La Asamblea Nacional, controlada por el régimen de Daniel Ortega, aprobó este miércoles una reforma fiscal que que grava la canasta básica, aumenta los impuestos a exportaciones y otros rubros, según medios de Nicaragua.
La Ley de Concertación Tributaria pasó con 69 votos a favor y 15 en contra, informó el orteguista Gustavo Porras, presidente del Congreso.
El proyecto fue aprobado pese a la oposición y llamados de distintos sectores que consideran que esta reforma fiscal castigará a la mayoría de la población, y no “a quienes más tienen”, como sostiene el régimen de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.
La decisión de los congresistas oficiales ocurre previo al reinicio del diálogo que busca poner fin a una crisis política y económica que ha dejado 325 muertos, más de 700 detenidos por motivos políticos y otros consecuencias negativas para el país.
Priorizaron los impuestos
Los diputados fueron convocados a sesión este miércoles 27 de febrero, para avanzar la aprobación de la reforma fiscal, sin embargo, fuentes legislativas habían comentado que el tema sería postergado para ver el avance de las negociaciones sobre la crisis que vive el país, indica una nota de la Prensa de Nicaragua.
Recaudar 10,100 millones de córdobas (unos US$300 millones) para cubrir el déficit presupuestario.
En el debate previo a la aprobación, los legisladores Maximino Rodríguez, Jimmy Blandón y el conservador Alfredo César llamaron a los orteguistas a detener la discusión reiterando que es demagogia el discurso de que no se afectará a la población, agrega el medio de comunicación citado.
“Deberían tener compasión por este pueblo cuyo poder adquisitivo es casi nulo. Estas reformas es salvajismo de la desesperación del gobierno sandinista”, dijo Rodríguez.
Wálmaro Gutiérrez, presidente de la Comisión Económica, para defender las medidas, repitió el discurso de que “solo se hace pagar más a los que ganan más”.
Pero Gutiérrez no logró rebatir los argumentos técnicos sino que se centró en que la reforma tributaria “se necesitan”para asegurar el plan de inversión pública y sobretodo para “sostener financieramente al Instituto de Seguridad Social”.
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El proyecto fue aprobado pese a la oposición y llamados de distintos sectores que consideran que esta reforma fiscal castigará a la mayoría de la población, y no “a quienes más tienen”, como sostiene el régimen de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.
La decisión de los congresistas oficiales ocurre previo al reinicio del diálogo que busca poner fin a una crisis política y económica que ha dejado 325 muertos, más de 700 detenidos por motivos políticos y otros consecuencias negativas para el país.
Priorizaron los impuestos
Los diputados fueron convocados a sesión este miércoles 27 de febrero, para avanzar la aprobación de la reforma fiscal, sin embargo, fuentes legislativas habían comentado que el tema sería postergado para ver el avance de las negociaciones sobre la crisis que vive el país, indica una nota de la Prensa de Nicaragua.
Recaudar 10,100 millones de córdobas (unos US$300 millones) para cubrir el déficit presupuestario.
En el debate previo a la aprobación, los legisladores Maximino Rodríguez, Jimmy Blandón y el conservador Alfredo César llamaron a los orteguistas a detener la discusión reiterando que es demagogia el discurso de que no se afectará a la población, agrega el medio de comunicación citado.
“Deberían tener compasión por este pueblo cuyo poder adquisitivo es casi nulo. Estas reformas es salvajismo de la desesperación del gobierno sandinista”, dijo Rodríguez.
Wálmaro Gutiérrez, presidente de la Comisión Económica, para defender las medidas, repitió el discurso de que “solo se hace pagar más a los que ganan más”.
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