Para 2030, BID y BID Invest esperan aportar, entre ambos, USD 11 300M en financiación anual para el clima y movilizar otros USD 6 600M en Latinoamérica y el Caribe (ALC). Ampliar la sostenibilidad climática y ambiental en la región es uno de sus principales objetivos.
El BID prevé alcanzar el 50 % en financiamiento verde y climático, mientras que su brazo del sector privado proyecta el 60 %, incluyendo capital privado movilizado, para amplificar la acción climática.
Las proyecciones están en línea con los compromisos de las dos instituciones bajo su nuevo Marco de Impacto, que engloba la entrega de USD 25 000M en adaptación de 2024 a 2030. Este monto representa el 50 % del objetivo total.
“Estamos tomando medidas concretas para asegurar que nuestros recursos impulsen un progreso real, centrándonos en las regiones que más lo necesitan y construyendo resiliencia donde importa”, explicó en la COP29 Jordan Schwartz, vicepresidente ejecutivo del BID.
Solo en 2023, ambas instituciones dedicaron USD 7 500M a la financiación climática, sentando bases para la resiliencia a largo plazo. No obstante, más allá de la financiación están trabajando para impulsar la inversión, creación de empleo y resiliencia en ALC mediante programas que integran políticas climáticas con la conservación de la biodiversidad.
Los Bancos Multilaterales de Desarrollo (BMD) se han comprometido a trabajar en la acción por el clima como un sistema. Objetivo: fomentar un crecimiento sostenible, empleo y resiliencia.
El reciente Informe Conjunto de los BMD sobre Financiación Climática destaca que en 2023 superaron sus previsiones para 2025 con USD 125 000M en financiación climática directa y otros 100 000M en movilización.
El 12 de noviembre anunciaron nuevas proyecciones para 2030. Se estiman en USD 120 000M anuales, más 65 000M adicionales, procedentes de la movilización del sector privado para países de ingresos bajos y medios.
Asimismo, están capacitando a los países para liderar sus agendas climáticas a través del Programa Conjunto de Estrategias a Largo Plazo y de plataformas nacionales que unen a los BMD, gobiernos y sector privado.
La adopción de indicadores comunes sobre los resultados climáticos garantiza un seguimiento claro de los avances y el impacto de los BMD.
Para 2030, BID y BID Invest esperan aportar, entre ambos, USD 11 300M en financiación anual para el clima y movilizar otros USD 6 600M en Latinoamérica y el Caribe (ALC). Ampliar la sostenibilidad climática y ambiental en la región es uno de sus principales objetivos.
El BID prevé alcanzar el 50 % en financiamiento verde y climático, mientras que su brazo del sector privado proyecta el 60 %, incluyendo capital privado movilizado, para amplificar la acción climática.
Las proyecciones están en línea con los compromisos de las dos instituciones bajo su nuevo Marco de Impacto, que engloba la entrega de USD 25 000M en adaptación de 2024 a 2030. Este monto representa el 50 % del objetivo total.
“Estamos tomando medidas concretas para asegurar que nuestros recursos impulsen un progreso real, centrándonos en las regiones que más lo necesitan y construyendo resiliencia donde importa”, explicó en la COP29 Jordan Schwartz, vicepresidente ejecutivo del BID.
Solo en 2023, ambas instituciones dedicaron USD 7 500M a la financiación climática, sentando bases para la resiliencia a largo plazo. No obstante, más allá de la financiación están trabajando para impulsar la inversión, creación de empleo y resiliencia en ALC mediante programas que integran políticas climáticas con la conservación de la biodiversidad.
Los Bancos Multilaterales de Desarrollo (BMD) se han comprometido a trabajar en la acción por el clima como un sistema. Objetivo: fomentar un crecimiento sostenible, empleo y resiliencia.
El reciente Informe Conjunto de los BMD sobre Financiación Climática destaca que en 2023 superaron sus previsiones para 2025 con USD 125 000M en financiación climática directa y otros 100 000M en movilización.
El 12 de noviembre anunciaron nuevas proyecciones para 2030. Se estiman en USD 120 000M anuales, más 65 000M adicionales, procedentes de la movilización del sector privado para países de ingresos bajos y medios.
Asimismo, están capacitando a los países para liderar sus agendas climáticas a través del Programa Conjunto de Estrategias a Largo Plazo y de plataformas nacionales que unen a los BMD, gobiernos y sector privado.
La adopción de indicadores comunes sobre los resultados climáticos garantiza un seguimiento claro de los avances y el impacto de los BMD.