Verticalización residencial en Guatemala: hacia una ciudad más densa, moderna y funcional
El sector inmobiliario guatemalteco está experimentando una transformación significativa marcada por una creciente verticalización del desarrollo habitacional. Desde la Cámara de Corredores de Bienes Raíces de Guatemala (CBR), observamos una tendencia en la creación de proyectos de uso mixto, que integran espacios residenciales, comerciales, corporativos y hoteleros, en respuesta a una demanda cada vez más diversa y dinámica.
Estos desarrollos combinan apartamentos, con acceso inmediato a diversos servicios como supermercados, restaurantes, cines y otras amenidades, promoviendo un estilo de vida urbano, práctico y eficiente.
Según datos de la Cámara Guatemalteca de la Construcción (CGC), en los últimos cuatro años han construido 235 edificios multifamiliares en la ciudad de Guatemala. Solo en el 2024 se lanzaron 65 proyectos de apartamentos nuevos, sumando 9,300 unidades habitacionales al mercado. La construcción vertical ya no es solo una tendencia, es una evolución natural de las necesidades urbanas y del comportamiento del consumidor. Las zonas con mayor desarrollo vertical, como la 10, 12, 14, 15 y 16, concentran más del 80 % de los nuevos proyectos y más de 20 000 unidades habitacionales en oferta, consolidándose como polos clave de densificación y modernización en la ciudad.
¿Por qué crece la vivienda vertical en Guatemala?
Los proyectos verticales están teniendo cada vez más mayor relevancia en el mercado. El alto valor de la tierra en zonas céntricas —debido en parte a la especulación— impulsa el desarrollo de edificaciones verticales, además de otros factores como el tráfico, una creciente demanda de personas que están dispuestas a vivir en espacios reducidos, pero cercanos a su familia, trabajo o centros educativos; y un ecosistema que aglutina a desarrolladores inmobiliarios con acceso a financiamiento bancario, así como bancos con mucha liquidez que facilitan el acceso a créditos hipotecarios a segmentos económicos de clases media y alta.
En 2024, el uso multifamiliar representó el 17 % del área construida. El tamaño promedio de los apartamentos ha disminuido de 147 m² a 94 m², por lo que se busca aprovechar al máximo cada espacio dentro de la vivienda y se compensa esa falta de espacio a través de amenidades y áreas comunes que se convierten en una extensión del estilo de vida acorde a la propuesta de valor del proyecto. El mejor desarrollo no es el que tiene más amenidades, sino las adecuadas para a su mercado meta. Algunas de las más comunes son áreas sociales, áreas de coworking, áreas verdes, piscina, gimnasio, business centers, cine y áreas para mascotas.
En estos desarrollos, además de la combinación de usos del suelo, se crean ecosistemas donde conviven diferentes estilos de vida, niveles socioeconómicos y perfiles psicográficos. Con el crecimiento del trabajo remoto, la digitalización y las nuevas formas de convivencia, el real estate de usos mixtos se perfila como el modelo más exitoso de los próximos años. Los proyectos verticales están redefiniendo el real estate, buscando mayor rentabilidad, personalización y sostenibilidad.
La construcción vertical en Guatemala refleja una evolución hacia una ciudad más compacta, eficiente y adaptada al estilo de vida del habitante moderno. Para corredores de bienes raíces, desarrolladores inmobiliarios y urbanistas, esta tendencia representa una oportunidad clave para ofrecer vivienda inteligente, con diseño funcional y altos estándares de calidad de vida, en ubicaciones estratégicas donde las personas desean vivir, trabajar y prosperar.
Verticalización residencial en Guatemala: hacia una ciudad más densa, moderna y funcional
El sector inmobiliario guatemalteco está experimentando una transformación significativa marcada por una creciente verticalización del desarrollo habitacional. Desde la Cámara de Corredores de Bienes Raíces de Guatemala (CBR), observamos una tendencia en la creación de proyectos de uso mixto, que integran espacios residenciales, comerciales, corporativos y hoteleros, en respuesta a una demanda cada vez más diversa y dinámica.
Estos desarrollos combinan apartamentos, con acceso inmediato a diversos servicios como supermercados, restaurantes, cines y otras amenidades, promoviendo un estilo de vida urbano, práctico y eficiente.
Según datos de la Cámara Guatemalteca de la Construcción (CGC), en los últimos cuatro años han construido 235 edificios multifamiliares en la ciudad de Guatemala. Solo en el 2024 se lanzaron 65 proyectos de apartamentos nuevos, sumando 9,300 unidades habitacionales al mercado. La construcción vertical ya no es solo una tendencia, es una evolución natural de las necesidades urbanas y del comportamiento del consumidor. Las zonas con mayor desarrollo vertical, como la 10, 12, 14, 15 y 16, concentran más del 80 % de los nuevos proyectos y más de 20 000 unidades habitacionales en oferta, consolidándose como polos clave de densificación y modernización en la ciudad.
¿Por qué crece la vivienda vertical en Guatemala?
Los proyectos verticales están teniendo cada vez más mayor relevancia en el mercado. El alto valor de la tierra en zonas céntricas —debido en parte a la especulación— impulsa el desarrollo de edificaciones verticales, además de otros factores como el tráfico, una creciente demanda de personas que están dispuestas a vivir en espacios reducidos, pero cercanos a su familia, trabajo o centros educativos; y un ecosistema que aglutina a desarrolladores inmobiliarios con acceso a financiamiento bancario, así como bancos con mucha liquidez que facilitan el acceso a créditos hipotecarios a segmentos económicos de clases media y alta.
En 2024, el uso multifamiliar representó el 17 % del área construida. El tamaño promedio de los apartamentos ha disminuido de 147 m² a 94 m², por lo que se busca aprovechar al máximo cada espacio dentro de la vivienda y se compensa esa falta de espacio a través de amenidades y áreas comunes que se convierten en una extensión del estilo de vida acorde a la propuesta de valor del proyecto. El mejor desarrollo no es el que tiene más amenidades, sino las adecuadas para a su mercado meta. Algunas de las más comunes son áreas sociales, áreas de coworking, áreas verdes, piscina, gimnasio, business centers, cine y áreas para mascotas.
En estos desarrollos, además de la combinación de usos del suelo, se crean ecosistemas donde conviven diferentes estilos de vida, niveles socioeconómicos y perfiles psicográficos. Con el crecimiento del trabajo remoto, la digitalización y las nuevas formas de convivencia, el real estate de usos mixtos se perfila como el modelo más exitoso de los próximos años. Los proyectos verticales están redefiniendo el real estate, buscando mayor rentabilidad, personalización y sostenibilidad.
La construcción vertical en Guatemala refleja una evolución hacia una ciudad más compacta, eficiente y adaptada al estilo de vida del habitante moderno. Para corredores de bienes raíces, desarrolladores inmobiliarios y urbanistas, esta tendencia representa una oportunidad clave para ofrecer vivienda inteligente, con diseño funcional y altos estándares de calidad de vida, en ubicaciones estratégicas donde las personas desean vivir, trabajar y prosperar.