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13 de junio, 2025
La Junta Monetaria del Banco Central de la República Dominicana (BCRD) emitió una resolución que restringe el financiamiento en dólares a proyectos que no generan divisas, encendiendo alarmas en sectores clave como el energético. Esta medida, que busca reducir la exposición cambiaria del sistema bancario, podría paralizar inversiones vitales para el desarrollo del país, afectando la estabilidad financiera y el crecimiento económico a largo plazo.
Por qué importa. La resolución de la Junta Monetaria del Banco Central de la República Dominicana, emitida el 27 de marzo de 2025, es trascendental porque redefine el panorama financiero para las empresas no generadoras de divisas. La limitación impuesta a las entidades financieras para otorgar créditos en moneda extranjera, restringiéndolos a un 25 % de los recursos captados en divisas, impacta directamente en la viabilidad de proyectos estratégicos. Esta medida, aunque busca fortalecer la estabilidad monetaria, podría frenar inversiones cruciales, especialmente en un sector tan vital como el energético.
- Fuentes del sector financiero señalan que “actualmente todos los bancos estamos sobregirados respecto a ese límite”, lo que impide el financiamiento adicional en dólares.
- Proyectos de energía térmica y renovable se encuentran en riesgo, ya que los créditos en pesos dominicanos son menos atractivos por las altas tasas de interés locales.
- La medida puede obstaculizar el desarrollo económico al dificultar el acceso a financiamiento internacional, afectando la competitividad de las empresas.
Lo indispensable. La nueva normativa clasifica a las empresas en “generadoras” y “no generadoras” de divisas, según si al menos un 50 % de sus ingresos anuales provienen del exterior de forma regular y predecible. Esta diferenciación es clave para entender las restricciones crediticias. Las entidades financieras, según la resolución, no podrán renovar ni extender líneas de crédito en dólares a aquellos deudores que no califiquen como generadores de divisas, incluso si ya tenían préstamos en esa moneda. Esto ha generado una reevaluación de las carteras de crédito en el sistema bancario.
- La resolución limita al 25 % de los recursos captados en divisas el monto que las entidades financieras pueden prestar en moneda extranjera a deudores.
- Se estima que al menos 20 proyectos en desarrollo, vitales para la transición energética, podrían quedar sin financiamiento local en dólares.
- Las empresas que reciben ingresos en dólares de origen local o que exportan menos del umbral requerido, se clasifican como “no generadoras de divisas”, restringiendo su acceso al crédito.
Punto de fricción. La resolución, si bien el Banco Central la justifica como una medida para fortalecer la estabilidad macroeconómica y proteger al sistema financiero de riesgos cambiarios, ha generado un punto de fricción significativo. Los actores del mercado advierten sobre los posibles efectos adversos en el crecimiento económico y la inversión, especialmente en sectores que, aunque son estratégicos, no encajan en la estricta definición de "generadores de divisas". La implementación inmediata de esta normativa impacta directamente en el crédito empresarial, forzando a los bancos a revisar y reclasificar a sus deudores y a implementar políticas internas más estrictas.
- Los bancos deben desarrollar políticas internas más rigurosas, incluyendo pruebas de estrés cambiario y auditorías periódicas, para mitigar el riesgo.
- La Unidad de Gestión Integral de Riesgos de cada institución bancaria deberá monitorear en tiempo real la exposición al riesgo cambiario-crediticio y reportar al Consejo de Administración.
- Actores del mercado alertan de que, a pesar de los objetivos de estabilidad, la medida podría impactar negativamente el crecimiento económico y la inversión en la República Dominicana.
Ahora qué. La situación actual plantea un escenario complejo para la banca dominicana y la planificación de inversiones. La restricción al financiamiento en dólares para proyectos no generadores de divisas podría ralentizar el desarrollo de infraestructuras y la inversión en sectores clave como el energético, que son fundamentales para el crecimiento económico. La búsqueda de alternativas de financiamiento, como los créditos en pesos, se ve obstaculizada por las altas tasas de interés locales, lo que podría desincentivar la inversión. Será crucial observar cómo el Banco Central y los actores económicos gestionan esta nueva dinámica.
- La paralización potencial de proyectos energéticos afectaría la capacidad del país para satisfacer la creciente demanda eléctrica y avanzar en la transición hacia energías limpias.
- Se espera que las empresas busquen nuevas estrategias de financiamiento, lo que podría incluir capital de inversión o la reestructuración de proyectos para ajustarse a las nuevas regulaciones.
- El diálogo continuo entre el Banco Central, las entidades financieras y los desarrolladores de proyectos será esencial para encontrar soluciones que equilibren la estabilidad monetaria con la necesidad de crecimiento económico y desarrollo.
