Los padres son lo más valioso que tenemos. Son las personas que nos conocen y nos entienden mejor que todos. Y nos quieren más que nada en el mundo.
Brenna Martin lo comprobó mil veces.
En la graduación mi papá me dijo que tenía un regalo para mí. Pensé que iba a ser una tarjetita pero lo que me regaló no tiene precio. Después de la ceremonia, mi papá me entregó el libro del Doctor Suess «Los lugares a donde irás». Primero solo sonreí y le dije que esto significaba mucho para mí y que el libro me gustaba. Pero me respondió: «No, ábrelo».
En la primera página vi un pequeño párrafo escrito por nadie más y nadie menos que mi maestra de preescolar. Empecé a entender algo pero aún estaba confundida. Mi papá dijo: «Cada uno de los últimos 13 años, desde que ingresaste al kinder, me acercaba a cada maestro, cada profesor, cada entrenador y cada director que tenías para que escribieran algo acerca de ti en este libro».
Los maestros que me enseñaban en los primeros años decían que «iba a la escuela con trenzas y que me reía mucho», mientras los maestros de grados superiores decían que era «observadora e inteligente». Pero todos notaron mi sentido del humor y mi pasión por la vida. No puedo expresar en palabras lo fabuloso que fue recibir un regalo así: conmovedor, emocionante, lleno de nostalgia y recuerdos valiosos.
No dejes de demostrarle tu cariño a los que más quieres, una sorpresa así no tiene precio.
Los padres son lo más valioso que tenemos. Son las personas que nos conocen y nos entienden mejor que todos. Y nos quieren más que nada en el mundo.
Brenna Martin lo comprobó mil veces.
En la graduación mi papá me dijo que tenía un regalo para mí. Pensé que iba a ser una tarjetita pero lo que me regaló no tiene precio. Después de la ceremonia, mi papá me entregó el libro del Doctor Suess «Los lugares a donde irás». Primero solo sonreí y le dije que esto significaba mucho para mí y que el libro me gustaba. Pero me respondió: «No, ábrelo».
En la primera página vi un pequeño párrafo escrito por nadie más y nadie menos que mi maestra de preescolar. Empecé a entender algo pero aún estaba confundida. Mi papá dijo: «Cada uno de los últimos 13 años, desde que ingresaste al kinder, me acercaba a cada maestro, cada profesor, cada entrenador y cada director que tenías para que escribieran algo acerca de ti en este libro».
Los maestros que me enseñaban en los primeros años decían que «iba a la escuela con trenzas y que me reía mucho», mientras los maestros de grados superiores decían que era «observadora e inteligente». Pero todos notaron mi sentido del humor y mi pasión por la vida. No puedo expresar en palabras lo fabuloso que fue recibir un regalo así: conmovedor, emocionante, lleno de nostalgia y recuerdos valiosos.
No dejes de demostrarle tu cariño a los que más quieres, una sorpresa así no tiene precio.