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La muerte del ego como camino hacia el Liderazgo

Panamerican Business School PBS
09 de octubre, 2020

Ningún rincón del planeta le escapa al cambio. Estamos en un momento de transformación queramos o no. El covid 19 no sólo pone en evidencia la crisis de un sistema que necesita cambiar, sino que además, está acelerando este proceso. Nuestro sistema de valores está tomando un nuevo rumbo, con un sentido que ya, poco a poco, deja de estar manejado por nuestro Ego.

Por años el sistema alimentó el Ego de las personas en función de los resultados. Desde la educación en las casas, las escuelas, la religión, las empresas, el Ego siempre fue el talón de aquiles para lograr controlar “a las masas”.

¿Qué significa esto? Como seres sociales que somos buscamos siempre el reconocimiento del otro. Necesitamos de un otro para sobrevivir, entonces nos importa responder a su “aceptación” para sentirnos parte de una sociedad.

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Basado en un sistema de dualidad, fuimos criados bajo la idea de que “si hacemos lo que se espera de nosotros” seremos queridos, aceptados, reconocidos. De lo contrario, seremos rechazados, humillados.

Este paradigma empodera a nuestro Ego, que se esfuerza por responder a esos patrones en busca del reconocimiento. Podríamos decir que esa es la función del Ego.

Pero el Ego termina siendo un “falso yo”; una máscara construida en base a lo que otros esperan de nosotros o en base a lo que creemos que los otros quieren de nosotros.

Sin darnos cuenta nos vamos alejando de quién verdaderamente somos. Y acá es cuando nos desconectamos de nuestro ser auténtico y dejamos que nuestra vida sea dirigida por el Ego, bajo un sistema de valores y una agenda que mira hacia el afuera.

¿Qué rol juegan las organizaciones en todo esto?

Una forma sutil de control es alimentar al Ego de las personas. Una de las historias del libro La Muerte del Ego como camino hacia el liderazgo muestra muy claramente esta dinámica.

Pablo Maison, que por más de 20 años trabajó en Unilever llegando a ser Vicepresidente regional de RRHH, comenta cómo su carrera en la multinacional se basó en ir siguiendo un “camino de éxito” basado en la productividad, en la competencia y en la constante búsqueda de resultados de alto desempeño a costa de sensaciones de sufrimiento y mucho desgaste emocional.

“Cuando pasas demasiado tiempo creando un personaje, hay un momento en el que quien sos realmente entra en coalición con la persona en la que te convertiste para sobrevivir a un determinado ambiente”, cuenta en el libro.

Y fuera del ámbito corporativo, ¿dónde se ve?

Esta misma dinámica se encuentra en el concepto de “éxito” de cualquier ámbito. A mí en lo personal me pasó. Yo me crié con un sistema de valores en el cual un título universitario, un cargo profesional y una familia, eran la clave del éxito.

Hoy, luego de mucho trabajo con mi Ego, logro cuestionar esas creencias. De hecho, nosotros hablamos de esa creencias como falacias del Ego.

El Ego nos hace creer que somos lo que tenemos (y que nuestro valor está en elementos materiales que tenemos); somos lo que hacemos (y que un título o un cargo define cuánto valemos como personas) y que somos lo que dicen de nosotros (haciéndonos creer que la mirada del otro nos hace mejor o peor persona).

Es difícil romper con estas creencias porque están muy arraigadas no sólo en uno, sino en el inconsciente colectivo de nuestra sociedad.

¿Y cómo salimos de esta encrucijada?

El primer paso es darnos cuenta de que estamos en esta encrucijada; de que, si bien el Ego va feliz encontrando el reconocimiento de otros, hay una parte muy interna nuestra que siente incomodidad, que empieza a pasarla mal, que duda, que se siente infeliz.

Es un llamado interno que no puede seguir lidiando con tanta contradicción entre el personaje que fuimos creando y quien verdaderamente somos.

Nosotros lo planteamos como dos voces internas, por un lado, la del Ego y por el otro, la de nuestro ser Auténtico. Conectar con nuestra parte auténtica, observarla, darse cuenta qué es lo que necesita, más allá de lo que otros esperan de nosotros, es una forma de gestionar al Ego.

Vimos que hablan de gestionar al Ego, ¿no se lo puede matar?

El Ego siempre estará ahí. Creemos que es algo innato de la naturaleza del hombre en esto que planteábamos de que somos seres social y necesitamos buscar el reconocimiento para ser aceptados en la sociedad.

Por eso, creemos que la clave está en saber reconocer la voz del Ego, distinguir la del ser Auténtico y responder a los deseos del segundo. Eso sería saber gestionar al Ego.

Esto puede ser desde dejar un cargo jerárquico en una multinacional para ser profesor de yoga, hasta soltar el deseo de tener la razón. Desde la máscara construida por el Ego no nos gusta que nos vean vulnerables, inseguros o débiles entonces este fantasma invisible querrá ocultar cualquier error, miedo o duda de nuestro ser Auténtico. A menos que logremos pillarlo y gestionarlo.

