Lenin Ariel Rojas Contreras, de 36 años, es uno de los cincuenta presos políticos que el régimen orteguista excarceló, y uno también de quienes fueron torturados: Ahí le arrancaron tres uñas de la mano.
El medio nicaragüense La Prensa habló con Rojas Contreras sobre los interrogatorios a los que fue sometido mientras estuvo encarcelado en el Chipote, la cárcel de la Policía Orteguista denunciada como un centro de tortura.
“Enchachado me decían que hablara. Entonces, ¿no vas a hablar?, me decían, me ponían la rodilla aquí en la palma (dorso) de la mano y posteriormente con una tenaza me levantaban la uña“, contó Rojas.
En su casa de Managua, el hombre, libre desde el viernes 15 de marzo, relató como sus torturadores pasaron por alto sus peticiones de “cacao” (piedad), y pese a que sus manos sangraban, continuaban.
“Y aun así, viendo que sangraba y que les pedía, como decimos, cacao (piedad), que no lo siguieran haciendo, más lo hacían”, contó Rodas Contreras, quien llegó a la a la cárcel policial el 12 de julio de 2018.
El ciudadano nicaragüense fue capturado durante la marcha “Juntos Somos un Volcán”. Ese día, una de las oficiales le apuntó en su sien con un arma y detonó un tiro que impactó en la pierna a otra persona, recordó.
Asegura que lo golpearon, le causaron heridas en su ceja izquierda y también la nariz. En el Chipote estuvo durante ocho días. Ahí fue interrogado y obligado sobre las manifestaciones cuando ni siquiera luz de día.
Mensaje a Daniel Ortega
Los ocho meses de calvario que sufrió Lenin, ahora lo puede contar. Permaneció en condiciones horribles, relató Rojas. “Había zancudos, jelepates, te daba alergia en la piel y la comida llegaba jugada por los oficiales”.
Luego pasó al Sistema Penitenciario Nacional, conocida como La Modelo, donde sufrió agresiones físicas y verbales. Le decían que después de tomar sol debía desnudarse junto al resto y hacer sentadillas como requisito para entrar a las galerías.
Pese a la tortura que vivió, no su lucha cívica no mermó. Al contrario, su compromiso se mantiene. “Me quitaron tres uñas, pero no me quitaron la palabra, ni me quitaron mi voz para gritar y seguir adelante”.
Lenin envío un mensaje al gobierno de Daniel Ortega, en medio de la alegría de sus familiares y ante su madre, que sonríe feliz:
“Vamos a seguir marchando y vamos a seguir adelante en contra de este gobierno, que lo que ha hecho es solamente es tratar de callarnos, matarnos a cierta parte”.
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“Enchachado me decían que hablara. Entonces, ¿no vas a hablar?, me decían, me ponían la rodilla aquí en la palma (dorso) de la mano y posteriormente con una tenaza me levantaban la uña“, contó Rojas.
En su casa de Managua, el hombre, libre desde el viernes 15 de marzo, relató como sus torturadores pasaron por alto sus peticiones de “cacao” (piedad), y pese a que sus manos sangraban, continuaban.
“Y aun así, viendo que sangraba y que les pedía, como decimos, cacao (piedad), que no lo siguieran haciendo, más lo hacían”, contó Rodas Contreras, quien llegó a la a la cárcel policial el 12 de julio de 2018.
El ciudadano nicaragüense fue capturado durante la marcha “Juntos Somos un Volcán”. Ese día, una de las oficiales le apuntó en su sien con un arma y detonó un tiro que impactó en la pierna a otra persona, recordó.
Asegura que lo golpearon, le causaron heridas en su ceja izquierda y también la nariz. En el Chipote estuvo durante ocho días. Ahí fue interrogado y obligado sobre las manifestaciones cuando ni siquiera luz de día.
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Los ocho meses de calvario que sufrió Lenin, ahora lo puede contar. Permaneció en condiciones horribles, relató Rojas. “Había zancudos, jelepates, te daba alergia en la piel y la comida llegaba jugada por los oficiales”.
Luego pasó al Sistema Penitenciario Nacional, conocida como La Modelo, donde sufrió agresiones físicas y verbales. Le decían que después de tomar sol debía desnudarse junto al resto y hacer sentadillas como requisito para entrar a las galerías.
Pese a la tortura que vivió, no su lucha cívica no mermó. Al contrario, su compromiso se mantiene. “Me quitaron tres uñas, pero no me quitaron la palabra, ni me quitaron mi voz para gritar y seguir adelante”.
Lenin envío un mensaje al gobierno de Daniel Ortega, en medio de la alegría de sus familiares y ante su madre, que sonríe feliz:
“Vamos a seguir marchando y vamos a seguir adelante en contra de este gobierno, que lo que ha hecho es solamente es tratar de callarnos, matarnos a cierta parte”.