Otto Anderson, CEO de Vivo Guatemala, fue reconocido como Realtor of the Month por MAPPI en septiembre, gracias a su desempeño en ventas, captación de clientes y posicionamiento digital en el mercado inmobiliario.
Su trayectoria inició remodelando viviendas hasta encontrar en los locales comerciales la puerta de entrada a una carrera que hoy lo consolida como corredor independiente. Con apenas dos años en la industria, lidera su propia firma enfocada en el segmento B de Ciudad de Guatemala
¿Qué estrategias utilizas para captar clientes y concretar ventas?
—Tengo clientes vendedores y clientes compradores. Los primeros son los propietarios. Yo realizo publicidades en Meta, en donde ofrezco mis servicios con un flyer. Pauto anuncios y algunos propietarios me escriben porque necesitan apoyo, ya que llevan mucho tiempo con la propiedad o porque ya trabajaron con otras inmobiliarias y quieren probar con otra. Entonces perfilo quiénes son los verdaderos clientes, cómo está el mercado de la propiedad, y si veo que es un buen negocio, acepto la propiedad.
Es un riesgo alto. A veces uno invierte en campañas y la conversión no vende como uno quiere. Algunas campañas no cierran ningún negocio. Otras veces, tal vez no se cierre el negocio con ese lead, pero si le das buen servicio, ese contacto puede recomendarte. Eso ayuda a tu marca personal.
Ahora con los clientes compradores, recurro a portales inmobiliarios, redes sociales, LinkedIn y contactos de otros negocios. Les ofrezco opciones y, a través de Meta Leads, vamos perfilando hasta llegar a un negocio.
¿Cuántos años llevas formalmente en la industria inmobiliaria?
— Empecé remodelando viviendas. Entonces, un cliente me pidió un local comercial. Logré encontrar ese local y fue ahí donde empezó a llamarme la atención este tipo de negocios. A mí siempre me ha gustado la atención al cliente y las ventas.
Con base en esa necesidad que cubrí en ese momento, dije: es hora de investigar un poco más el mercado. Ahí fue donde encontré que sí hay un mercado para el tema de bienes raíces. En su momento trabajé en una inmobiliaria, pero a mí siempre me ha gustado trabajar independiente o emprender algo.
Decidí dar el siguiente paso y a finales del año pasado abrí mi empresa inmobiliaria Vivo Guatemala.
¿Cuál ha sido tu experiencia más valiosa en estos dos años?
— Fue ayudar a una familia que necesitaba una vivienda urgentemente y por un tiempo limitado. Entré a negociar con el propietario para que nos diera la vivienda por un par de meses. El contrato tuvo un montón de cláusulas y la negociación se alargó, pero al final ellos lograron solucionar su problema.
Me dio satisfacción porque pude atender a una persona que necesitaba operaciones y cuidados especiales en Ciudad de Guatemala. Ese logro fue bastante significativo para mí.
¿Qué segmento del mercado inmobiliario atiendes actualmente?
— El segmento B. Manejo propiedades únicamente de vivienda desde mil dólares para arriba y en venta desde USD 150 000 dólares para arriba. Actualmente, trabajo en zona 11, 13, 14, 15 y 16.
¿Te interesa expandirse al interior del país o al extranjero?
— Aquí en Guatemala hay mucha competencia. Nunca he trabajado en el interior, pero sería interesante. De momento necesito fortalecerme en la ciudad y después dar el paso al interior. Aunque mi meta es desarrollar un proyecto propio, una torre o complejo de apartamentos.
¿Cuál ha sido tu venta más alta registrada en un mes?
—La venta más alta ha sido de USD 200 000.
¿Qué reflexión final le gustaría dejar a otros asesores inmobiliarios?
— Un cliente primero te compra a ti como marca personal, y luego entra el nombre de la inmobiliaria como el apellido. Antes de hacer negocio con la inmobiliaria, lo hacen contigo. La inmobiliaria solo respalda. Por eso recomiendo trabajar más en una marca personal fuerte. Con eso es más fácil atraer clientes.