Y cómo sociedad, ¿por dónde empezamos?

Es importante que desde lo individual, sobre todo aquellas personas en espacios de liderazgo, tomemos consciencia de la voz de nuestro Ego y nos conozcamos para conectar con nuestro ser Auténtico.

Aprender a escucharlo nos dará mucha claridad sobre qué camino tomar en nuestras vidas y qué es lo verdaderamente importante para nosotros.

De esta forma, el “éxito” no será un enlatado que hay que comprar, y podremos seguir promoviendo un sistema nuevo con valores diferentes basados en lo genuino.

Claramente el sistema que nos trajo hasta acá sólo ha alentado el Ego de las personas y no lo auténtico de ellas generando mucha infelicidad, desconexión con uno mismo y un vacío en la búsqueda del “sueño americano” que no es más que una perversa ilusión.

El estar alineado a nuestra parte Auténtica, el ser coherente entre lo que hacemos, decimos y sentimos nos permitirá actuar diferente, conectar diferente entre nosotros y lograr resultados diferentes.

Hace poco realizaste un ciclo de charlas sobre reinvención profesional, ¿cómo se relaciona con todo esto que planteas?

Sí, creé el programa REINVENT que busca a invitar a las personas a que se reinventen anclándose en su parte más auténtica y genuina.

En general, cuando las personas toman conciencia de las jugadas de sus Egos comienzan un proceso de cuestionamiento y de querer conectar con su ser Auténtico para crear esa vida que siempre quisieron.

El cambio profesional suele venir de la mano de este proceso. El deseo de conectar con un propósito más profundo, de darle sentido al trabajo que hacemos a diario alimentando a nuestro ser Auténtico y no al Ego, lleva a un proceso de reinvención profesional.

Esto, además, se da en un momento de revolución digital en donde ya de por sí son muchas las transformaciones que se están impulsando y el poder de reinventarnos es un llamado que no debemos dejar de atender. No sólo para ser felices, sino también para sobrevivir al tsunami de cambios que se viene. Pero ese es otro capítulo.

Jaime Andrés Piedrahita. Administrador de Negocios bilingüe, con especialización en Mercadeo y Maestría en Dirección Comercial y Marketing. Líder con amplia experiencia en la elaboración y ejecución de planes estratégicos de mercadeo, trade marketing y comerciales, generación de nuevos negocios e innovación de productos en compañías de consumo masivo.

La muerte del ego como camino hacia el Liderazgo

Panamerican Business School PBS
09 de octubre, 2020

Ningún rincón del planeta le escapa al cambio. Estamos en un momento de transformación queramos o no. El covid 19 no sólo pone en evidencia la crisis de un sistema que necesita cambiar, sino que además, está acelerando este proceso. Nuestro sistema de valores está tomando un nuevo rumbo, con un sentido que ya, poco a poco, deja de estar manejado por nuestro Ego.

Por años el sistema alimentó el Ego de las personas en función de los resultados. Desde la educación en las casas, las escuelas, la religión, las empresas, el Ego siempre fue el talón de aquiles para lograr controlar “a las masas”.

¿Qué significa esto? Como seres sociales que somos buscamos siempre el reconocimiento del otro. Necesitamos de un otro para sobrevivir, entonces nos importa responder a su “aceptación” para sentirnos parte de una sociedad.

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Basado en un sistema de dualidad, fuimos criados bajo la idea de que “si hacemos lo que se espera de nosotros” seremos queridos, aceptados, reconocidos. De lo contrario, seremos rechazados, humillados.

Este paradigma empodera a nuestro Ego, que se esfuerza por responder a esos patrones en busca del reconocimiento. Podríamos decir que esa es la función del Ego.

Pero el Ego termina siendo un “falso yo”; una máscara construida en base a lo que otros esperan de nosotros o en base a lo que creemos que los otros quieren de nosotros.

Sin darnos cuenta nos vamos alejando de quién verdaderamente somos. Y acá es cuando nos desconectamos de nuestro ser auténtico y dejamos que nuestra vida sea dirigida por el Ego, bajo un sistema de valores y una agenda que mira hacia el afuera.

¿Qué rol juegan las organizaciones en todo esto?

Una forma sutil de control es alimentar al Ego de las personas. Una de las historias del libro La Muerte del Ego como camino hacia el liderazgo muestra muy claramente esta dinámica.

Pablo Maison, que por más de 20 años trabajó en Unilever llegando a ser Vicepresidente regional de RRHH, comenta cómo su carrera en la multinacional se basó en ir siguiendo un “camino de éxito” basado en la productividad, en la competencia y en la constante búsqueda de resultados de alto desempeño a costa de sensaciones de sufrimiento y mucho desgaste emocional.

“Cuando pasas demasiado tiempo creando un personaje, hay un momento en el que quien sos realmente entra en coalición con la persona en la que te convertiste para sobrevivir a un determinado ambiente”, cuenta en el libro.

