EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: Ya acomodado en un consultorio pequeño pero muy acogedor, le preguntamos sobre el futuro de Guatemala. Él saca sus preciadas cartas del tarot de entre un pañuelo verde. Entrecierra los ojos y la voz le cambia un poco. La cara antes sonriente, ahora es seria y concentrada. Luego de preguntar las generales de quien cuestiona, revuelve el mazo una y otra vez. Todo lo que ocurre y está alrededor parece desaparecer para él, que intenta conectarse con algo que es esquivo.
Mientras descansa entre un intento y otro, cuenta que los políticos le han consultado desde que empezó a trabajar hace 25 años. “Me preguntan sobre su vida personal pero también sobre su carrera. Quieren saber cómo les va a ir, qué oportunidades tienen sus contrincantes, si hay riesgo de algún atentado o peligro”, comparte. La mayoría lo hace de manera discreta, lo mandan a traer o le hablan por teléfono.
Señala que la vicepresidenta Roxana Baldetti le consulta cosas de Gobierno, y ‘como buena mujer tauro quiere tener control, hasta del futuro’. “Ella sí que tiene mano dura”, dice.
Visualizando el futuro de Guatemala
Al fin se conecta con las cartas y la información sale a torrentes, habla más rápido que antes. En el futuro de nuestro país no ve catástrofes en lo que resta de este año, pero tal vez temblores.
El parapsicólogo ve una mujer muy fuerte de signo libra, una política divorciada, llegar a la segunda vuelta electoral. “Ella tiene grandes posibilidades; incluso podría recibir apoyo oficialista”, detalla. Se refiere a la precandidata de un partido verde.
En cambio, el hombre blanco joven, que es apoyado por el partido oficial, no va a pasar de la primera vuelta. Le ve más popularidad al hombre libra que se encarga de la Cartera de Gobernación. Visualiza que el Alcalde actual de la ciudad capital se va a reelegir.
Las cartas siguen cayendo en la mesa. Ve a un hombre blanco con lentes que ha perdido peso, credibilidad y fuerza; no se le va acercar tanto a la mujer libra. En el tercer lugar estará el candidato que apoye el partido del Alcalde capitalino, puede ser un hombre mayor que es científico o un hombre más joven moreno.
Mirando con más detalle dice que no visualiza fraudes; todo va a ser normal aunque con peleas y luchas, incluso ve un atentado contra alguien pero éste sale ileso. No alcanza a precisar quién será el que se salvará.
Cuando cae la última carta, mira todas juntas con atención y señala que el panorama todavía no es muy claro. Hace falta esperar un poco más para que se dilucide mejor. Luego de ordenar el tarot y envolverlo en su pañuelo, ya con una sonrisa otra vez en sus labios, dice que es apolítico y que no apoya a nadie en particular.
Dejó la sotana
Siekavizza cuenta que nació en Colombia hace 50 años. Creció en un ambiente que mezclaba la religión con otras corrientes de pensamiento ya que su abuelo era un yugoslavo masón y su abuela era teósofa y rosacruz. Además, su tío fue un reconocido hipnólogo: Milán Siekavizza.
Piensa que su formación como sacerdote le enseñó una enorme paciencia. Eso le ayudó después cuando estudió psicología y parapsicología clínica, tanto en Guatemala como en Italia. “La primera estudia la conducta humana, y la otra se encarga de los fenómenos paranormales, como espíritus que se le presentan a las personas”, explica.
En este consultorio ambas ciencias se combinan para guiar a los pacientes y la fe les da fortaleza. “Yo no hago espiritismo; eso además de ser charlatanería es jugar con el demonio. No soy brujo, ni adivino”, asegura. Se lamenta que haya tantas personas estafando a gente que necesita ayuda, aprovechándose económicamente de ellos.
Pacientes de todo tipo
Desde los años 90 ha trabajado con medios de comunicación, tanto escritos como radiales y televisivos, escribiendo columnas, predicciones y horóscopos. La credibilidad la ha ganado no sólo al no caer en la charlatanería, sino también siendo escéptico en algunos temas, además es muy honesto con sus clientes. “Les explico que no se puede ‘amarrar’ o ‘enterrar’ a alguien, así es que mejor trabajamos en temas psicológicos para ayudarles a salir de la dependencia y el odio”, indica.
El problema con la gente que busca estas prácticas, según él, es que son vulnerables porque no creen en Dios ni en sí mismos. “No soy la última esperanza de nadie, sólo soy un guía y espectador de sus vidas. La decisión final la toma la persona, confiando en Dios”, considera Siekavizza.
Le consultan de todo: amor, dinero, profesión, negocios. “Ayudo a Ministros, Presidentes, candidatos, mujeres de la vida alegre, gente común. Todos tienen sus angustias y a mí no me asusta absolutamente nada, toda vez no se metan en mi vida”, aclara. Los únicos que no son bienvenidos en su consultorio son las personas agresivas con mala vibra.
Ha dado consultas a famosos como la cantante mexicana Yuri, la expresidenta de Nicaragua Violeta Chamorro, el músico Raúl Di Blasio, así como al expresidente de Guatemala, Eugenio Laugerud, y a la cantante colombiana Shakira; algunos en persona y otros por teléfono.
Como nos recibió, vuelve a salir a la puerta muy sonriente a despedirse, acompañado de sus perros.
