En Cómo explica la economía el mundo el profesor de economía australiano, Andrew Leigh, presenta una visión económica de la historia humana. Desde los albores de la agricultura hasta la IA, relata cómo ingenio, codicia y deseo de superación han determinado, en grado sumo, nuestro pasado y presente. Lo seguirá haciendo en el futuro.
La revista The Economist lo presentó como uno de los mejores libros de 2024.
Relativamente corto y fácil de leer, avanza cronológicamente. ¿Puede una obra de estas características repasar la historia completa de algo tan vasto y seguir siendo legible? Con un lenguaje claro y sencillo, el autor hace lo que promete el título. Leigh recorre el progreso humano, deteniéndose brevemente para explicar las fuerzas que lo han impulsado.
El libro está repleto de ideas, ilustradas con anécdotas y acontecimientos históricos. Subyace una inmensa erudición. Leigh, además de ser un escritor atractivo, es ameno.
Se narra la historia del capitalismo, de cómo se desarrolló nuestro sistema de mercado, y de la disciplina económica. Por el camino, los lectores conocen a grandes pensadores.
Adam Smith popularizó la noción de la mano invisible en La riqueza de las naciones (1776). El mercado creaba condiciones para poder intercambiar bienes y servicios, todos salían ganando. Sin embargo, la Gran Depresión de 1929 se consideró un fracaso del mercado. Esto llevó al modelo de desarrollo dirigido por el Estado defendido por John Maynard Keynes. Posteriormente, el bienestar redistributivo y la fiscalidad progresiva fueron reconocidos e incorporados en las democracias.
Menciona fundamentos filosóficos. Jeremy Bentham estableció el principio de “la máxima felicidad del mayor número (…) es la medida de lo bueno y lo malo”. Durante el covid, se inyectaron billones de dólares para aliviar el sufrimiento, aunque ello condujera a un endeudamiento público masivo. No fue prudente desde el punto de vista económico, pero desde el del bienestar y filosófico, sí.
Al principio, la economía se basaba en el supuesto de que las personas toman decisiones racionales para mejorar en situaciones de escasez. Hasta que Daniel Kahneman introdujo la economía del comportamiento. Tememos las pérdidas más de lo que valoramos las ganancias (teoría de las perspectivas). Y somos propensos a los sesgos. Tras el 11-S, el sector de la aviación sufrió una baja afluencia de pasajeros, aunque la probabilidad de morir en un accidente de coche es mayor que la de morir en un avión en atentado terrorista.
Se formula preguntas originales. ¿Por qué surgieron los países europeos como potencias mundiales y no los africanos? Eurasia es más ancha de este a oeste, mientras África o Latinoamérica se expanden de norte a sur. Condiciones climáticas similares y disponibilidad de plantas y animales fácilmente domesticables permitieron que prosperaran los asentamientos agrícolas, lo que generó excedentes y su reinversión en el desarrollo del poderío militar europeo.
Otras cuestiones interesantes: ¿cómo cambió la agricultura el desarrollo de las civilizaciones? ¿Por qué comenzó la Revolución Industrial en países como Inglaterra? ¿Cómo afectó la Peste Negra (peste bubónica de 1347 que mató a millones de europeos) a las relaciones de clase? ¿Por qué los exploradores se establecieron e invirtieron en ciertas colonias (Canadá, EE. UU., Australia) y en otras solo extrajeron recursos (Madagascar, Nigeria)?
O ¿qué ocurrió cuando los países erigieron barreras comerciales y a la inmigración en la década de 1930? ¿Por qué los aliados ganaron la I y II GM? ¿Por qué disminuyó la desigualdad en muchos países avanzados durante los 50 y 60? ¿Cómo impulsaron los derechos de propiedad el crecimiento de China en los 80? ¿Cómo amenaza el cambio climático nuestra prosperidad futura?
La economía ofrece herramientas para entender el mundo. Para ello es necesario entender conceptos como “incentivos” (recompensas o penalizaciones diseñadas para motivar a individuos u organizaciones a actuar de una determinada manera) y “utilidad marginal decreciente” (cuanto más tienen los consumidores de algo, menos placentero les resulta).
Comprender “externalidades” (efectos no deseados de la actividad económica sobre terceros – en la actualidad, las mayores son contaminación y cambio climático) y “especialización” (Bangladesh es conocido por sus textiles, Taiwán por sus semiconductores, China por sus vehículos eléctricos e India por sus servicios informáticos). La noción de ventaja comparativa de David Ricardo señala los beneficios de la misma, conducentes a un aumento del comercio y la prosperidad mundial.
Valga como resumen esta frase del autor: “como la inmensa mayoría de nosotros no llegaremos a ser investigadores económicos, la mayor contribución de la economía es ayudarnos a vivir una vida mejor”.
