Cuando María Waleska Álvarez asumió la dirección del NAP del Caribe, tenía frente a sí más que una empresa por liderar. Debía demostrar que desde República Dominicana se podía construir una infraestructura digital confiable, robusta y estratégica para Latinoamérica.
Álvarez encabeza una operación crítica en la región. Desde Santo Domingo, su equipo sostiene una red de servicios digitales que incluye data centers, nube y ciberseguridad, que da soporte a banca, seguros, salud y gobierno. Todo esto en una industria donde la confianza se gana con estabilidad y continuidad.
No fue sencillo abrir el camino. En sus primeras reuniones como CEO, enfrentaba el típico escepticismo: joven, caribeña, mujer. Pero en lugar de hacer del género su bandera, eligió que fuera su desempeño el que hablara. “Lo importante fue que quienes confiaron en mí lo hicieran por mis capacidades”, recuerda.
Desde su perspectiva, el Caribe no es un punto remoto del mapa, sino un eje entre continentes. Lo respalda la historia de RD: pionero en telecomunicaciones en la región, con una ubicación que facilita interconexión y décadas de crecimiento económico sostenido en las Américas.
El avance no ha sido inmediato. La táctica, explica, ha estado basada en la calidad del servicio, consistencia operativa y construcción de confianza en mercados poco acostumbrados a ver al Caribe como un actor tecnológico relevante. “Tuvimos que demostrar que era posible ofrecer niveles de servicio comparables con ciudades de EE. UU. o Europa”, señala.
Mirando hacia delante, ve una Centroamérica con mayor madurez digital, pero también con tareas pendientes en resiliencia. Afirma que “no hay nada más humano que la tecnología cuando se pone al servicio de las personas”. La eficiencia técnica debe entender lo que cada organización realmente necesita.
A quienes comienzan en este campo, en particular a las mujeres jóvenes, les aconseja formarse, arriesgarse y asumir con seriedad el papel que pueden tener. Su historia no es solo la de una mujer en este ámbito, sino la de una profesional que entendió que la credibilidad se construye con resultados y visión a largo plazo.
“El mundo digital es una oportunidad real de desarrollo”, concluye.