros, aún no han obtenido los resultados deseados.
- No obstante, la percepción ciudadana es cada vez peor, particularmente en cuanto al aparente incremento en la violencia en el país.
- Por lo tanto, es necesario que los funcionarios pongan en marcha medidas adecuadas para resolver los problemas de fondo. Que no sean los ciudadanos organizados los que traten de cuidar de la seguridad en sus comunidades.
- Todos los delitos deben atacarse, pero el de la extorsión afecta a gran parte de la población, sobre todo a los que generan ingresos en pequeños, medianos y grandes negocios.
Las noticias sobre el posible incremento de la inseguridad en Guatemala siguen dando de qué hablar. Sin embargo, el presidente Arévalo, en reunión con alcaldes, además de prometer mejoras en la infraestructura y la educación, también resaltó el fortalecimiento de las fuerzas de seguridad y la reducción en los delitos.
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Esta perspectiva difiere de la realidad departamental y la percepción de los ciudadanos que son víctimas de las estructuras criminales.
Es noticia. El 16 de mayo, Arévalo tuvo un encuentro con los alcaldes de tres departamentos: Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez.
- En la cita el mandatario se centró en escuchar las demandas en torno a la necesidad de una mejora de la infraestructura vial, educación, salud y el ámbito agrícola.
- Arévalo tomó la oportunidad para incentivar a los jefes municipales para trabajar juntos con el objetivo de generar prosperidad, dado que, en palabras del presidente: “es importante reconocer que el pueblo ha apoyado la defensa de la democracia, porque quiere desarrollo y ese es el compromiso”.
- Asimismo, las autoridades señalaron que el Ministerio de Comunicaciones ya cuenta con un plan para atender las necesidades en obras viales, particularmente para el caso de Escuintla. Adicionalmente, empezarán a tomar medidas para apoyar al pequeño y mediano productor agrícola.
Qué destacar. El jefe del Organismo Ejecutivo hizo hincapié en la importancia de los alcaldes para generar desarrollo en sus respectivos territorios sin necesidad de incurrir en prácticas corruptas.
- Uno de los temas discutidos que llamó la atención, fue la [in]seguridad en los departamentos. Escuintla es el más afectado de los tres presentes en la reunión.
- Sobre esto, el mandatario aseguró que su administración ya está trabajando para fortalecer a la Policía Nacional Civil (PNC) y mejorar la presencia de agentes en los lugares con mayor incidencia criminal.
- Destacó que las acciones van encaminadas a combatir las extorsiones, las que, de acuerdo con estas declaraciones, han disminuido.
Visto y no visto. El presidente y sus ministros han mencionado en reiteradas ocasiones que las políticas de seguridad de esta administración ya han empezado a surtir efectos. No obstante, los datos muestran una realidad diferente, particularmente en cuanto a las extorsiones.
- En marzo de 2024 el Índice de Denuncias de Delitos aumentó 0.6 %, pero en abril bajó 1.6%, según la comparación interanual. Esta medición incluye nueve diferentes delitos: homicidios, lesiones, violaciones, secuestros, extorsiones, robo de vehículos, de motocicletas, de furgones con mercadería y a viviendas, según el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).
- En abril 2024 se registraron un total de 236 víctimas de homicidio. La cifra fue superior a la del mes anterior (205 en marzo), pero es inferior a la registrada en seis meses del año 2023. De los homicidios registrados en el mes, 20 fueron víctimas mujeres (9%) y ocho fueron víctimas menores de edad (3%). La tasa interanual es de 16.1 homicidios por cada 100 mil habitantes, agregó la entidad.
- Además, en los primeros cuatro meses de 2024, comparado con el mismo período de tiempo de 2023, se registraron 74 homicidios menos y se realizaron 86 necropsias asociadas a hechos criminales menos. Esto significa reducciones del 8% en los homicidios y del 6% en las necropsias asociadas a hechos criminales, se informó.
En conclusión. Aunque las autoridades de turno expresan su preocupación por atender temas de seguridad, salud, educación, entre otros, aún no han obtenido los resultados deseados.
- No obstante, la percepción ciudadana es cada vez peor, particularmente en cuanto al aparente incremento en la violencia en el país.
- Por lo tanto, es necesario que los funcionarios pongan en marcha medidas adecuadas para resolver los problemas de fondo. Que no sean los ciudadanos organizados los que traten de cuidar de la seguridad en sus comunidades.
- Todos los delitos deben atacarse, pero el de la extorsión afecta a gran parte de la población, sobre todo a los que generan ingresos en pequeños, medianos y grandes negocios.