Conoce la catedral de San Basilio, la atracción turística favorita de Rusia.
El ingreso tiene un valor de 1,000 rublos, unos Q120.00 para los chapines.
Ingresas y hay que guardar la cámara. Al lado izquierdo hay una capilla llena de personas con un enorme e indescriptible cielo pintado de oro.
Luego de una conversación de español, ruso, inglés y lenguaje de señas, el cuidador principal deja sacar la cámara y te despierta fotografiarlo todo.
Por fuera y de cerca parece pequeña, pero no lo es. Es una fusión entre iglesia y castillo de laberintos preparados para una batalla.
Tal vez así lo pidió Iván “El Terrible”, cuando pidió su construcción para conmemorar la conquista de Katano de Kazán en 1555. Se terminó en 1561.
Sus pasillos a media luz te sorprenden con espléndidos murales, cúpulas y columnas con líneas de colores en cada detalle.
Allí se conservan objetos, joyas, pinturas y esculturas de sus pasados inquilinos religiosos y de una belleza única.
Su construcción la integran ocho iglesias laterales alrededor de un núcleo. Por fuera, el principal atractivo son sus nueve cúpulas.
Con más de 456 años, la catedral sobrevivió media docena de incendios, la invasión de las tropas de Napoleón y la amenaza de demolición de la ex Unión Soviética, para dejar más espacio para los desfiles.
Además, adentro y entre pausas, destacan dos tiendas de recuerdos que no desentonan con la belleza arquitectónica del lugar.
Al salir, todos los visitantes voltean, todos. Seguro es ese atractivo que convenció a Alekséi Pázhitnov para colocarla en la portada de Tetris en 1984.
San Basilio es la pequeña belleza de la arquitectura rusa con las que todos se quieren fotografiar.
No te pierdas:
Con información de #corresponsalrepublica.
Conoce la catedral de San Basilio, la atracción turística favorita de Rusia.
El ingreso tiene un valor de 1,000 rublos, unos Q120.00 para los chapines.
Ingresas y hay que guardar la cámara. Al lado izquierdo hay una capilla llena de personas con un enorme e indescriptible cielo pintado de oro.
Luego de una conversación de español, ruso, inglés y lenguaje de señas, el cuidador principal deja sacar la cámara y te despierta fotografiarlo todo.
Por fuera y de cerca parece pequeña, pero no lo es. Es una fusión entre iglesia y castillo de laberintos preparados para una batalla.
Tal vez así lo pidió Iván “El Terrible”, cuando pidió su construcción para conmemorar la conquista de Katano de Kazán en 1555. Se terminó en 1561.
Sus pasillos a media luz te sorprenden con espléndidos murales, cúpulas y columnas con líneas de colores en cada detalle.
Allí se conservan objetos, joyas, pinturas y esculturas de sus pasados inquilinos religiosos y de una belleza única.
Su construcción la integran ocho iglesias laterales alrededor de un núcleo. Por fuera, el principal atractivo son sus nueve cúpulas.
Con más de 456 años, la catedral sobrevivió media docena de incendios, la invasión de las tropas de Napoleón y la amenaza de demolición de la ex Unión Soviética, para dejar más espacio para los desfiles.
Además, adentro y entre pausas, destacan dos tiendas de recuerdos que no desentonan con la belleza arquitectónica del lugar.
Al salir, todos los visitantes voltean, todos. Seguro es ese atractivo que convenció a Alekséi Pázhitnov para colocarla en la portada de Tetris en 1984.
San Basilio es la pequeña belleza de la arquitectura rusa con las que todos se quieren fotografiar.
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