Poco se sabe del personaje del Chavo del 8 más que es huérfano y le fascinan las tortas de jamón más allá de esto los fanáticos de la serie tienen muchas interrogantes sobre el “chavito”.
Empecemos por decir su nombre. Se llama Rodolfo Pietro Filiberto Raffaello Guglielmi, según escribió Roberto Gómez Bolaños alias “Chespirito” creador e intérprete del personaje el cual difundió en el libro “El diario de El Chavo”.
El Chavo no vivía en el barril solo se resguardaba. Él vivía en el apartamento 8 pero no se aclaró si el señor Barriga tenía conocimiento que, efectivamente vivía ahí o lo hacía a espaldas del cobrador barrigón.
Gómez Bolaños también dice que el famoso “chavito” nunca tuvo relación con su padre pero sí con su madre que lo dejaba en la guardería para irse a trabajar pero un día no volvió a buscarlo por lo que fue llevado a un orfanato.
“La encargada principal era la señora Martina y ella siempre estaba de mal humor y les pegaba a todos los niños. A mí una vez me sacó sangre de la nariz y luego se enojó porque manché mi ropa con la sangre”, dice en el diario. Por supuesto, el Chavo se escapó.
El Chavo es llevado a la vecindad por una anciana que lo encuentra y lo lleva a la vecindad donde habían otros niños y ahí tuvo muchas aventuras con sus amigos pero nunca dejó de ser pobre, aclara en su diario Chespirito.
El diario no dice más sobre la ancianita y que le temblaban mucho las manos. “Una vez llegué a la vivienda y me di cuenta que ya no le temblaban las manos; y ella toda estaba quietecita, quitecita. Creo que la enterraron al día siguiente”, dice el diario y otra vez se quedó solo.
Fue entonces cuando conoció a todos. Don Ramón, la Chilindrina, Doña Cletilde “La Bruja del 71”, El señor Barriga, El profesor Jirafales, Doña Florinda, Quico, Ñoño, la Popis y los demás amigos de la escuela.
Poco se sabe del personaje del Chavo del 8 más que es huérfano y le fascinan las tortas de jamón más allá de esto los fanáticos de la serie tienen muchas interrogantes sobre el “chavito”.
Empecemos por decir su nombre. Se llama Rodolfo Pietro Filiberto Raffaello Guglielmi, según escribió Roberto Gómez Bolaños alias “Chespirito” creador e intérprete del personaje el cual difundió en el libro “El diario de El Chavo”.
El Chavo no vivía en el barril solo se resguardaba. Él vivía en el apartamento 8 pero no se aclaró si el señor Barriga tenía conocimiento que, efectivamente vivía ahí o lo hacía a espaldas del cobrador barrigón.
Gómez Bolaños también dice que el famoso “chavito” nunca tuvo relación con su padre pero sí con su madre que lo dejaba en la guardería para irse a trabajar pero un día no volvió a buscarlo por lo que fue llevado a un orfanato.
“La encargada principal era la señora Martina y ella siempre estaba de mal humor y les pegaba a todos los niños. A mí una vez me sacó sangre de la nariz y luego se enojó porque manché mi ropa con la sangre”, dice en el diario. Por supuesto, el Chavo se escapó.
El Chavo es llevado a la vecindad por una anciana que lo encuentra y lo lleva a la vecindad donde habían otros niños y ahí tuvo muchas aventuras con sus amigos pero nunca dejó de ser pobre, aclara en su diario Chespirito.
El diario no dice más sobre la ancianita y que le temblaban mucho las manos. “Una vez llegué a la vivienda y me di cuenta que ya no le temblaban las manos; y ella toda estaba quietecita, quitecita. Creo que la enterraron al día siguiente”, dice el diario y otra vez se quedó solo.
Fue entonces cuando conoció a todos. Don Ramón, la Chilindrina, Doña Cletilde “La Bruja del 71”, El señor Barriga, El profesor Jirafales, Doña Florinda, Quico, Ñoño, la Popis y los demás amigos de la escuela.