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Somos Mujeres

Claudia Jo Ríos
11 de marzo, 2019

Marzo es un buen mes para sentirnos fuertes como mujeres.

Un buen mes para seguir trabajando en tener presencia activa a nivel país.

Para detenernos en las cifras y motivarnos porque aún cuando siguen cortas, hemos avanzado como sociedad marcando el paso hacia a la participación de las mujeres en distintas esferas a nivel país.

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Al ser testigo de un momento histórico en el que tres mujeres se postulan a la presidencia de la #República de Guatemala, me permite pensar que las puertas se están abriendo, amplias y anchas.

Cada vez somos más las mujeres que figuran papeles que por años han estado ocupados por hombres, y esto me da esperanza.

Pero aún queda camino por recorrer en el mercado de trabajo y acceso al crédito.

Según datos de ONU mujeres, la tasa global de presencia por sexo en puestos laborales formales en Guatemala, indica que el solo el 41 por ciento son mujeres.

Y más allá cuando nos adentramos en las condiciones laborales en materia de contratos y cobertura social, sólo el 33.8 por ciento de mujeres cuenta con un contrato laboral formal.

Y además de no tener contratos laborales formales, las mujeres trabajan más que los hombres, en promedio 13 horas diarias.

Me refiero a que las mujeres tienen responsabilidades que también son trabajo, aunque no sea remunerado. Dedicamos entre 1 y 3 horas más que los hombres a labores domésticas lo que implica entre 1 y 4 horas diarias menos a actividades de mercado.

Al hablar de no participación en la fuerza laboral, me viene a la mente la palabra desempleo.

Y de nuevo los datos respaldan que en realidad el problema principal del mercado de trabajo para Guatemala no es el desempleo abierto, sino la escasa fuente de empleos formales.

Y aunque el dato aquí sea positivo para las mujeres, puesto que la tasa de la presencia femenina supera a la de los hombres con un 73 por ciento versus un 69 por ciento, existe el tema de los salarios.

Las mujeres trabajamos más y aún así ganamos menos. La brecha salarial para mujeres en empleos del sector privado es del 18 por ciento. Y a nivel general en Guatemala el nivel de ingresos promedio está por debajo del salario mínimo en un 25 por ciento.

Y esto nos lleva al tema del acceso al crédito: según data de la Superintendencia de Bancos solo 4 de 10 créditos otorgados en el sistema bancario del país son destinados a mujeres, y cuando se otorgan, los montos son menores en relación a los que se otorgan a los hombres, aún cuando los datos revelan que la morosidad es mucho más baja en mujeres.

Y así podríamos seguir enumerando y contando.

Pero ¿por qué pasa esto? ¿son paradigmas, estereotipos? ¿nos ven a las mujeres menos capaces que los hombres? ¿por qué pagarnos menos, negarnos créditos, darnos menos oportunidad de accesar a puestos gerenciales?

En este #MesdelaMujer me cuestiono de forma directa, real y profunda sobre estos temas y me uno al llamado de igualdad de derechos y condiciones entre hombres y mujeres.

Respetando nuestras diferencias, exaltamos lo que nos hace iguales.

Somos Mujeres

Claudia Jo Ríos
11 de marzo, 2019

Marzo es un buen mes para sentirnos fuertes como mujeres.

Un buen mes para seguir trabajando en tener presencia activa a nivel país.

Para detenernos en las cifras y motivarnos porque aún cuando siguen cortas, hemos avanzado como sociedad marcando el paso hacia a la participación de las mujeres en distintas esferas a nivel país.

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Al ser testigo de un momento histórico en el que tres mujeres se postulan a la presidencia de la #República de Guatemala, me permite pensar que las puertas se están abriendo, amplias y anchas.

Cada vez somos más las mujeres que figuran papeles que por años han estado ocupados por hombres, y esto me da esperanza.

Pero aún queda camino por recorrer en el mercado de trabajo y acceso al crédito.

Según datos de ONU mujeres, la tasa global de presencia por sexo en puestos laborales formales en Guatemala, indica que el solo el 41 por ciento son mujeres.

Y más allá cuando nos adentramos en las condiciones laborales en materia de contratos y cobertura social, sólo el 33.8 por ciento de mujeres cuenta con un contrato laboral formal.

Y además de no tener contratos laborales formales, las mujeres trabajan más que los hombres, en promedio 13 horas diarias.

Me refiero a que las mujeres tienen responsabilidades que también son trabajo, aunque no sea remunerado. Dedicamos entre 1 y 3 horas más que los hombres a labores domésticas lo que implica entre 1 y 4 horas diarias menos a actividades de mercado.

Al hablar de no participación en la fuerza laboral, me viene a la mente la palabra desempleo.

Y de nuevo los datos respaldan que en realidad el problema principal del mercado de trabajo para Guatemala no es el desempleo abierto, sino la escasa fuente de empleos formales.

Y aunque el dato aquí sea positivo para las mujeres, puesto que la tasa de la presencia femenina supera a la de los hombres con un 73 por ciento versus un 69 por ciento, existe el tema de los salarios.

Las mujeres trabajamos más y aún así ganamos menos. La brecha salarial para mujeres en empleos del sector privado es del 18 por ciento. Y a nivel general en Guatemala el nivel de ingresos promedio está por debajo del salario mínimo en un 25 por ciento.

Y esto nos lleva al tema del acceso al crédito: según data de la Superintendencia de Bancos solo 4 de 10 créditos otorgados en el sistema bancario del país son destinados a mujeres, y cuando se otorgan, los montos son menores en relación a los que se otorgan a los hombres, aún cuando los datos revelan que la morosidad es mucho más baja en mujeres.

Y así podríamos seguir enumerando y contando.

Pero ¿por qué pasa esto? ¿son paradigmas, estereotipos? ¿nos ven a las mujeres menos capaces que los hombres? ¿por qué pagarnos menos, negarnos créditos, darnos menos oportunidad de accesar a puestos gerenciales?

En este #MesdelaMujer me cuestiono de forma directa, real y profunda sobre estos temas y me uno al llamado de igualdad de derechos y condiciones entre hombres y mujeres.

Respetando nuestras diferencias, exaltamos lo que nos hace iguales.

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