Las micro, pequeñas y medianas empresas representan más del 90 % del tejido productivo en Guatemala, sin embargo su acceso a financiamiento sigue siendo limitado. En este contexto un nuevo fondo busca fortalecer su liquidez y ampliar sus oportunidades de crecimiento.
Este recurso de USD 35M busca atender esa necesidad, canalizando recursos para capital de trabajo, inversión productiva y expansión. El objetivo es que las MIPYMES puedan fortalecer su liquidez y sostener operaciones en un entorno económico desafiante.
Este financiamiento se enmarca en el Programa de Apoyo a la MIPYME del BCIE, orientado a dinamizar la economía regional. Entre sus objetivos destacan mejorar la competitividad empresarial, impulsar la innovación y fomentar la creación de empleo formal en distintos sectores. El BI canalizará estos recursos en créditos dirigidos a empresas con hasta 100 empleados.
De acuerdo con el MINECO, alrededor del 70 % de las MIPYMES en el país tienen dificultades para acceder a crédito bancario tradicional. Este nuevo capital pretende reducir esa brecha, con condiciones más accesibles y un enfoque en sostenibilidad.
El apoyo financiero priorizará emprendimientos que generen empleos de calidad, promuevan la diversificación productiva y adopten prácticas de innovación tecnológica o eficiencia energética. También se busca favorecer a empresas lideradas por mujeres y jóvenes, así como a las ubicadas en áreas rurales.
BI será el responsable de evaluar las solicitudes y canalizar los fondos, con montos que podrán llegar hasta USD 1M por empresa. La institución prevé atender sectores clave como comercio, agroindustria, turismo sostenible y manufactura ligera.
La relación entre el BCIE y BI no es nueva. Desde el año 2000 han desembolsado más de USD 697M, para unas 300 empresas y ayudado a preservar más de 3000 empleos, según cifras del propio organismo multilateral.
El acceso a crédito para MIPYMES es un factor determinante para la recuperación económica postpandemia. Asimismo, el financiamiento formal contribuye a reducir los bajos ingresos y aumentar la productividad.
El BCIE ha establecido mecanismos de control para asegurar que los recursos lleguen efectivamente a los beneficiarios. Entre ellos figuran auditorías periódicas, sistemas tecnológicos de seguimiento y condiciones contractuales claras para las instituciones financieras que actúan como intermediarias.
El reto es que estos recursos no solo alivien la liquidez inmediata, sino que impulsen cambios estructurales en competitividad. Con todo, la iniciativa abre un espacio para reflexionar sobre el papel de las MIPYMES en el desarrollo nacional. Si logran aprovechar estos fondos para innovar y generar empleo sostenible se consolidará un verdadero motor de crecimiento.
Las micro, pequeñas y medianas empresas representan más del 90 % del tejido productivo en Guatemala, sin embargo su acceso a financiamiento sigue siendo limitado. En este contexto un nuevo fondo busca fortalecer su liquidez y ampliar sus oportunidades de crecimiento.
Este recurso de USD 35M busca atender esa necesidad, canalizando recursos para capital de trabajo, inversión productiva y expansión. El objetivo es que las MIPYMES puedan fortalecer su liquidez y sostener operaciones en un entorno económico desafiante.
Este financiamiento se enmarca en el Programa de Apoyo a la MIPYME del BCIE, orientado a dinamizar la economía regional. Entre sus objetivos destacan mejorar la competitividad empresarial, impulsar la innovación y fomentar la creación de empleo formal en distintos sectores. El BI canalizará estos recursos en créditos dirigidos a empresas con hasta 100 empleados.
De acuerdo con el MINECO, alrededor del 70 % de las MIPYMES en el país tienen dificultades para acceder a crédito bancario tradicional. Este nuevo capital pretende reducir esa brecha, con condiciones más accesibles y un enfoque en sostenibilidad.
El apoyo financiero priorizará emprendimientos que generen empleos de calidad, promuevan la diversificación productiva y adopten prácticas de innovación tecnológica o eficiencia energética. También se busca favorecer a empresas lideradas por mujeres y jóvenes, así como a las ubicadas en áreas rurales.
BI será el responsable de evaluar las solicitudes y canalizar los fondos, con montos que podrán llegar hasta USD 1M por empresa. La institución prevé atender sectores clave como comercio, agroindustria, turismo sostenible y manufactura ligera.
La relación entre el BCIE y BI no es nueva. Desde el año 2000 han desembolsado más de USD 697M, para unas 300 empresas y ayudado a preservar más de 3000 empleos, según cifras del propio organismo multilateral.
El acceso a crédito para MIPYMES es un factor determinante para la recuperación económica postpandemia. Asimismo, el financiamiento formal contribuye a reducir los bajos ingresos y aumentar la productividad.
El BCIE ha establecido mecanismos de control para asegurar que los recursos lleguen efectivamente a los beneficiarios. Entre ellos figuran auditorías periódicas, sistemas tecnológicos de seguimiento y condiciones contractuales claras para las instituciones financieras que actúan como intermediarias.
El reto es que estos recursos no solo alivien la liquidez inmediata, sino que impulsen cambios estructurales en competitividad. Con todo, la iniciativa abre un espacio para reflexionar sobre el papel de las MIPYMES en el desarrollo nacional. Si logran aprovechar estos fondos para innovar y generar empleo sostenible se consolidará un verdadero motor de crecimiento.