Política
Política
Empresa
Empresa
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial
Videos
Videos

Manifestaciones en Guatemala inspiran a Centroamérica

Allan Martinez
02 de septiembre, 2015

Con información de AFP

“Sí, nos identificamos con los ‘indignados'”, confía Álvaro Montenegro, estudiante de Derecho de 27 años que forma parte de los organizadores de las primeras protestas en Guatemala, las cuales iniciaron en 25 en abril pasado.

“De alguna manera, sí nos inspira, pero no fue algo planificado, son las circunstancias de cada país”, señala, y subraya las diferencias entre España y Guatemala, país minado por la violencia del crimen organizado y la pobreza, tras 36 años de guerra civil (1960-1996).

SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER

Y es que las manifestaciones tuvieron su detonante en las redes sociales. Una convocatoria en Facebook fue lo encendió la chispa del 25 de abril, luego que se revelara un escándalo de corrupción que alcanzaba al gobierno.

“Emitimos un comunicado para decir que no estábamos vinculados a ningún partido político, que no iba a haber ningún escenario porque no queríamos promover a ningún líder, y que queríamos hacerlo de forma pacífica”, explica Álvaro.

Gracias al boca a boca y a las redes sociales la convocatoria superó todas sus expectativas: unas 30 mil personas participaron de la primera manifestación, a la que asistieron familias, estudiantes, jubilados e indígenas.

Las marchas se fueron sucediendo así como las revelaciones de nuevos casos de corrupción, que salpicaron al propio presidente Otto Pérez, a quien el martes el Congreso despojó de su inmunidad para que sea investigado por la justicia.

En Honduras prenden las antorchas

En Honduras las protestas empezaron desde hace unas semanas dedicadas al presidente Juan Orlando Hernández candidato de derecha que también es acusado de corrupción.

Alentados por los resultados de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), los hondureños, que también se autoproclaman “indignados”, exigen una comisión similar en su país.

Cada semana desfilan con antorchas, también reclamando la renuncia de su presidente.

“Antes los participantes en las manifestaciones eran vistos como vagos, vándalos, ahora eso ha cambiado, familias enteras hasta con niños salen a manifestarse, hasta los niños están viendo que la corrupción es mala”, señala Gabriela Blen, estudiante de 27 años en contacto regular con el movimiento guatemalteco.

Según Blen, “antes había una actitud pasiva hacia la corrupción y eso ha cambiado”.

“Los medios trataron de invisibilizar el movimiento, pero llegó a ser tan grande que les resultó imposible”, indica por su parte Paul Emilio Zepeda, abogado de 28 años involucrado en este movimiento que hasta ahora ha reunido hasta 100 mil personas.

La chispa también se encendió en El Salvador

“Les estamos dando mucha información, compartiendo nuestra experiencia”, explica Álvaro Montenegro.

En este país es el expresidente Francisco Flores quien está involucrado en un escándalo de corrupción, pero hasta ahora no ha surgido ningún movimiento de protesta. Tampoco en Panamá, donde el exmandatario Ricardo Martinelli, investigado por la justicia, dejó el país en enero.

En El Salvador “sobre todo la derecha opositora quisiera ver cuanto antes instalada alguna comisión al estilo de la CICIG de Guatemala”, explica el analista salvadoreño Dagoberto Gutiérrez.

Y en Panamá “hay un despertar en la población, que empieza a estar cada día un poco más atenta a los temas de corrupción”, comenta Ramón Arias, presidente de la Fundación para el Desarrollo y la Libertad Ciudadana.

Esto “no ha tomado quizás la fuerza de Guatemala y Honduras en los últimos tiempos, porque aquí la gente es quizás un poco más pasiva ante los escándalos de corrupción pero se comienza a ver un sentimiento generalizado de que la corrupción no es tolerable”, explica.

En España el movimiento de “indignados” derivó en 2015 en el éxito político de los partidos Podemos y Ciudadanos.

En Guatemala, donde habrá elecciones generales el próximo domingo, “apenas estamos empezando”, observa Manfredo Marroquin, presidente de la ONG Acción Ciudadana, rama local de la organización contra la corrupción Transparency International. Pero cree que si esto no se traduce más adelante en una fuerza política, “no sirve para nada”.

