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10 de julio, 2025
El comercio internacional se transforma ante un entorno desafiante marcado por fragmentación geopolítica, nuevas barreras y aranceles impredecibles. McKinsey Global Institute expone las implicaciones sectoriales y ofrece claves estratégicas para que las empresas naveguen este nuevo escenario con resiliencia y visión de largo plazo.
Por qué importa. La reconfiguración global de los flujos comerciales exige replantear las cadenas de suministro y las apuestas estratégicas de las empresas.
- La “curva de costos arancelarios” se ha vuelto más compleja, alterando decisiones de abastecimiento según país y producto.
- El caso textil ilustra esta transformación: productos chinos enfrentan aranceles hasta del 78%, mientras opciones guatemaltecas apenas un 10%.
- Sectores como el plástico y el caucho enfrentan mayores presiones por su alta dependencia bilateral entre EE. UU. y China.
Ecos regionales. Los corredores comerciales revelan impactos heterogéneos entre regiones que redefinen el rol geoeconómico de cada actor.
- Europa emerge como epicentro comercial, tanto en exportación como importación, mientras EE.UU. replantea su estrategia exportadora.
- Asia Sudoriental gana peso compensando los flujos electrónicos que antes dominaba China.
- México y Canadá registran impactos moderados, mientras India se posiciona como articulador entre bloques económicos clave.
Punto de fricción. La volatilidad de políticas comerciales complica decisiones corporativas, frente a escenarios de fragmentación o diversificación.
- Un escenario fragmentado podría restar hasta USD 3000M al crecimiento comercial proyectado para 2025.
- En cambio, la diversificación reduciría el impacto a USD 1000M, priorizando resiliencia en cadenas de valor.
- “Analizar detalladamente la dinámica del mercado entre producto es fundamental”, advierte Gerardo Bonilla, socio de McKinsey Guatemala.
Lo que sigue. Adaptarse con agilidad y liderazgo será vital ante las reconfiguraciones estructurales de comercio global.
- MGI propone cinco preguntas clave para identificar corredores prioritarios y revisar el posicionamiento competitivo de cada empresa.
- Estos corredores reflejan oportunidades sostenidas, incluso en contextos adversos y fragmentados.
- El dinamismo intrarregional en América Latina y la India como nodo estratégico ofrecen nuevas ventanas de crecimiento resiliente.
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10 de julio, 2025
El comercio internacional se transforma ante un entorno desafiante marcado por fragmentación geopolítica, nuevas barreras y aranceles impredecibles. McKinsey Global Institute expone las implicaciones sectoriales y ofrece claves estratégicas para que las empresas naveguen este nuevo escenario con resiliencia y visión de largo plazo.
Por qué importa. La reconfiguración global de los flujos comerciales exige replantear las cadenas de suministro y las apuestas estratégicas de las empresas.
- La “curva de costos arancelarios” se ha vuelto más compleja, alterando decisiones de abastecimiento según país y producto.
- El caso textil ilustra esta transformación: productos chinos enfrentan aranceles hasta del 78%, mientras opciones guatemaltecas apenas un 10%.
- Sectores como el plástico y el caucho enfrentan mayores presiones por su alta dependencia bilateral entre EE. UU. y China.
Ecos regionales. Los corredores comerciales revelan impactos heterogéneos entre regiones que redefinen el rol geoeconómico de cada actor.
- Europa emerge como epicentro comercial, tanto en exportación como importación, mientras EE.UU. replantea su estrategia exportadora.
- Asia Sudoriental gana peso compensando los flujos electrónicos que antes dominaba China.
- México y Canadá registran impactos moderados, mientras India se posiciona como articulador entre bloques económicos clave.
Punto de fricción. La volatilidad de políticas comerciales complica decisiones corporativas, frente a escenarios de fragmentación o diversificación.
- Un escenario fragmentado podría restar hasta USD 3000M al crecimiento comercial proyectado para 2025.
- En cambio, la diversificación reduciría el impacto a USD 1000M, priorizando resiliencia en cadenas de valor.
- “Analizar detalladamente la dinámica del mercado entre producto es fundamental”, advierte Gerardo Bonilla, socio de McKinsey Guatemala.
Lo que sigue. Adaptarse con agilidad y liderazgo será vital ante las reconfiguraciones estructurales de comercio global.
- MGI propone cinco preguntas clave para identificar corredores prioritarios y revisar el posicionamiento competitivo de cada empresa.
- Estos corredores reflejan oportunidades sostenidas, incluso en contextos adversos y fragmentados.
- El dinamismo intrarregional en América Latina y la India como nodo estratégico ofrecen nuevas ventanas de crecimiento resiliente.