Los cuerpos de Óscar Alberto Martínez y su hija de 23 meses, Angie Valeria, fueron repatriados desde México, vía terrestre, para ser velados y sepultados en el cementerio municipal La Bermeja, San Salvador, El Salvador.
Padre e hija fallecieron ahogados el pasado 23 de junio en el río Bravo, en el estado de Tamaulipas, México, cuando pretendían llegar de manera ilegal a EE. UU.
Junto con ellos iba Vanessa Ávalos (esposa y madre) y otro salvadoreño, quienes sobrevivieron y fueron rescatados por autoridades migratorias. Ambos retornaron el viernes, vía aérea, a El Salvador.
La caravana que trasladó el cuerpo del joven y su niña ingresó por la frontera La Hachadura, en Ahuachapán, a las 8:30 de la mañana. Media hora después partió rumbo a la capital salvadoreña escoltada por policías.
Unos minutos antes de las 11:00 de la mañana, la comitiva ingresó al cementerio municipal por un acceso que no es el principal para esquivar a la prensa nacional y extranjera.
Drama de migrantes
El caso de Óscar y su bebé, refleja el drama que viven los migrantes de Centroamérica quienes se exponen incluso a la muerte en su intento por llegar a EE. UU. para escapar de la violencia y la pobreza que hay en sus países.
El caso de los compatriotas salvadoreños se conoció luego que fuera difundida una imagen estremecedora en la cual se observaba los cuerpos de Óscar y su hija Valeria, quienes yacían boca abajo a la orilla del río Bravo.
La mitad superior del cuerpo de la niña estaba reguardaba entre la camiseta y el torso de su padre, lo que sugiere que él trataba de proteger a su bebé, de alguna forma, en sus últimos momentos de vida.
A petición de la familia, el velorio y el entierro de Óscar y Valeria se realizó en privado. Durante la noche se llevó a cabo un culto religioso y que este lunes 1 de julio se realizará el funeral por la mañana.
Te sugerimos leer:
Los cuerpos de Óscar Alberto Martínez y su hija de 23 meses, Angie Valeria, fueron repatriados desde México, vía terrestre, para ser velados y sepultados en el cementerio municipal La Bermeja, San Salvador, El Salvador.
Padre e hija fallecieron ahogados el pasado 23 de junio en el río Bravo, en el estado de Tamaulipas, México, cuando pretendían llegar de manera ilegal a EE. UU.
Junto con ellos iba Vanessa Ávalos (esposa y madre) y otro salvadoreño, quienes sobrevivieron y fueron rescatados por autoridades migratorias. Ambos retornaron el viernes, vía aérea, a El Salvador.
La caravana que trasladó el cuerpo del joven y su niña ingresó por la frontera La Hachadura, en Ahuachapán, a las 8:30 de la mañana. Media hora después partió rumbo a la capital salvadoreña escoltada por policías.
Unos minutos antes de las 11:00 de la mañana, la comitiva ingresó al cementerio municipal por un acceso que no es el principal para esquivar a la prensa nacional y extranjera.
Drama de migrantes
El caso de Óscar y su bebé, refleja el drama que viven los migrantes de Centroamérica quienes se exponen incluso a la muerte en su intento por llegar a EE. UU. para escapar de la violencia y la pobreza que hay en sus países.
El caso de los compatriotas salvadoreños se conoció luego que fuera difundida una imagen estremecedora en la cual se observaba los cuerpos de Óscar y su hija Valeria, quienes yacían boca abajo a la orilla del río Bravo.
La mitad superior del cuerpo de la niña estaba reguardaba entre la camiseta y el torso de su padre, lo que sugiere que él trataba de proteger a su bebé, de alguna forma, en sus últimos momentos de vida.
A petición de la familia, el velorio y el entierro de Óscar y Valeria se realizó en privado. Durante la noche se llevó a cabo un culto religioso y que este lunes 1 de julio se realizará el funeral por la mañana.