Es miércoles por la noche, Guatemala se encuentra bajo toque de queda por la emergencia del coronavirus. Pero en una vivienda del municipio de Santa Lucía Milpas Altas, Sacatepéquez, la tranquilidad se rompe.
Una llamada ingresa y pide auxilio a la subestación de los Bomberos Municipales Departamentales a las 23:45 horas. Indican que una mujer se encuentra inconsciente.
Los socorristas acuden de inmediato y hallan a la mujer en el suelo, pero ya no tiene signos vitales, murió.
La desesperación invade la vivienda. Ya no queda más qué hacer por la persona fallecida. Los bomberos cubren el cuerpo y quedan a la espera de la llegada de las autoridades.
Se avisa a la Policía que envía a elementos de la subestación 74-2-5 de Santa Lucía Milpas Altas. Los agentes acuden y toman los primeros datos de lo sucedido y recaban versiones del hecho.
A las 2:22 horas de la madrugada del jueves llegan tres agentes del Ministerio Público. Acuden un auxiliar fiscal y dos técnicos que apoyan el trabajo de investigación.
Laceraciones y violencia
Los fiscales inician su trabajo. El auxiliar recaba datos con las personas que se encuentran en la vivienda y toma nota de lo que encuentra en la habitación donde fue hallado el cuerpo.
El Documento Personal de Identificación (DPI), indica que la mujer fallecida es María Raquel García Salas, de 38 años de edad.
Uno de los técnicos del MP se encarga de captar todas las imágenes posibles de la persona y el área. Con su cámara graba todo y su lente se centra en el cuello de la víctima.
El otro agente fiscal busca evidencias, las protege y las resguarda. Es el embalador.
A las 3:00 horas inicia el proceso para levantar el cadáver. A esta hora los fiscales ya saben que en sus manos tienen un caso de alto impacto. La persona fallecida era esposa del ex Procurador de Derechos Humanos, Sergio Morales.
En el parte policial y en el informe de los fiscales se empiezan a registrar datos importantes. La Policía anota que la persona tiene “laceraciones en el cuello”.
Los socorristas que llegaron a bordo de la ambulancia AD-109 también hacen algunas anotaciones. A simple vista ven que la mujer tiene “señales de violencia” y de “estrangulamiento”.
La Policía hace otra observación importante. Indica que García Salas fue hallada en posición “decubito dorsal”, es decir, tendida sobre el suelo, boca arriba.
Los agentes toman nota de sus características físicas: Tez morena, frente normal, ojos pequeños, nariz recta, boca pequeña, labios delgados, cabello lacio, cejas pobladas y complexión regular.
En reporte policial indica que no hallaron ningún “indicio relevante”, más que “ocho latas de cerveza” y “un aparato electrónico con cable de color negro”.
Su observación inicial es que la persona falleció “por asfixia”. Y cierran con esta sentencia: “Pudiendo concluir que se trató de un suicidio”.
¿En qué se basan los agentes para llegar a esa conclusión preliminar? En su informe lo indican.
“Se realizaron cuatro entrevistas a diferentes personas para establecer el móvil del hecho. En una de las entrevistas manifestaron que la fallecida en dos ocasiones anteriores intentó quitarse la vida”, señala el parte policial.
Agregan que se cortó las venas y por ello “asistía a las sesiones psicológicas” para sobrellevar el “estado de depresión grave” que sufría.
En manos del Inacif
Cuando el reloj marcaba las 5:30 horas finalizó el trabajo de los fiscales en el lugar. Los policías subieron el cadáver a la patrulla SAC-124 y trasladaron el cuerpo a la morgue del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).
El expediente fue abierto bajo el número de causa MP003-2020-2553, indica la Policía, que registró el caso ocurrido en una vivienda ubicada a inmediaciones del kilómetro 32, de la ruta de Santa Lucía Milpas Altas hacia Bárcenas, Villa Nueva.
Al llegar el cuerpo al Inacif inició otro proceso. Acá los forenses empezaron su labor científica que concluyó horas más tarde. Indican que la causa de la muerte fue asfixia por suspensión.
Con esta opinión todo apunta a que se trató de un suicidio. Sin embargo, quedan algunas dudas si se toman en cuenta los informes accesibles a los periodistas.