Y fuera del ámbito corporativo, ¿dónde se ve?

Esta misma dinámica se encuentra en el concepto de “éxito” de cualquier ámbito. A mí en lo personal me pasó. Yo me crié con un sistema de valores en el cual un título universitario, un cargo profesional y una familia, eran la clave del éxito.

Hoy, luego de mucho trabajo con mi Ego, logro cuestionar esas creencias. De hecho, nosotros hablamos de esa creencias como falacias del Ego.

El Ego nos hace creer que somos lo que tenemos (y que nuestro valor está en elementos materiales que tenemos); somos lo que hacemos (y que un título o un cargo define cuánto valemos como personas) y que somos lo que dicen de nosotros (haciéndonos creer que la mirada del otro nos hace mejor o peor persona).

Es difícil romper con estas creencias porque están muy arraigadas no sólo en uno, sino en el inconsciente colectivo de nuestra sociedad.

¿Y cómo salimos de esta encrucijada?

El primer paso es darnos cuenta de que estamos en esta encrucijada; de que, si bien el Ego va feliz encontrando el reconocimiento de otros, hay una parte muy interna nuestra que siente incomodidad, que empieza a pasarla mal, que duda, que se siente infeliz.

Es un llamado interno que no puede seguir lidiando con tanta contradicción entre el personaje que fuimos creando y quien verdaderamente somos.

Nosotros lo planteamos como dos voces internas, por un lado, la del Ego y por el otro, la de nuestro ser Auténtico. Conectar con nuestra parte auténtica, observarla, darse cuenta qué es lo que necesita, más allá de lo que otros esperan de nosotros, es una forma de gestionar al Ego.

Vimos que hablan de gestionar al Ego, ¿no se lo puede matar?

El Ego siempre estará ahí. Creemos que es algo innato de la naturaleza del hombre en esto que planteábamos de que somos seres social y necesitamos buscar el reconocimiento para ser aceptados en la sociedad.

Por eso, creemos que la clave está en saber reconocer la voz del Ego, distinguir la del ser Auténtico y responder a los deseos del segundo. Eso sería saber gestionar al Ego.

Esto puede ser desde dejar un cargo jerárquico en una multinacional para ser profesor de yoga, hasta soltar el deseo de tener la razón. Desde la máscara construida por el Ego no nos gusta que nos vean vulnerables, inseguros o débiles entonces este fantasma invisible querrá ocultar cualquier error, miedo o duda de nuestro ser Auténtico. A menos que logremos pillarlo y gestionarlo.

Y cómo sociedad, ¿por dónde empezamos?

Es importante que desde lo individual, sobre todo aquellas personas en espacios de liderazgo, tomemos consciencia de la voz de nuestro Ego y nos conozcamos para conectar con nuestro ser Auténtico.

Aprender a escucharlo nos dará mucha claridad sobre qué camino tomar en nuestras vidas y qué es lo verdaderamente importante para nosotros.

De esta forma, el “éxito” no será un enlatado que hay que comprar, y podremos seguir promoviendo un sistema nuevo con valores diferentes basados en lo genuino.

Claramente el sistema que nos trajo hasta acá sólo ha alentado el Ego de las personas y no lo auténtico de ellas generando mucha infelicidad, desconexión con uno mismo y un vacío en la búsqueda del “sueño americano” que no es más que una perversa ilusión.

El estar alineado a nuestra parte Auténtica, el ser coherente entre lo que hacemos, decimos y sentimos nos permitirá actuar diferente, conectar diferente entre nosotros y lograr resultados diferentes.

Hace poco realizaste un ciclo de charlas sobre reinvención profesional, ¿cómo se relaciona con todo esto que planteas?

Sí, creé el programa REINVENT que busca a invitar a las personas a que se reinventen anclándose en su parte más auténtica y genuina.

En general, cuando las personas toman conciencia de las jugadas de sus Egos comienzan un proceso de cuestionamiento y de querer conectar con su ser Auténtico para crear esa vida que siempre quisieron.

El cambio profesional suele venir de la mano de este proceso. El deseo de conectar con un propósito más profundo, de darle sentido al trabajo que hacemos a diario alimentando a nuestro ser Auténtico y no al Ego, lleva a un proceso de reinvención profesional.

Esto, además, se da en un momento de revolución digital en donde ya de por sí son muchas las transformaciones que se están impulsando y el poder de reinventarnos es un llamado que no debemos dejar de atender. No sólo para ser felices, sino también para sobrevivir al tsunami de cambios que se viene. Pero ese es otro capítulo.

Jaime Andrés Piedrahita. Administrador de Negocios bilingüe, con especialización en Mercadeo y Maestría en Dirección Comercial y Marketing. Líder con amplia experiencia en la elaboración y ejecución de planes estratégicos de mercadeo, trade marketing y comerciales, generación de nuevos negocios e innovación de productos en compañías de consumo masivo.

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