Actualidad
Actualidad
Política
Política
Empresa
Empresa
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Perspectivas empresariales: bifurcación electoral en Honduras

.
Reynaldo Rodríguez
18 de diciembre, 2025

Para el empresario guatemalteco, las elecciones en Honduras no son política exterior, sino cuasidoméstica. Con una integración económica profunda, lo que suceda en las urnas vecinas impacta directamente en los balances de las empresas guatemaltecas, cuyas exportaciones a Honduras en el 2023 rozaron los USD 1600M. Los tres sectores que afrontarán desafíos son agro, construcción y banca.

Por qué importa. Desde la llegada de Xiomara Castro, el entorno económico se ha caracterizado por señales mixtas y fricciones persistentes en ámbitos clave.

  • La inversión privada en infraestructura y vivienda se desaceleró, afectada por incertidumbre regulatoria, retrasos en permisos y menor confianza en reglas estables. 

    SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA
  • La expansión crediticia se volvió más cautelosa: bancos endurecieron condiciones ante mayor riesgo percibido. Esto limitó el financiamiento para PYMES y proyectos productivos.

  • El aumento sostenido de precios en alimentos y bienes esenciales erosionó el poder adquisitivo comprimiendo el consumo interno. 

Cómo funciona. El giro de poder que provocarían las elecciones, en caso de ser ratificadas por el árbitro electoral, alteraría las señales de mercado para sectores críticos del sistema económico. 

  • Nasry Asfura (PNH) – el candidato de la derecha y más cercano a la victoria actualmente – tiene un perfil desarrollador enfocado a infraestructura, que refleja inclinaciones hacia el orden, obra pública y una fuerte señal pro-inversión. Su foco está en la ejecución más que en reforma estructural.

  • Salvador Nasralla (PLH) – de centro y segundo en la carrera – es una figura más volátil para el mercado. Su discurso anticorrupción y promesas de ajuste institucional abren interrogantes sobre ritmo y costos de transición en el corto plazo. No está claro que consolide una estabilidad institucional.

  • Rixi Moncada – la candidata oficialista – encuentra a su partido derrotado y fragmentado. Pierde centralidad política mientras el Congreso queda dominado por el PNH, seguido del PLH. Libertad y Refundación – su partido – quedaría con una minoría insuficiente, aunque significativa. 

Qué destacar. Un gobierno de Asfura tendería a reducir ruido regulatorio y a reactivar los flujos de capital con Guatemala. 

  • Mayor previsibilidad macro y menor presión inflacionaria favorecerían comercio agrícola y cadenas de alimentos. Sería beneficioso, por tanto, para exportadores y distribuidores guatemaltecos.

  • La normalización institucional comprimiría el riesgo país, redirigiendo el crédito de consumo a carteras de inversión, financiamiento corporativo y banca regional. Son áreas que anteriormente sufrían de mayor exposición.

  • Su perfil desarrollador impulsaría tanto la obra pública como la privada, máxime si su partido gana la alcaldía en Tegucigalpa. Esto incrementaría la demanda para constructoras, proveedores y servicios guatemaltecos ya activos en Honduras. 

En el radar. En el caso de Nasralla, el mercado leería su elección como un reordenamiento institucional, con beneficios potenciales en caso de consolidar el cambio. Sin embargo, podría haber más volatilidad en el corto plazo.

  • Si el ajuste institucional aumenta las expectativas de inflación, la sensibilidad de precios de alimentos subiría y se vuelve más frágil el abastecimiento de hortalizas importadas. Conviene recordar que Guatemala fija los precios a través de la exportación de la mayor parte de las hortalizas de la canasta básica.

  • El discurso de reforma y anticorrupción puede mejorar la confianza a mediano plazo, pero la transición suele frenar desembolsos. Los bancos endurecen condiciones, encarecen sus primas y las carteras regionales se contraen hasta ver reglas claras, prolongando la exposición crediticia.

  • Los contratos de construcción estarían bajo mayor probabilidad de pausa por auditorías y revisión de contratos para mantener la narrativa anticorrupción. Esto golpearía el flujo de proyectos y demanda de proveedores hasta que se estabilice el pipeline.

Lo que sigue. El desafío empresarial centroamericano – y el guatemalteco, en particular – no está tanto en anticipar el resultado político, sino en capitalizar la ventana de oportunidad tras la definición del poder. El timing será el factor decisivo: el trío de rubros arriba mencionado – banca, agro y construcción – deberá agilizarse antes de que el mercado internalice el nuevo equilibrio.

SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

Perspectivas empresariales: bifurcación electoral en Honduras

.
Reynaldo Rodríguez
18 de diciembre, 2025

Para el empresario guatemalteco, las elecciones en Honduras no son política exterior, sino cuasidoméstica. Con una integración económica profunda, lo que suceda en las urnas vecinas impacta directamente en los balances de las empresas guatemaltecas, cuyas exportaciones a Honduras en el 2023 rozaron los USD 1600M. Los tres sectores que afrontarán desafíos son agro, construcción y banca.

Por qué importa. Desde la llegada de Xiomara Castro, el entorno económico se ha caracterizado por señales mixtas y fricciones persistentes en ámbitos clave.

  • La inversión privada en infraestructura y vivienda se desaceleró, afectada por incertidumbre regulatoria, retrasos en permisos y menor confianza en reglas estables. 

    SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA
  • La expansión crediticia se volvió más cautelosa: bancos endurecieron condiciones ante mayor riesgo percibido. Esto limitó el financiamiento para PYMES y proyectos productivos.

  • El aumento sostenido de precios en alimentos y bienes esenciales erosionó el poder adquisitivo comprimiendo el consumo interno. 

Cómo funciona. El giro de poder que provocarían las elecciones, en caso de ser ratificadas por el árbitro electoral, alteraría las señales de mercado para sectores críticos del sistema económico. 

  • Nasry Asfura (PNH) – el candidato de la derecha y más cercano a la victoria actualmente – tiene un perfil desarrollador enfocado a infraestructura, que refleja inclinaciones hacia el orden, obra pública y una fuerte señal pro-inversión. Su foco está en la ejecución más que en reforma estructural.

  • Salvador Nasralla (PLH) – de centro y segundo en la carrera – es una figura más volátil para el mercado. Su discurso anticorrupción y promesas de ajuste institucional abren interrogantes sobre ritmo y costos de transición en el corto plazo. No está claro que consolide una estabilidad institucional.

  • Rixi Moncada – la candidata oficialista – encuentra a su partido derrotado y fragmentado. Pierde centralidad política mientras el Congreso queda dominado por el PNH, seguido del PLH. Libertad y Refundación – su partido – quedaría con una minoría insuficiente, aunque significativa. 

Qué destacar. Un gobierno de Asfura tendería a reducir ruido regulatorio y a reactivar los flujos de capital con Guatemala. 

  • Mayor previsibilidad macro y menor presión inflacionaria favorecerían comercio agrícola y cadenas de alimentos. Sería beneficioso, por tanto, para exportadores y distribuidores guatemaltecos.

  • La normalización institucional comprimiría el riesgo país, redirigiendo el crédito de consumo a carteras de inversión, financiamiento corporativo y banca regional. Son áreas que anteriormente sufrían de mayor exposición.

  • Su perfil desarrollador impulsaría tanto la obra pública como la privada, máxime si su partido gana la alcaldía en Tegucigalpa. Esto incrementaría la demanda para constructoras, proveedores y servicios guatemaltecos ya activos en Honduras. 

En el radar. En el caso de Nasralla, el mercado leería su elección como un reordenamiento institucional, con beneficios potenciales en caso de consolidar el cambio. Sin embargo, podría haber más volatilidad en el corto plazo.

  • Si el ajuste institucional aumenta las expectativas de inflación, la sensibilidad de precios de alimentos subiría y se vuelve más frágil el abastecimiento de hortalizas importadas. Conviene recordar que Guatemala fija los precios a través de la exportación de la mayor parte de las hortalizas de la canasta básica.

  • El discurso de reforma y anticorrupción puede mejorar la confianza a mediano plazo, pero la transición suele frenar desembolsos. Los bancos endurecen condiciones, encarecen sus primas y las carteras regionales se contraen hasta ver reglas claras, prolongando la exposición crediticia.

  • Los contratos de construcción estarían bajo mayor probabilidad de pausa por auditorías y revisión de contratos para mantener la narrativa anticorrupción. Esto golpearía el flujo de proyectos y demanda de proveedores hasta que se estabilice el pipeline.

Lo que sigue. El desafío empresarial centroamericano – y el guatemalteco, en particular – no está tanto en anticipar el resultado político, sino en capitalizar la ventana de oportunidad tras la definición del poder. El timing será el factor decisivo: el trío de rubros arriba mencionado – banca, agro y construcción – deberá agilizarse antes de que el mercado internalice el nuevo equilibrio.

¿Quiere recibir notificaciones de alertas?