Rodolfo Álvarez Ballesteros nunca ha dejado de votar. Nació en 1947 y desde que cumplió la mayoría de edad, siempre ha cumplido con su deber cívico.
Este domingo 11 de agosto no fue la excepción. Llegó al centro de votación del colegio Liceo Javier y aunque no se movilizó por sus propios medios, llegó optimista, pese a los padecimientos que le impiden caminar.
En una silla de ruedas, acompañado de su esposa Reyna Margarita González, Álvarez acudió a la mesa receptora de votos confiando en que un nuevo gobierno traerá cambios favorables para el país.
Trabajo, seguridad y una mejor pensión para los jubilados, son algunos de los motivos que impulsaron a Rodolfo a votar. “Tengo cáncer”, dijo, pero su voz no era de queja, sino de esperanza.
Un líder nato
Mientras se realizaba la entrevista, varias personas, de todas las edades, se acercaron a saludarlo. “Qué bueno verlo don Rodolfo”, “¿Qué esté muy bien don Rodolfo”, fueron algunas frases que se escucharon.
“Me conocen porque en Villalobos (colonia de Villa Nueva) he sido miembro de la asociación de vecinos, siempre velando por el bienestar de la mayoría”, dice Rodolfo.
Recuerda que participó en política partidista y también como miembro de las mesas de receptoras de votos y ahora que está jubilado, no deja de alzar su voz demandando atención para ese sector de la población.
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En una silla de ruedas, acompañado de su esposa Reyna Margarita González, Álvarez acudió a la mesa receptora de votos confiando en que un nuevo gobierno traerá cambios favorables para el país.
Trabajo, seguridad y una mejor pensión para los jubilados, son algunos de los motivos que impulsaron a Rodolfo a votar. “Tengo cáncer”, dijo, pero su voz no era de queja, sino de esperanza.
Un líder nato
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“Me conocen porque en Villalobos (colonia de Villa Nueva) he sido miembro de la asociación de vecinos, siempre velando por el bienestar de la mayoría”, dice Rodolfo.
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