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13 de junio, 2025
La Junta Monetaria del Banco Central de la República Dominicana (BCRD) emitió una resolución que restringe el financiamiento en dólares a proyectos que no generan divisas, encendiendo alarmas en sectores clave como el energético. Esta medida, que busca reducir la exposición cambiaria del sistema bancario, podría paralizar inversiones vitales para el desarrollo del país, afectando la estabilidad financiera y el crecimiento económico a largo plazo.
Por qué importa. La resolución de la Junta Monetaria del Banco Central de la República Dominicana, emitida el 27 de marzo de 2025, es trascendental porque redefine el panorama financiero para las empresas no generadoras de divisas. La limitación impuesta a las entidades financieras para otorgar créditos en moneda extranjera, restringiéndolos a un 25 % de los recursos captados en divisas, impacta directamente en la viabilidad de proyectos estratégicos. Esta medida, aunque busca fortalecer la estabilidad monetaria, podría frenar inversiones cruciales, especialmente en un sector tan vital como el energético.
- Fuentes del sector financiero señalan que “actualmente todos los bancos estamos sobregirados respecto a ese límite”, lo que impide el financiamiento adicional en dólares.
- Proyectos de energía térmica y renovable se encuentran en riesgo, ya que los créditos en pesos dominicanos son menos atractivos por las altas tasas de interés locales.
- La medida puede obstaculizar el desarrollo económico al dificultar el acceso a financiamiento internacional, afectando la competitividad de las empresas.
Lo indispensable. La nueva normativa clasifica a las empresas en “generadoras” y “no generadoras” de divisas, según si al menos un 50 % de sus ingresos anuales provienen del exterior de forma regular y predecible. Esta diferenciación es clave para entender las restricciones crediticias. Las entidades financieras, según la resolución, no podrán renovar ni extender líneas de crédito en dólares a aquellos deudores que no califiquen como generadores de divisas, incluso si ya tenían préstamos en esa moneda. Esto ha generado una reevaluación de las carteras de crédito en el sistema bancario.
- La resolución limita al 25 % de los recursos captados en divisas el monto que las entidades financieras pueden prestar en moneda extranjera a deudores.
- Se estima que al menos 20 proyectos en desarrollo, vitales para la transición energética, podrían quedar sin financiamiento local en dólares.
- Las empresas que reciben ingresos en dólares de origen local o que exportan menos del umbral requerido, se clasifican como “no generadoras de divisas”, restringiendo su acceso al crédito.
Punto de fricción. La resolución, si bien el Banco Central la justifica como una medida para fortalecer la estabilidad macroeconómica y proteger al sistema financiero de riesgos cambiarios, ha generado un punto de fricción significativo. Los actores del mercado advierten sobre los posibles efectos adversos en el crecimiento económico y la inversión, especialmente en sectores que, aunque son estratégicos, no encajan en la estricta definición de "generadores de divisas". La implementación inmediata de esta normativa impacta directamente en el crédito empresarial, forzando a los bancos a revisar y reclasificar a sus deudores y a implementar políticas internas más estrictas.
- Los bancos deben desarrollar políticas internas más rigurosas, incluyendo pruebas de estrés cambiario y auditorías periódicas, para mitigar el riesgo.
- La Unidad de Gestión Integral de Riesgos de cada institución bancaria deberá monitorear en tiempo real la exposición al riesgo cambiario-crediticio y reportar al Consejo de Administración.
- Actores del mercado alertan de que, a pesar de los objetivos de estabilidad, la medida podría impactar negativamente el crecimiento económico y la inversión en la República Dominicana.
Ahora qué. La situación actual plantea un escenario complejo para la banca dominicana y la planificación de inversiones. La restricción al financiamiento en dólares para proyectos no generadores de divisas podría ralentizar el desarrollo de infraestructuras y la inversión en sectores clave como el energético, que son fundamentales para el crecimiento económico. La búsqueda de alternativas de financiamiento, como los créditos en pesos, se ve obstaculizada por las altas tasas de interés locales, lo que podría desincentivar la inversión. Será crucial observar cómo el Banco Central y los actores económicos gestionan esta nueva dinámica.
- La paralización potencial de proyectos energéticos afectaría la capacidad del país para satisfacer la creciente demanda eléctrica y avanzar en la transición hacia energías limpias.
- Se espera que las empresas busquen nuevas estrategias de financiamiento, lo que podría incluir capital de inversión o la reestructuración de proyectos para ajustarse a las nuevas regulaciones.
- El diálogo continuo entre el Banco Central, las entidades financieras y los desarrolladores de proyectos será esencial para encontrar soluciones que equilibren la estabilidad monetaria con la necesidad de crecimiento económico y desarrollo.