Verónica Tzoc, gerente general de la Ventanilla Ágil de la Construcción (VAC), destaca cómo este proyecto ha transformado la tramitología del sector construcción al digitalizar procesos, reducir pasos y generar confianza institucional.
En entrevista con República Inmobiliaria, Tzoc resaltó que la continuidad en la gestión y las alianzas público-privadas han sido clave para sortear barreras, adaptarse a cambios normativos y mantener el ritmo de trabajo frente a la rotación del sector público.
¿Qué cambios importantes ha traído la VAC en estos tres años de funcionamiento?
— Lo principal ha sido conocer e interpretar los procesos institucionales y hacerlos sensibles a los proponentes. Antes, mucha tramitación era mal comprendida y eso generaba errores y atrasos. La Ventanilla ha permitido traducirlos y ordenarlos para lograr eficiencia.
También ha sido clave la transformación digital. La pandemia ayudó a confiar en medios electrónicos como la firma y timbre digital. Hoy día, gran parte de los usuarios e instituciones ya reconocen que los trámites digitales son válidos y seguros.
El reto más grande fue lograr ese cambio de percepción. Algunas instituciones aún imprimen documentos digitales, lo cual muestra que el proceso de adaptación continúa.
¿Qué instituciones han sido más ágiles y más lentas en adaptarse a este sistema?
— Depende mucho de cómo están dirigidas actualmente. Un caso muy positivo ha sido Conred, que ha demostrado apertura y colaboración para mejorar procesos. Hoy es una de las instituciones más eficientes en VAC.
Por el contrario, Aeronáutica Civil aún tiene oportunidades de mejora. Los procesos tienen más pasos de los previstos, lo que alarga los tiempos. La clave está en la disposición institucional y reconocer la necesidad de alianzas para facilitar los trámites.
¿Qué tan difícil ha sido impulsar estrategias de digitalización en un país con bajo índice de gobierno digital?
— El mayor reto ha sido enfrentar los cambios de administración pública. Aunque exista voluntad política para digitalizar, cada rotación implica empezar de nuevo la curva de aprendizaje.
La VAC ha logrado estabilidad en su equipo, lo que permite avanzar sin interrupciones. Eso ha sido vital para que las estrategias tecnológicas sean sostenibles.
¿Ayuda esa continuidad a enfrentar los efectos de cambios de gobierno o de personal?
— Sí, totalmente. La continuidad del equipo permite que el ritmo de trabajo no se detenga. Seguimos capacitando y manteniendo relaciones con las instituciones sin depender de ciclos políticos.
En el sector público, la rotación de personal es constante y eso retrasa los trámites. No hay una sola institución responsable: es una realidad transversal.
¿Qué estrategias plantean a mediano o largo plazo para reducir aún más los pasos de los trámites?
— El fortalecimiento institucional será clave. Seguiremos monitoreando los tiempos y procesos para proponer estrategias que los hagan más eficientes.
Además, el sector privado debe seguir invirtiendo en plataformas tecnológicas. Aunque sean costosas, son una solución a largo plazo que hace más competitiva la gestión de permisos.
¿Cómo se preparan para cambios regulatorios o actualizaciones normativas que puedan afectar los trámites?
— A menudo, las normativas cambian sin aviso, lo que complica su interpretación. Estamos impulsando mesas técnicas con instituciones para entender a tiempo cada modificación.
El objetivo es que esos cambios no se conviertan en obstáculos. Aún falta fortalecer esta dinámica, pero estamos avanzando en establecer ese diálogo preventivo.
¿Qué tipo de retroalimentación reciben del sector privado sobre el funcionamiento de la VAC?
—La demanda constante es agilidad. Los proponentes quieren procesos rápidos, pero eso también depende de su compromiso con la calidad y puntualidad de sus entregas.
Si el expediente está completo y bien presentado, la institución puede responder con mayor eficiencia. La VAC busca que ambas partes cumplan sus responsabilidades.
¿Cómo perciben desde la Cámara el impacto en el desarrollo del sector construcción?
—Aunque no todos han utilizado la Ventanilla, quienes lo han hecho reportan mejoras notables. La trazabilidad, seguridad y transparencia han sido muy valoradas.
El sistema permite saber exactamente en qué etapa está cada trámite. Esto genera certeza para los usuarios y ayuda a corregir posibles distorsiones. La VAC se ha consolidado como un aliado clave para el sector.
