Los diputados han recibido ya más de GTQ 300 000, tras cinco meses de percibir el aumento salarial, y están a pocos días de cobrar el bono 14. Es evidente que han dejado atrás cualquier cuestionamiento y esta legislatura pasará a la historia como la que se duplicó el salario.
Por qué importa. Los diputados no solo comprometieron aún más los recursos del Estado, al aprobar un aumento que —también— beneficia a todos los trabajadores del Congreso que ganan igual o más que un diputado y que antes no recibían el 10 % del incremento. Además, se han alejado de los intereses ciudadanos: desde que se otorgaron el aumento, no han aprobado un solo decreto y apenas han sesionado.
- El impacto financiero ha sido considerable: el Congreso pasó de desembolsar GTQ 3.9 M mensuales en salarios para diputados a más de GTQ 10 M.
- Actualmente, cada legislador gana GTQ 66 300 al mes, pero los integrantes de la Junta Directiva superan los GTQ 70 000, y el presidente del Congreso, el mejor remunerado, puede llegar a percibir casi los GTQ 95 000 mensuales.
- Este aumento también modificó el tope salarial del personal contratado bajo el renglón 011. Desde 2016, ningún trabajador podía ganar más que un diputado, lo que impedía que quienes devengaban más de GTQ 30 000 recibieran el 10 % de incremento contemplado en el Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo. Con el nuevo tope de GTQ 66 300, estos trabajadores podrán recibir ese aumento a partir de enero de 2026.
Visto y no visto. Aunque 63 legisladores votaron en contra del aumento salarial, con el tiempo, fueron dejando atrás su rechazo inicial; se desvaneció en silencio. Algunos, incluso, fueron más allá, y prometieron donar el incremento. Tal fue el caso del oficialismo, que además anunció una iniciativa de ley para ordenar los salarios de los funcionarios.
- Sin embargo, cuatro meses después del anuncio, el panorama es poco alentador. La iniciativa de ley no registra avances y apenas se han realizado dos donaciones: una a los Bomberos Voluntarios y otra a un Hogar de Ancianos en Antigua Guatemala.
- El grupo de 14 diputados cercanos a Samuel Pérez —que trabaja en la conformación del partido Raíces—, afirma que mantiene su compromiso de seguir donando. Según el diputado Román Castellanos, ya están trabajando en una tercera entrega. “Nosotros seguimos con las donaciones; la tercera está en proceso, creo que van a ser dos o tres organizaciones”, aseguró.
- En tanto, Raúl Barrera, integrante del otro bloque que apuesta por la recuperación del partido Semilla, confirmó que no han realizado más donaciones. En su caso, explicó que están “invirtiendo” en la recuperación del partido, cubriendo gastos como el mantenimiento de la sede y asesoría legal. Lo cierto es que el ofrecimiento inicial de donar como bloque oficialista, con los 23 diputados en conjunto, ya no existe.
En conclusión. El aumento salarial no solo representa una carga adicional al presupuesto del Congreso, sino que evidencia que no hay conexión entre la agenda y las demandas ciudadanas.
- Cinco pagos con incremento después, las promesas de transparencia, compromiso y donaciones se han diluido, y el Congreso sigue sin avances. Lo que inició con rechazo y justificaciones terminó normalizándose, y dejó claro que, una vez más, que el dinero pesa más que los compromisos de país.
Los diputados han recibido ya más de GTQ 300 000, tras cinco meses de percibir el aumento salarial, y están a pocos días de cobrar el bono 14. Es evidente que han dejado atrás cualquier cuestionamiento y esta legislatura pasará a la historia como la que se duplicó el salario.
Por qué importa. Los diputados no solo comprometieron aún más los recursos del Estado, al aprobar un aumento que —también— beneficia a todos los trabajadores del Congreso que ganan igual o más que un diputado y que antes no recibían el 10 % del incremento. Además, se han alejado de los intereses ciudadanos: desde que se otorgaron el aumento, no han aprobado un solo decreto y apenas han sesionado.
- El impacto financiero ha sido considerable: el Congreso pasó de desembolsar GTQ 3.9 M mensuales en salarios para diputados a más de GTQ 10 M.
- Actualmente, cada legislador gana GTQ 66 300 al mes, pero los integrantes de la Junta Directiva superan los GTQ 70 000, y el presidente del Congreso, el mejor remunerado, puede llegar a percibir casi los GTQ 95 000 mensuales.
- Este aumento también modificó el tope salarial del personal contratado bajo el renglón 011. Desde 2016, ningún trabajador podía ganar más que un diputado, lo que impedía que quienes devengaban más de GTQ 30 000 recibieran el 10 % de incremento contemplado en el Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo. Con el nuevo tope de GTQ 66 300, estos trabajadores podrán recibir ese aumento a partir de enero de 2026.
Visto y no visto. Aunque 63 legisladores votaron en contra del aumento salarial, con el tiempo, fueron dejando atrás su rechazo inicial; se desvaneció en silencio. Algunos, incluso, fueron más allá, y prometieron donar el incremento. Tal fue el caso del oficialismo, que además anunció una iniciativa de ley para ordenar los salarios de los funcionarios.
- Sin embargo, cuatro meses después del anuncio, el panorama es poco alentador. La iniciativa de ley no registra avances y apenas se han realizado dos donaciones: una a los Bomberos Voluntarios y otra a un Hogar de Ancianos en Antigua Guatemala.
- El grupo de 14 diputados cercanos a Samuel Pérez —que trabaja en la conformación del partido Raíces—, afirma que mantiene su compromiso de seguir donando. Según el diputado Román Castellanos, ya están trabajando en una tercera entrega. “Nosotros seguimos con las donaciones; la tercera está en proceso, creo que van a ser dos o tres organizaciones”, aseguró.
- En tanto, Raúl Barrera, integrante del otro bloque que apuesta por la recuperación del partido Semilla, confirmó que no han realizado más donaciones. En su caso, explicó que están “invirtiendo” en la recuperación del partido, cubriendo gastos como el mantenimiento de la sede y asesoría legal. Lo cierto es que el ofrecimiento inicial de donar como bloque oficialista, con los 23 diputados en conjunto, ya no existe.
En conclusión. El aumento salarial no solo representa una carga adicional al presupuesto del Congreso, sino que evidencia que no hay conexión entre la agenda y las demandas ciudadanas.
- Cinco pagos con incremento después, las promesas de transparencia, compromiso y donaciones se han diluido, y el Congreso sigue sin avances. Lo que inició con rechazo y justificaciones terminó normalizándose, y dejó claro que, una vez más, que el dinero pesa más que los compromisos de país.