En un reconocimiento a la investigación que ilumina las disparidades económicas globales, el Premio Nobel de Economía 2024 ha sido otorgado a Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson.
Dotado con 11M de coronas suecas (aproximadamente USD 1M), honra su profundo análisis sobre el efecto duradero de las instituciones en la prosperidad de las naciones.
El Comité Nobel consideró a los galardonados por su explicación detallada de cómo las políticas de colonización influyeron en la estructura institucional de los casos estudiados, marcando el destino económico de estos.
Según la comisión, las sociedades que desarrollaron instituciones inclusivas que promueven el Estado de derecho y la propiedad, han mostrado un progreso significativo. Sobre todo, si se las compara con aquellas con instituciones extractivas a expensas del bien general.
Acemoglu, Johnson y Robinson exploran estas teorías en sus obras Por qué fracasan los países y Poder y progreso. En ellas argumentan que la prosperidad de una nación depende menos de factores geográficos o culturales. Lo que más incide es la fortaleza de sus instituciones. Por ejemplo, contrastan las vidas en Nogales, Arizona, con su vecina Nogales, Sonora. Muestran cómo diferencias institucionales pueden dar como resultado grandes disparidades de riqueza y salud entre lugares geográficamente cercanos.
La investigación de los laureados también aborda las consecuencias de la tecnología moderna como la IA, advirtiendo que, sin un cambio de dirección, estas innovaciones seguirían beneficiando a unos grupos sobre otros, esto socavaría la economía y democracia.
Este galardón no solo celebra sus contribuciones académicas. Enfatiza la importancia crítica de políticas y estructuras institucionales en la configuración de las economías globales. Es este un mensaje que resuena con urgencia en el panorama económico actual.
En un reconocimiento a la investigación que ilumina las disparidades económicas globales, el Premio Nobel de Economía 2024 ha sido otorgado a Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson.
Dotado con 11M de coronas suecas (aproximadamente USD 1M), honra su profundo análisis sobre el efecto duradero de las instituciones en la prosperidad de las naciones.
El Comité Nobel consideró a los galardonados por su explicación detallada de cómo las políticas de colonización influyeron en la estructura institucional de los casos estudiados, marcando el destino económico de estos.
Según la comisión, las sociedades que desarrollaron instituciones inclusivas que promueven el Estado de derecho y la propiedad, han mostrado un progreso significativo. Sobre todo, si se las compara con aquellas con instituciones extractivas a expensas del bien general.
Acemoglu, Johnson y Robinson exploran estas teorías en sus obras Por qué fracasan los países y Poder y progreso. En ellas argumentan que la prosperidad de una nación depende menos de factores geográficos o culturales. Lo que más incide es la fortaleza de sus instituciones. Por ejemplo, contrastan las vidas en Nogales, Arizona, con su vecina Nogales, Sonora. Muestran cómo diferencias institucionales pueden dar como resultado grandes disparidades de riqueza y salud entre lugares geográficamente cercanos.
La investigación de los laureados también aborda las consecuencias de la tecnología moderna como la IA, advirtiendo que, sin un cambio de dirección, estas innovaciones seguirían beneficiando a unos grupos sobre otros, esto socavaría la economía y democracia.
Este galardón no solo celebra sus contribuciones académicas. Enfatiza la importancia crítica de políticas y estructuras institucionales en la configuración de las economías globales. Es este un mensaje que resuena con urgencia en el panorama económico actual.