Ya acomodado en un consultorio pequeño pero muy acogedor, le preguntamos sobre el futuro de Guatemala. Él saca sus preciadas cartas del tarot de entre un pañuelo verde. Entrecierra los ojos y la voz le cambia un poco. La cara antes sonriente, ahora es seria y concentrada. Luego de preguntar las generales de quien cuestiona, revuelve el mazo una y otra vez. Todo lo que ocurre y está alrededor parece desaparecer para él, que intenta conectarse con algo que es esquivo.
Mientras descansa entre un intento y otro, cuenta que los políticos le han consultado desde que empezó a trabajar hace 25 años. “Me preguntan sobre su vida personal pero también sobre su carrera. Quieren saber cómo les va a ir, qué oportunidades tienen sus contrincantes, si hay riesgo de algún atentado o peligro”, comparte. La mayoría lo hace de manera discreta, lo mandan a traer o le hablan por teléfono.
Señala que la vicepresidenta Roxana Baldetti le consulta cosas de Gobierno, y ‘como buena mujer tauro quiere tener control, hasta del futuro’. “Ella sí que tiene mano dura”, dice.
Visualizando el futuro de Guatemala
Al fin se conecta con las cartas y la información sale a torrentes, habla más rápido que antes. En el futuro de nuestro país no ve catástrofes en lo que resta de este año, pero tal vez temblores.
El parapsicólogo ve una mujer muy fuerte de signo libra, una política divorciada, llegar a la segunda vuelta electoral. “Ella tiene grandes posibilidades; incluso podría recibir apoyo oficialista”, detalla. Se refiere a la precandidata de un partido verde.
En cambio, el hombre blanco joven, que es apoyado por el partido oficial, no va a pasar de la primera vuelta. Le ve más popularidad al hombre libra que se encarga de la Cartera de Gobernación. Visualiza que el Alcalde actual de la ciudad capital se va a reelegir.
Las cartas siguen cayendo en la mesa. Ve a un hombre blanco con lentes que ha perdido peso, credibilidad y fuerza; no se le va acercar tanto a la mujer libra. En el tercer lugar estará el candidato que apoye el partido del Alcalde capitalino, puede ser un hombre mayor que es científico o un hombre más joven moreno.
Mirando con más detalle dice que no visualiza fraudes; todo va a ser normal aunque con peleas y luchas, incluso ve un atentado contra alguien pero éste sale ileso. No alcanza a precisar quién será el que se salvará.
Cuando cae la última carta, mira todas juntas con atención y señala que el panorama todavía no es muy claro. Hace falta esperar un poco más para que se dilucide mejor. Luego de ordenar el tarot y envolverlo en su pañuelo, ya con una sonrisa otra vez en sus labios, dice que es apolítico y que no apoya a nadie en particular.
Dejó la sotana
Siekavizza cuenta que nació en Colombia hace 50 años. Creció en un ambiente que mezclaba la religión con otras corrientes de pensamiento ya que su abuelo era un yugoslavo masón y su abuela era teósofa y rosacruz. Además, su tío fue un reconocido hipnólogo: Milán Siekavizza.
Piensa que su formación como sacerdote le enseñó una enorme paciencia. Eso le ayudó después cuando estudió psicología y parapsicología clínica, tanto en Guatemala como en Italia. “La primera estudia la conducta humana, y la otra se encarga de los fenómenos paranormales, como espíritus que se le presentan a las personas”, explica.
En este consultorio ambas ciencias se combinan para guiar a los pacientes y la fe les da fortaleza. “Yo no hago espiritismo; eso además de ser charlatanería es jugar con el demonio. No soy brujo, ni adivino”, asegura. Se lamenta que haya tantas personas estafando a gente que necesita ayuda, aprovechándose económicamente de ellos.
Pacientes de todo tipo
Desde los años 90 ha trabajado con medios de comunicación, tanto escritos como radiales y televisivos, escribiendo columnas, predicciones y horóscopos. La credibilidad la ha ganado no sólo al no caer en la charlatanería, sino también siendo escéptico en algunos temas, además es muy honesto con sus clientes. “Les explico que no se puede ‘amarrar’ o ‘enterrar’ a alguien, así es que mejor trabajamos en temas psicológicos para ayudarles a salir de la dependencia y el odio”, indica.
El problema con la gente que busca estas prácticas, según él, es que son vulnerables porque no creen en Dios ni en sí mismos. “No soy la última esperanza de nadie, sólo soy un guía y espectador de sus vidas. La decisión final la toma la persona, confiando en Dios”, considera Siekavizza.
Le consultan de todo: amor, dinero, profesión, negocios. “Ayudo a Ministros, Presidentes, candidatos, mujeres de la vida alegre, gente común. Todos tienen sus angustias y a mí no me asusta absolutamente nada, toda vez no se metan en mi vida”, aclara. Los únicos que no son bienvenidos en su consultorio son las personas agresivas con mala vibra.
Ha dado consultas a famosos como la cantante mexicana Yuri, la expresidenta de Nicaragua Violeta Chamorro, el músico Raúl Di Blasio, así como al expresidente de Guatemala, Eugenio Laugerud, y a la cantante colombiana Shakira; algunos en persona y otros por teléfono.
Como nos recibió, vuelve a salir a la puerta muy sonriente a despedirse, acompañado de sus perros.
