Las encuestas electorales en Ecuador reflejan con claridad el pulso del país. El estrecho margen que separa al actual presidente, Daniel Noboa, de la principal figura opositora, Luisa González, revela una nación profundamente polarizada y un Estado dividido en dos visiones opuestas.
Es noticia. Este domingo 13 de abril, Ecuador no solo elige a su propio mandatario, sino que define el rumbo político que marcará los próximos cuatro años. En la primera ronda ya se evidenció lo reñida que está la contienda: Daniel Noboa obtuvo una ventaja de 16, 746 votos sobre su rival.
- Las encuestas actuales le otorgan una ligera ventaja al actual presidente, aunque el panorama sigue siendo incierto: el voto es volátil y cada papeleta cuenta.
- Ecuador se encuentra ante dos visiones contrapuestas del país. Noboa, respaldado por Estados Unidos, mientras que González, representa el retorno al poder del correísmo.
- Uno de los episodios más controvertidos de la gestión de Noboa fue la crisis diplomática con México. En abril de 2024, fuerzas policiales y militares ecuatorianas irrumpieron en la embajada mexicana en Quito para arrestar al exvicepresidente correísta Jorge Glas, que había solicitado asilo político para evadir un proceso judicial.
Datos clave. Noboa llegó al balotaje con el desafío de defender su gestión tras casi 18 meses en el poder. La carga del desgaste, las promesas incumplidas y las decisiones polémicas han cambiado su perfil ante el electorado, según analistas.
- El político ha intentado reposicionarse, con una campaña centrada en reforzar su perfil de líder fuerte frente a la posibilidad del regreso del socialismo a la política de Ecuador.
- Luisa González, por su parte, era hace dos años una exasambleísta asociada directamente al expresidente Rafael Correa -y por tanto a la izquierda ideológica ecuatoriana y latinoamericana- sin apenas experiencia en campañas nacionales.
- No obstante, ahora González se muestra con una actitud más combativa, marcando distancias con Noboa y proyectando una imagen de firmeza para capitalizar el descontento de parte de la ciudadanía hacia la actual administración.
Las encuestas electorales en Ecuador reflejan con claridad el pulso del país. El estrecho margen que separa al actual presidente, Daniel Noboa, de la principal figura opositora, Luisa González, revela una nación profundamente polarizada y un Estado dividido en dos visiones opuestas.
Es noticia. Este domingo 13 de abril, Ecuador no solo elige a su propio mandatario, sino que define el rumbo político que marcará los próximos cuatro años. En la primera ronda ya se evidenció lo reñida que está la contienda: Daniel Noboa obtuvo una ventaja de 16, 746 votos sobre su rival.
- Las encuestas actuales le otorgan una ligera ventaja al actual presidente, aunque el panorama sigue siendo incierto: el voto es volátil y cada papeleta cuenta.
- Ecuador se encuentra ante dos visiones contrapuestas del país. Noboa, respaldado por Estados Unidos, mientras que González, representa el retorno al poder del correísmo.
- Uno de los episodios más controvertidos de la gestión de Noboa fue la crisis diplomática con México. En abril de 2024, fuerzas policiales y militares ecuatorianas irrumpieron en la embajada mexicana en Quito para arrestar al exvicepresidente correísta Jorge Glas, que había solicitado asilo político para evadir un proceso judicial.
Datos clave. Noboa llegó al balotaje con el desafío de defender su gestión tras casi 18 meses en el poder. La carga del desgaste, las promesas incumplidas y las decisiones polémicas han cambiado su perfil ante el electorado, según analistas.
- El político ha intentado reposicionarse, con una campaña centrada en reforzar su perfil de líder fuerte frente a la posibilidad del regreso del socialismo a la política de Ecuador.
- Luisa González, por su parte, era hace dos años una exasambleísta asociada directamente al expresidente Rafael Correa -y por tanto a la izquierda ideológica ecuatoriana y latinoamericana- sin apenas experiencia en campañas nacionales.
- No obstante, ahora González se muestra con una actitud más combativa, marcando distancias con Noboa y proyectando una imagen de firmeza para capitalizar el descontento de parte de la ciudadanía hacia la actual administración.