Si se trató de un suicidio, ¿por qué el parte policial no halló “evidencia relevante” relacionada con esta causa?, pues su conclusión preliminar se basa en las entrevistas que aseguran que se encontraba en un estado de “depresión grave” y por antecedentes de intentos de suicidio.
Además, ¿por qué los socorristas en su informe no aportan algún dato que indique que fue un suicidio? En sus redes sociales dejan constancia que lo observado fue “señales de violencia” y de “estrangulamiento”.
Los bomberos hallaron a la persona en el suelo, no pendiendo de algún punto, como sucede cuando alguien se quita la vida por asfixia. Tampoco se registra haber encontrado alguna cuerda u otro objeto usado para este propósito.
La versión del exprocurador
Sergio Morales contó que su esposa decidió estar un momento sola, supuestamente porque debía hablar con unos parientes cercanos y estaba pintando una parte de la casa.
Fue la hija quien la encontró inconsciente, en el piso. Llamó a Morales quien le tomó el pulso y le puso oxígeno, pero no respondió.
Al llegar los socorristas verificaron sus signos vitales y dijeron que “ya nada se podía hacer”.
El exfuncionario, quien estuvo durante diez años al frente de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), comentó que la encontró “tirada” a eso de las once de la noche.
“No sé qué le pasó, era una mujer muy linda, una magnífica mujer”, le dijo Morales al medio soy502.
El exprocurador aportó datos relevantes. Indicó que su esposa contaba con seguridad porque era víctima de extorsión y había sufrido dos ataques.
Además, añadió que él también cuenta con custodios, pero “nadie vio nada”. Los perros tampoco ladraron para alertar por la presencia de algún extraño en la casa.
Al preguntarle si García Salas tenía señales de violencia en su cuerpo, Morales prefirió no responder. Dijo que el caso ya está en manos del Ministerio Público y serán los fiscales los que determinen las causas de la muerte.
El actual procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas, fue de las pocas voces que pidió llegar al fondo del asunto. Para el funcionario hay indicios de que no se trata de un suicidio.
“Es importante que el Ministerio Público realice una investigación a fondo para establecer las causas de su muerte y determinar quiénes son los responsables”, escribió Rodas en su cuenta de Twitter.
Es miércoles por la noche, Guatemala se encuentra bajo toque de queda por la emergencia del coronavirus. Pero en una vivienda del municipio de Santa Lucía Milpas Altas, Sacatepéquez, la tranquilidad se rompe.
Una llamada ingresa y pide auxilio a la subestación de los Bomberos Municipales Departamentales a las 23:45 horas. Indican que una mujer se encuentra inconsciente.
Los socorristas acuden de inmediato y hallan a la mujer en el suelo, pero ya no tiene signos vitales, murió.
La desesperación invade la vivienda. Ya no queda más qué hacer por la persona fallecida. Los bomberos cubren el cuerpo y quedan a la espera de la llegada de las autoridades.
Se avisa a la Policía que envía a elementos de la subestación 74-2-5 de Santa Lucía Milpas Altas. Los agentes acuden y toman los primeros datos de lo sucedido y recaban versiones del hecho.
A las 2:22 horas de la madrugada del jueves llegan tres agentes del Ministerio Público. Acuden un auxiliar fiscal y dos técnicos que apoyan el trabajo de investigación.
Laceraciones y violencia
Los fiscales inician su trabajo. El auxiliar recaba datos con las personas que se encuentran en la vivienda y toma nota de lo que encuentra en la habitación donde fue hallado el cuerpo.
El Documento Personal de Identificación (DPI), indica que la mujer fallecida es María Raquel García Salas, de 38 años de edad.
Uno de los técnicos del MP se encarga de captar todas las imágenes posibles de la persona y el área. Con su cámara graba todo y su lente se centra en el cuello de la víctima.
El otro agente fiscal busca evidencias, las protege y las resguarda. Es el embalador.
A las 3:00 horas inicia el proceso para levantar el cadáver. A esta hora los fiscales ya saben que en sus manos tienen un caso de alto impacto. La persona fallecida era esposa del ex Procurador de Derechos Humanos, Sergio Morales.
En el parte policial y en el informe de los fiscales se empiezan a registrar datos importantes. La Policía anota que la persona tiene “laceraciones en el cuello”.
