Un año después del Paro Nacional que unió a todos los guatemaltecos, aquel #27A o 27 de agosto, para pedir a todo pulmón la renuncia del entonces presidente Otto Pérez Molina, se considera que fue un acontecimiento singular en la historia reciente de Guatemala.
Representantes de muchos sectores de la sociedad hicieron a un lado sus prejuicios, profesiones y clases sociales para salir a la convocatoria y marchar con destino a la Plaza de la Constitución, entonando el himno y ondeando la bandera nacional.
Latinoamérica habló de Guatemala como un ejemplo para la región. Países vecinos como México y Honduras envidiaban la lucha de una sociedad que se unió para decir un “Basta Ya”. Las imágenes que dieron vuelta al mundo como la entonación del himno nacional en la plaza central o Luna de Xelajú, en el parque Central de Quetzaltenango, conmovieron al país.
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Según analistas y empresarios consultados, los políticos temblaron y el activismo social le dio significado a la auditoría social, lo que causó que el siguiente gobierno pensara dos veces antes de firmar un acuerdo.
Video producido por Cuatro Chocas
El presidente de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), Rolando Paiz, recuerda aquel 27 de agosto con mucha emoción. “Fue un día histórico para el país”, afirma. Rememora que se encontraba en un restaurante con varios empresarios y de pronto llegó la Junta Directiva del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales Industriales y Financieras.
Los comensales empezaron a entonar el himno y luego todos lo cantaron “a todo pulmón. Los guatemaltecos se involucraron y reinó un espíritu de amor a Guatemala”, agrega.
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Para el director de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (FUNDESA), Juan Carlos Zapata, aquella fecha sirvió para criticar, pero “ahora se debe pasar de la protesta para trabajar por el país que queremos”.
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Para Raquel Zelaya presidenta de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), aquellas manifestaciones de jóvenes es la nueva generación de liderazgo político y por el momento parece que se ha regresado a la indiferencia política. “Eso es muy peligroso, hace falta liderazgo“, añade.
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Para el exvicepresidente Eduardo Stein, la ciudadanía está más consciente de sus derechos y vigilante en el uso de los recursos públicos. “Eso se incrementó por las protestas realizadas el año pasado. Hemos tenido una cátedra permanente de cómo está funcionado de mal o bien, la justicia en estos temas”, expresa.
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Aquel activismo ciudadano que salió a expresar su indignación y que ahora vigila el proceso penal contra la supuesta red de corrupción conocida como “La Línea” y “Cooptación del Estado”, también sigue de cerca el trabajo del presidente Jimmy Morales en el Ejecutivo, así como en los organismos Judicial y Legislativo. Las redes sociales son un termómetro permanente.
Se escucha en muchos eventos que la ciudadanía empieza a dar vestigios de madurez política y está en la encrucijada de decidir qué país desea construir para los próximos años. El espíritu de aquel despertar del 2015 sigue latiendo.
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El presidente de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), Rolando Paiz, recuerda aquel 27 de agosto con mucha emoción. “Fue un día histórico para el país”, afirma. Rememora que se encontraba en un restaurante con varios empresarios y de pronto llegó la Junta Directiva del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales Industriales y Financieras.
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