Otto Anderson, CEO de Vivo Guatemala, fue reconocido como Realtor of the Month por MAPPI en septiembre, gracias a su desempeño en ventas, captación de clientes y posicionamiento digital en el mercado inmobiliario.
Su trayectoria inició remodelando viviendas hasta encontrar en los locales comerciales la puerta de entrada a una carrera que hoy lo consolida como corredor independiente. Con apenas dos años en la industria, lidera su propia firma enfocada en el segmento B de Ciudad de Guatemala
¿Qué estrategias utilizas para captar clientes y concretar ventas?
—Tengo clientes vendedores y clientes compradores. Los primeros son los propietarios. Yo realizo publicidades en Meta, en donde ofrezco mis servicios con un flyer. Pauto anuncios y algunos propietarios me escriben porque necesitan apoyo, ya que llevan mucho tiempo con la propiedad o porque ya trabajaron con otras inmobiliarias y quieren probar con otra. Entonces perfilo quiénes son los verdaderos clientes, cómo está el mercado de la propiedad, y si veo que es un buen negocio, acepto la propiedad.
Es un riesgo alto. A veces uno invierte en campañas y la conversión no vende como uno quiere. Algunas campañas no cierran ningún negocio. Otras veces, tal vez no se cierre el negocio con ese lead, pero si le das buen servicio, ese contacto puede recomendarte. Eso ayuda a tu marca personal.
Ahora con los clientes compradores, recurro a portales inmobiliarios, redes sociales, LinkedIn y contactos de otros negocios. Les ofrezco opciones y, a través de Meta Leads, vamos perfilando hasta llegar a un negocio.
¿Cuántos años llevas formalmente en la industria inmobiliaria?
— Empecé remodelando viviendas. Entonces, un cliente me pidió un local comercial. Logré encontrar ese local y fue ahí donde empezó a llamarme la atención este tipo de negocios. A mí siempre me ha gustado la atención al cliente y las ventas.
Con base en esa necesidad que cubrí en ese momento, dije: es hora de investigar un poco más el mercado. Ahí fue donde encontré que sí hay un mercado para el tema de bienes raíces. En su momento trabajé en una inmobiliaria, pero a mí siempre me ha gustado trabajar independiente o emprender algo.
Decidí dar el siguiente paso y a finales del año pasado abrí mi empresa inmobiliaria Vivo Guatemala.
¿Cuál ha sido tu experiencia más valiosa en estos dos años?
— Fue ayudar a una familia que necesitaba una vivienda urgentemente y por un tiempo limitado. Entré a negociar con el propietario para que nos diera la vivienda por un par de meses. El contrato tuvo un montón de cláusulas y la negociación se alargó, pero al final ellos lograron solucionar su problema.
Me dio satisfacción porque pude atender a una persona que necesitaba operaciones y cuidados especiales en Ciudad de Guatemala. Ese logro fue bastante significativo para mí.
¿Qué segmento del mercado inmobiliario atiendes actualmente?
— El segmento B. Manejo propiedades únicamente de vivienda desde mil dólares para arriba y en venta desde USD 150 000 dólares para arriba. Actualmente, trabajo en zona 11, 13, 14, 15 y 16.
¿Te interesa expandirse al interior del país o al extranjero?
— Aquí en Guatemala hay mucha competencia. Nunca he trabajado en el interior, pero sería interesante. De momento necesito fortalecerme en la ciudad y después dar el paso al interior. Aunque mi meta es desarrollar un proyecto propio, una torre o complejo de apartamentos.
¿Cuál ha sido tu venta más alta registrada en un mes?
—La venta más alta ha sido de USD 200 000.
¿Qué reflexión final le gustaría dejar a otros asesores inmobiliarios?
— Un cliente primero te compra a ti como marca personal, y luego entra el nombre de la inmobiliaria como el apellido. Antes de hacer negocio con la inmobiliaria, lo hacen contigo. La inmobiliaria solo respalda. Por eso recomiendo trabajar más en una marca personal fuerte. Con eso es más fácil atraer clientes.