En Cómo explica la economía el mundo el profesor de economía australiano, Andrew Leigh, presenta una visión económica de la historia humana. Desde los albores de la agricultura hasta la IA, relata cómo ingenio, codicia y deseo de superación han determinado, en grado sumo, nuestro pasado y presente. Lo seguirá haciendo en el futuro.
La revista The Economist lo presentó como uno de los mejores libros de 2024.
Relativamente corto y fácil de leer, avanza cronológicamente. ¿Puede una obra de estas características repasar la historia completa de algo tan vasto y seguir siendo legible? Con un lenguaje claro y sencillo, el autor hace lo que promete el título. Leigh recorre el progreso humano, deteniéndose brevemente para explicar las fuerzas que lo han impulsado.
El libro está repleto de ideas, ilustradas con anécdotas y acontecimientos históricos. Subyace una inmensa erudición. Leigh, además de ser un escritor atractivo, es ameno.
Se narra la historia del capitalismo, de cómo se desarrolló nuestro sistema de mercado, y de la disciplina económica. Por el camino, los lectores conocen a grandes pensadores.
Adam Smith popularizó la noción de la mano invisible en La riqueza de las naciones (1776). El mercado creaba condiciones para poder intercambiar bienes y servicios, todos salían ganando. Sin embargo, la Gran Depresión de 1929 se consideró un fracaso del mercado. Esto llevó al modelo de desarrollo dirigido por el Estado defendido por John Maynard Keynes. Posteriormente, el bienestar redistributivo y la fiscalidad progresiva fueron reconocidos e incorporados en las democracias.
Menciona fundamentos filosóficos. Jeremy Bentham estableció el principio de “la máxima felicidad del mayor número (…) es la medida de lo bueno y lo malo”. Durante el covid, se inyectaron billones de dólares para aliviar el sufrimiento, aunque ello condujera a un endeudamiento público masivo. No fue prudente desde el punto de vista económico, pero desde el del bienestar y filosófico, sí.
Al principio, la economía se basaba en el supuesto de que las personas toman decisiones racionales para mejorar en situaciones de escasez. Hasta que Daniel Kahneman introdujo la economía del comportamiento. Tememos las pérdidas más de lo que valoramos las ganancias (teoría de las perspectivas). Y somos propensos a los sesgos. Tras el 11-S, el sector de la aviación sufrió una baja afluencia de pasajeros, aunque la probabilidad de morir en un accidente de coche es mayor que la de morir en un avión en atentado terrorista.
Se formula preguntas originales. ¿Por qué surgieron los países europeos como potencias mundiales y no los africanos? Eurasia es más ancha de este a oeste, mientras África o Latinoamérica se expanden de norte a sur. Condiciones climáticas similares y disponibilidad de plantas y animales fácilmente domesticables permitieron que prosperaran los asentamientos agrícolas, lo que generó excedentes y su reinversión en el desarrollo del poderío militar europeo.
Otras cuestiones interesantes: ¿cómo cambió la agricultura el desarrollo de las civilizaciones? ¿Por qué comenzó la Revolución Industrial en países como Inglaterra? ¿Cómo afectó la Peste Negra (peste bubónica de 1347 que mató a millones de europeos) a las relaciones de clase? ¿Por qué los exploradores se establecieron e invirtieron en ciertas colonias (Canadá, EE. UU., Australia) y en otras solo extrajeron recursos (Madagascar, Nigeria)?
O ¿qué ocurrió cuando los países erigieron barreras comerciales y a la inmigración en la década de 1930? ¿Por qué los aliados ganaron la I y II GM? ¿Por qué disminuyó la desigualdad en muchos países avanzados durante los 50 y 60? ¿Cómo impulsaron los derechos de propiedad el crecimiento de China en los 80? ¿Cómo amenaza el cambio climático nuestra prosperidad futura?
La economía ofrece herramientas para entender el mundo. Para ello es necesario entender conceptos como “incentivos” (recompensas o penalizaciones diseñadas para motivar a individuos u organizaciones a actuar de una determinada manera) y “utilidad marginal decreciente” (cuanto más tienen los consumidores de algo, menos placentero les resulta).
Comprender “externalidades” (efectos no deseados de la actividad económica sobre terceros – en la actualidad, las mayores son contaminación y cambio climático) y “especialización” (Bangladesh es conocido por sus textiles, Taiwán por sus semiconductores, China por sus vehículos eléctricos e India por sus servicios informáticos). La noción de ventaja comparativa de David Ricardo señala los beneficios de la misma, conducentes a un aumento del comercio y la prosperidad mundial.
Valga como resumen esta frase del autor: “como la inmensa mayoría de nosotros no llegaremos a ser investigadores económicos, la mayor contribución de la economía es ayudarnos a vivir una vida mejor”.