Manifestaciones en Guatemala inspiran a Centroamérica

Allan Martinez
02 de septiembre, 2015

Con información de AFP

“Sí, nos identificamos con los ‘indignados'”, confía Álvaro Montenegro, estudiante de Derecho de 27 años que forma parte de los organizadores de las primeras protestas en Guatemala, las cuales iniciaron en 25 en abril pasado.

“De alguna manera, sí nos inspira, pero no fue algo planificado, son las circunstancias de cada país”, señala, y subraya las diferencias entre España y Guatemala, país minado por la violencia del crimen organizado y la pobreza, tras 36 años de guerra civil (1960-1996).

SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER

Y es que las manifestaciones tuvieron su detonante en las redes sociales. Una convocatoria en Facebook fue lo encendió la chispa del 25 de abril, luego que se revelara un escándalo de corrupción que alcanzaba al gobierno.

“Emitimos un comunicado para decir que no estábamos vinculados a ningún partido político, que no iba a haber ningún escenario porque no queríamos promover a ningún líder, y que queríamos hacerlo de forma pacífica”, explica Álvaro.

Gracias al boca a boca y a las redes sociales la convocatoria superó todas sus expectativas: unas 30 mil personas participaron de la primera manifestación, a la que asistieron familias, estudiantes, jubilados e indígenas.

Las marchas se fueron sucediendo así como las revelaciones de nuevos casos de corrupción, que salpicaron al propio presidente Otto Pérez, a quien el martes el Congreso despojó de su inmunidad para que sea investigado por la justicia.

En Honduras prenden las antorchas

En Honduras las protestas empezaron desde hace unas semanas dedicadas al presidente Juan Orlando Hernández candidato de derecha que también es acusado de corrupción.

Alentados por los resultados de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), los hondureños, que también se autoproclaman “indignados”, exigen una comisión similar en su país.

Cada semana desfilan con antorchas, también reclamando la renuncia de su presidente.

“Antes los participantes en las manifestaciones eran vistos como vagos, vándalos, ahora eso ha cambiado, familias enteras hasta con niños salen a manifestarse, hasta los niños están viendo que la corrupción es mala”, señala Gabriela Blen, estudiante de 27 años en contacto regular con el movimiento guatemalteco.

Según Blen, “antes había una actitud pasiva hacia la corrupción y eso ha cambiado”.

“Los medios trataron de invisibilizar el movimiento, pero llegó a ser tan grande que les resultó imposible”, indica por su parte Paul Emilio Zepeda, abogado de 28 años involucrado en este movimiento que hasta ahora ha reunido hasta 100 mil personas.

La chispa también se encendió en El Salvador

“Les estamos dando mucha información, compartiendo nuestra experiencia”, explica Álvaro Montenegro.

En este país es el expresidente Francisco Flores quien está involucrado en un escándalo de corrupción, pero hasta ahora no ha surgido ningún movimiento de protesta. Tampoco en Panamá, donde el exmandatario Ricardo Martinelli, investigado por la justicia, dejó el país en enero.

En El Salvador “sobre todo la derecha opositora quisiera ver cuanto antes instalada alguna comisión al estilo de la CICIG de Guatemala”, explica el analista salvadoreño Dagoberto Gutiérrez.

Y en Panamá “hay un despertar en la población, que empieza a estar cada día un poco más atenta a los temas de corrupción”, comenta Ramón Arias, presidente de la Fundación para el Desarrollo y la Libertad Ciudadana.

Esto “no ha tomado quizás la fuerza de Guatemala y Honduras en los últimos tiempos, porque aquí la gente es quizás un poco más pasiva ante los escándalos de corrupción pero se comienza a ver un sentimiento generalizado de que la corrupción no es tolerable”, explica.

En España el movimiento de “indignados” derivó en 2015 en el éxito político de los partidos Podemos y Ciudadanos.

En Guatemala, donde habrá elecciones generales el próximo domingo, “apenas estamos empezando”, observa Manfredo Marroquin, presidente de la ONG Acción Ciudadana, rama local de la organización contra la corrupción Transparency International. Pero cree que si esto no se traduce más adelante en una fuerza política, “no sirve para nada”.

¿Quiere recibir notificaciones de alertas?