Verónica Tzoc, gerente general de la Ventanilla Ágil de la Construcción (VAC), destaca cómo este proyecto ha transformado la tramitología del sector construcción al digitalizar procesos, reducir pasos y generar confianza institucional.
En entrevista con República Inmobiliaria, Tzoc resaltó que la continuidad en la gestión y las alianzas público-privadas han sido clave para sortear barreras, adaptarse a cambios normativos y mantener el ritmo de trabajo frente a la rotación del sector público.
¿Qué cambios importantes ha traído la VAC en estos tres años de funcionamiento?
— Lo principal ha sido conocer e interpretar los procesos institucionales y hacerlos sensibles a los proponentes. Antes, mucha tramitación era mal comprendida y eso generaba errores y atrasos. La Ventanilla ha permitido traducirlos y ordenarlos para lograr eficiencia.
También ha sido clave la transformación digital. La pandemia ayudó a confiar en medios electrónicos como la firma y timbre digital. Hoy día, gran parte de los usuarios e instituciones ya reconocen que los trámites digitales son válidos y seguros.
El reto más grande fue lograr ese cambio de percepción. Algunas instituciones aún imprimen documentos digitales, lo cual muestra que el proceso de adaptación continúa.
¿Qué instituciones han sido más ágiles y más lentas en adaptarse a este sistema?
— Depende mucho de cómo están dirigidas actualmente. Un caso muy positivo ha sido Conred, que ha demostrado apertura y colaboración para mejorar procesos. Hoy es una de las instituciones más eficientes en VAC.
Por el contrario, Aeronáutica Civil aún tiene oportunidades de mejora. Los procesos tienen más pasos de los previstos, lo que alarga los tiempos. La clave está en la disposición institucional y reconocer la necesidad de alianzas para facilitar los trámites.
¿Qué tan difícil ha sido impulsar estrategias de digitalización en un país con bajo índice de gobierno digital?
— El mayor reto ha sido enfrentar los cambios de administración pública. Aunque exista voluntad política para digitalizar, cada rotación implica empezar de nuevo la curva de aprendizaje.
La VAC ha logrado estabilidad en su equipo, lo que permite avanzar sin interrupciones. Eso ha sido vital para que las estrategias tecnológicas sean sostenibles.
¿Ayuda esa continuidad a enfrentar los efectos de cambios de gobierno o de personal?
— Sí, totalmente. La continuidad del equipo permite que el ritmo de trabajo no se detenga. Seguimos capacitando y manteniendo relaciones con las instituciones sin depender de ciclos políticos.
En el sector público, la rotación de personal es constante y eso retrasa los trámites. No hay una sola institución responsable: es una realidad transversal.
¿Qué estrategias plantean a mediano o largo plazo para reducir aún más los pasos de los trámites?
— El fortalecimiento institucional será clave. Seguiremos monitoreando los tiempos y procesos para proponer estrategias que los hagan más eficientes.
Además, el sector privado debe seguir invirtiendo en plataformas tecnológicas. Aunque sean costosas, son una solución a largo plazo que hace más competitiva la gestión de permisos.
¿Cómo se preparan para cambios regulatorios o actualizaciones normativas que puedan afectar los trámites?
— A menudo, las normativas cambian sin aviso, lo que complica su interpretación. Estamos impulsando mesas técnicas con instituciones para entender a tiempo cada modificación.
El objetivo es que esos cambios no se conviertan en obstáculos. Aún falta fortalecer esta dinámica, pero estamos avanzando en establecer ese diálogo preventivo.
¿Qué tipo de retroalimentación reciben del sector privado sobre el funcionamiento de la VAC?
—La demanda constante es agilidad. Los proponentes quieren procesos rápidos, pero eso también depende de su compromiso con la calidad y puntualidad de sus entregas.
Si el expediente está completo y bien presentado, la institución puede responder con mayor eficiencia. La VAC busca que ambas partes cumplan sus responsabilidades.
¿Cómo perciben desde la Cámara el impacto en el desarrollo del sector construcción?
—Aunque no todos han utilizado la Ventanilla, quienes lo han hecho reportan mejoras notables. La trazabilidad, seguridad y transparencia han sido muy valoradas.
El sistema permite saber exactamente en qué etapa está cada trámite. Esto genera certeza para los usuarios y ayuda a corregir posibles distorsiones. La VAC se ha consolidado como un aliado clave para el sector.