El segundo juicio político (“impeachment”) al expresidente estadounidense Donald Trump comenzará este martes. El juicio se realizará en un Senado dividido que difícilmente lo condenará por su responsabilidad en el asalto al Capitolio.
Más de un mes después de que cientos de seguidores radicales de Trump irrumpieran en el Congreso durante una sesión clave. El Senado juzgará al ya expresidente por un solo cargo del que le acusó la Cámara de Representantes en enero: el de “incitar una insurrección”.
“Se trata del crimen constitucional más grave jamás cometido por un presidente”, afirmaron los congresistas demócratas este lunes.
La atención vuelve a Trump
El juicio político volverá a centrar la atención de Washington en Trump menos de tres semanas después de que el expresidente abandonara el poder.
Tanto a los demócratas como a los republicanos les interesa un “impeachment” fugaz. Los primeros quieren despacharlo para poder centrarse en las prioridades del nuevo presidente de su partido, Joe Biden. Los segundos temen las consecuencias de un largo debate sobre las polémicas acciones de Trump.
Los demócratas controlan el Senado y tienen las riendas del proceso, que estará presidido por el senador de ese partido Patrick Leahy.
Un proceso inédito
El proceso pasará a la historia en dos sentidos. Porque convertirá a Trump en el primer presidente estadounidense que afronta dos juicios políticos. También, porque nunca antes se había sometido a un “impeachment” a un mandatario cuando ya no está en el poder.
Los abogados de Trump se han aferrado a ese último hecho y lo han convertido en el pilar principal de su defensa.
“Se está pidiendo al Senado que haga algo patentemente ridículo: juzgar a un ciudadano privado en un proceso diseñado para expulsarle de un cargo que ya no ocupa”, aseguraron este lunes los abogados Bruce Castor, David Schoen y Michael van der Veen, que representan a Trump.
En un largo documento de 78 páginas, los letrados pidieron desestimar el proceso contra Trump por considerarlo puro “teatro político”.
Pruebas abrumadoras
Los “fiscales” demócratas del juicio político no tardaron en responder, al argumentar en su propio documento que “las pruebas de la conducta del expresidente Trump son abrumadoras” y que “no tiene excusas válidas”.
El primer día se dedicará a evaluar si este juicio político es constitucional. Numerosos expertos en la Constitución han opinado que el proceso es legítimo.
“No hay una ‘excepción de enero’ en la Constitución, que permita a los presidentes abusar de su poder en sus últimos días (de mandato) sin rendir cuentas”, argumentaron los “fiscales” demócratas en su documento de este lunes.
El debate sobre la constitucionalidad es un salvavidas para aquellos republicanos más incómodos con Trump, pero que no se atreven a darle del todo la espalda, puesto que así tendrán una excusa para votar en contra de condenarlo.
A finales de enero, 45 republicanos votaron a favor de debatir sobre la constitucionalidad del proceso, en una señal del poco apetito que hay en el partido para condenar a Trump a pesar de la gravedad del asalto al Capitolio.
Una vez que el Senado decida que el proceso es constitucional, algo para lo que sólo necesitará una mayoría simple, el juicio político se retomará el miércoles a las 12.00 (17.00 GMT), cuando empezarán los argumentos de los fiscales y la defensa de Trump.
El “impeachment” se celebrará todos los días siguientes excepto el sábado, por petición de un abogado judío de Trump, y se retomará el domingo, con la perspectiva de terminar la próxima semana a no ser que se convoquen testigos.
Información de EFE noticias / por Lucía Leal
El segundo juicio político (“impeachment”) al expresidente estadounidense Donald Trump comenzará este martes. El juicio se realizará en un Senado dividido que difícilmente lo condenará por su responsabilidad en el asalto al Capitolio.
Más de un mes después de que cientos de seguidores radicales de Trump irrumpieran en el Congreso durante una sesión clave. El Senado juzgará al ya expresidente por un solo cargo del que le acusó la Cámara de Representantes en enero: el de “incitar una insurrección”.
“Se trata del crimen constitucional más grave jamás cometido por un presidente”, afirmaron los congresistas demócratas este lunes.
La atención vuelve a Trump
El juicio político volverá a centrar la atención de Washington en Trump menos de tres semanas después de que el expresidente abandonara el poder.
Tanto a los demócratas como a los republicanos les interesa un “impeachment” fugaz. Los primeros quieren despacharlo para poder centrarse en las prioridades del nuevo presidente de su partido, Joe Biden. Los segundos temen las consecuencias de un largo debate sobre las polémicas acciones de Trump.
Los demócratas controlan el Senado y tienen las riendas del proceso, que estará presidido por el senador de ese partido Patrick Leahy.
Un proceso inédito
El proceso pasará a la historia en dos sentidos. Porque convertirá a Trump en el primer presidente estadounidense que afronta dos juicios políticos. También, porque nunca antes se había sometido a un “impeachment” a un mandatario cuando ya no está en el poder.
Los abogados de Trump se han aferrado a ese último hecho y lo han convertido en el pilar principal de su defensa.
“Se está pidiendo al Senado que haga algo patentemente ridículo: juzgar a un ciudadano privado en un proceso diseñado para expulsarle de un cargo que ya no ocupa”, aseguraron este lunes los abogados Bruce Castor, David Schoen y Michael van der Veen, que representan a Trump.
En un largo documento de 78 páginas, los letrados pidieron desestimar el proceso contra Trump por considerarlo puro “teatro político”.
Pruebas abrumadoras
Los “fiscales” demócratas del juicio político no tardaron en responder, al argumentar en su propio documento que “las pruebas de la conducta del expresidente Trump son abrumadoras” y que “no tiene excusas válidas”.
El primer día se dedicará a evaluar si este juicio político es constitucional. Numerosos expertos en la Constitución han opinado que el proceso es legítimo.
“No hay una ‘excepción de enero’ en la Constitución, que permita a los presidentes abusar de su poder en sus últimos días (de mandato) sin rendir cuentas”, argumentaron los “fiscales” demócratas en su documento de este lunes.
El debate sobre la constitucionalidad es un salvavidas para aquellos republicanos más incómodos con Trump, pero que no se atreven a darle del todo la espalda, puesto que así tendrán una excusa para votar en contra de condenarlo.
A finales de enero, 45 republicanos votaron a favor de debatir sobre la constitucionalidad del proceso, en una señal del poco apetito que hay en el partido para condenar a Trump a pesar de la gravedad del asalto al Capitolio.
Una vez que el Senado decida que el proceso es constitucional, algo para lo que sólo necesitará una mayoría simple, el juicio político se retomará el miércoles a las 12.00 (17.00 GMT), cuando empezarán los argumentos de los fiscales y la defensa de Trump.
El “impeachment” se celebrará todos los días siguientes excepto el sábado, por petición de un abogado judío de Trump, y se retomará el domingo, con la perspectiva de terminar la próxima semana a no ser que se convoquen testigos.