Pilotos de la rutas 36 y 37 decidieron suspender este miércoles el servicio de transporte urbano al denunciar amenazas de extorsión por parte de pandilleros, lo que afectó a cientos de usuarios.
Los buses de esas rutas cubren las colonias Bethania, Granizo y Amparo, de la zona 7, por lo que se vio a varias personas saturar picops y taxis para transportarse, mientras que otros optaron a por caminar hacia otras paradas y utilizar otras unidades.
Los conductores y ayudantes que paralizaron labores aseguran que integrantes de pandillas les anunciaron que hoy les entregarían celulares para concretar la extorsión, que llegaría a ser de Q10 mil por cada bus.
Este es el segundo paro de buses que se da en la semana por la misma razón. también ocurrió hace cuatro días en Santa Catarina Pinula, el cual mantiene afectados a vecinos de la aldea El Carmen, principalmente.
Tanto en la zona 7 como en Santa Catarina Pinula, los pilotos temen que se trate de otros casos del “bono navideño” o “aguinaldo” que pandilleros suelen cobrar a final de año, mientras la Policía hace averiguaciones en ambos casos.
Pilotos de la rutas 36 y 37 decidieron suspender este miércoles el servicio de transporte urbano al denunciar amenazas de extorsión por parte de pandilleros, lo que afectó a cientos de usuarios.
Los buses de esas rutas cubren las colonias Bethania, Granizo y Amparo, de la zona 7, por lo que se vio a varias personas saturar picops y taxis para transportarse, mientras que otros optaron a por caminar hacia otras paradas y utilizar otras unidades.
Los conductores y ayudantes que paralizaron labores aseguran que integrantes de pandillas les anunciaron que hoy les entregarían celulares para concretar la extorsión, que llegaría a ser de Q10 mil por cada bus.
Este es el segundo paro de buses que se da en la semana por la misma razón. también ocurrió hace cuatro días en Santa Catarina Pinula, el cual mantiene afectados a vecinos de la aldea El Carmen, principalmente.
Tanto en la zona 7 como en Santa Catarina Pinula, los pilotos temen que se trate de otros casos del “bono navideño” o “aguinaldo” que pandilleros suelen cobrar a final de año, mientras la Policía hace averiguaciones en ambos casos.