Los socorristas que llegaron a bordo de la ambulancia AD-109 también hacen algunas anotaciones. A simple vista ven que la mujer tiene “señales de violencia” y de “estrangulamiento”.
La Policía hace otra observación importante. Indica que García Salas fue hallada en posición “decubito dorsal”, es decir, tendida sobre el suelo, boca arriba.
Los agentes toman nota de sus características físicas: Tez morena, frente normal, ojos pequeños, nariz recta, boca pequeña, labios delgados, cabello lacio, cejas pobladas y complexión regular.
En reporte policial indica que no hallaron ningún “indicio relevante”, más que “ocho latas de cerveza” y “un aparato electrónico con cable de color negro”.
Su observación inicial es que la persona falleció “por asfixia”. Y cierran con esta sentencia: “Pudiendo concluir que se trató de un suicidio”.
¿En qué se basan los agentes para llegar a esa conclusión preliminar? En su informe lo indican.
“Se realizaron cuatro entrevistas a diferentes personas para establecer el móvil del hecho. En una de las entrevistas manifestaron que la fallecida en dos ocasiones anteriores intentó quitarse la vida”, señala el parte policial.
Agregan que se cortó las venas y por ello “asistía a las sesiones psicológicas” para sobrellevar el “estado de depresión grave” que sufría.
En manos del Inacif
Cuando el reloj marcaba las 5:30 horas finalizó el trabajo de los fiscales en el lugar. Los policías subieron el cadáver a la patrulla SAC-124 y trasladaron el cuerpo a la morgue del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).
El expediente fue abierto bajo el número de causa MP003-2020-2553, indica la Policía, que registró el caso ocurrido en una vivienda ubicada a inmediaciones del kilómetro 32, de la ruta de Santa Lucía Milpas Altas hacia Bárcenas, Villa Nueva.
Al llegar el cuerpo al Inacif inició otro proceso. Acá los forenses empezaron su labor científica que concluyó horas más tarde. Indican que la causa de la muerte fue asfixia por suspensión.
Con esta opinión todo apunta a que se trató de un suicidio. Sin embargo, quedan algunas dudas si se toman en cuenta los informes accesibles a los periodistas.
Si se trató de un suicidio, ¿por qué el parte policial no halló “evidencia relevante” relacionada con esta causa?, pues su conclusión preliminar se basa en las entrevistas que aseguran que se encontraba en un estado de “depresión grave” y por antecedentes de intentos de suicidio.
Además, ¿por qué los socorristas en su informe no aportan algún dato que indique que fue un suicidio? En sus redes sociales dejan constancia que lo observado fue “señales de violencia” y de “estrangulamiento”.
Los bomberos hallaron a la persona en el suelo, no pendiendo de algún punto, como sucede cuando alguien se quita la vida por asfixia. Tampoco se registra haber encontrado alguna cuerda u otro objeto usado para este propósito.
La versión del exprocurador
Sergio Morales contó que su esposa decidió estar un momento sola, supuestamente porque debía hablar con unos parientes cercanos y estaba pintando una parte de la casa.
Fue la hija quien la encontró inconsciente, en el piso. Llamó a Morales quien le tomó el pulso y le puso oxígeno, pero no respondió.
Al llegar los socorristas verificaron sus signos vitales y dijeron que “ya nada se podía hacer”.
El exfuncionario, quien estuvo durante diez años al frente de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), comentó que la encontró “tirada” a eso de las once de la noche.
“No sé qué le pasó, era una mujer muy linda, una magnífica mujer”, le dijo Morales al medio soy502.
El exprocurador aportó datos relevantes. Indicó que su esposa contaba con seguridad porque era víctima de extorsión y había sufrido dos ataques.
Además, añadió que él también cuenta con custodios, pero “nadie vio nada”. Los perros tampoco ladraron para alertar por la presencia de algún extraño en la casa.
Al preguntarle si García Salas tenía señales de violencia en su cuerpo, Morales prefirió no responder. Dijo que el caso ya está en manos del Ministerio Público y serán los fiscales los que determinen las causas de la muerte.
El actual procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas, fue de las pocas voces que pidió llegar al fondo del asunto. Para el funcionario hay indicios de que no se trata de un suicidio.
“Es importante que el Ministerio Público realice una investigación a fondo para establecer las causas de su muerte y determinar quiénes son los responsables”, escribió Rodas en su cuenta de Twitter.