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02 de septiembre, 2025
La inteligencia artificial generativa está redefiniendo el trabajo empresarial, pero su adopción exige más que tecnología: requiere una transformación organizacional profunda. McKinsey propone cinco pasos clave para que los líderes empresariales conviertan esta disrupción en ventaja competitiva. El cambio no es automático, pero sí alcanzable con visión, estructura y liderazgo.
Por qué importa. La IA Generativa no es solo una herramienta: es un catalizador de cambio. Su implementación efectiva depende de una estrategia clara, centrada en resultados y rediseño de procesos.
- McKinsey recomienda definir una “Estrella Norte” que priorice valor tangible sobre despliegue técnico.
- La transformación exige flujos de trabajo integrados entre humanos y agentes de IA, no soluciones aisladas.
- “El ritmo de cambio será distinto entre áreas”, advierte el informe, por lo que anticiparse es clave.
Lo indispensable. Sin confianza, la IA no escala. Las organizaciones que invierten en gobernanza y cultura digital logran mejores resultados financieros y mayor adopción tecnológica.
- Las empresas que atribuyen al menos 10% de su EBITDA a IA Generativa duplican su crecimiento.
- McKinsey destaca la importancia de comités de supervisión, políticas claras y controles humanos.
- El liderazgo compartido entre CEO, CIO y CDO alinea tecnología con objetivos de negocio.
Punto de fricción. Rediseñar flujos de trabajo implica decidir qué automatizar y qué conservar. La IA puede potenciar equipos, pero no reemplazar el juicio humano en todas las funciones.
- McKinsey sugiere iniciar por procesos con alto valor y baja complejidad técnica.
- Capacitar al personal es esencial: 48% usaría más IA si recibiera formación formal.
- En áreas como ventas, la automatización total puede deteriorar la experiencia del cliente.
Lo que sigue. La transformación solo ocurre si los colaboradores se convierten en protagonistas. El liderazgo debe fomentar una cultura de adopción activa, no pasiva.
- Las organizaciones que involucran al 21%-30% del personal logran rendimientos superiores.
- Crear comunidades de práctica y líderes internos acelera la adopción y reduce resistencia.
- “La IA debe volverse un colaborador invisible, pero indispensable”, concluye McKinsey.
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02 de septiembre, 2025
La inteligencia artificial generativa está redefiniendo el trabajo empresarial, pero su adopción exige más que tecnología: requiere una transformación organizacional profunda. McKinsey propone cinco pasos clave para que los líderes empresariales conviertan esta disrupción en ventaja competitiva. El cambio no es automático, pero sí alcanzable con visión, estructura y liderazgo.
Por qué importa. La IA Generativa no es solo una herramienta: es un catalizador de cambio. Su implementación efectiva depende de una estrategia clara, centrada en resultados y rediseño de procesos.
- McKinsey recomienda definir una “Estrella Norte” que priorice valor tangible sobre despliegue técnico.
- La transformación exige flujos de trabajo integrados entre humanos y agentes de IA, no soluciones aisladas.
- “El ritmo de cambio será distinto entre áreas”, advierte el informe, por lo que anticiparse es clave.
Lo indispensable. Sin confianza, la IA no escala. Las organizaciones que invierten en gobernanza y cultura digital logran mejores resultados financieros y mayor adopción tecnológica.
- Las empresas que atribuyen al menos 10% de su EBITDA a IA Generativa duplican su crecimiento.
- McKinsey destaca la importancia de comités de supervisión, políticas claras y controles humanos.
- El liderazgo compartido entre CEO, CIO y CDO alinea tecnología con objetivos de negocio.
Punto de fricción. Rediseñar flujos de trabajo implica decidir qué automatizar y qué conservar. La IA puede potenciar equipos, pero no reemplazar el juicio humano en todas las funciones.
- McKinsey sugiere iniciar por procesos con alto valor y baja complejidad técnica.
- Capacitar al personal es esencial: 48% usaría más IA si recibiera formación formal.
- En áreas como ventas, la automatización total puede deteriorar la experiencia del cliente.
Lo que sigue. La transformación solo ocurre si los colaboradores se convierten en protagonistas. El liderazgo debe fomentar una cultura de adopción activa, no pasiva.
- Las organizaciones que involucran al 21%-30% del personal logran rendimientos superiores.
- Crear comunidades de práctica y líderes internos acelera la adopción y reduce resistencia.
- “La IA debe volverse un colaborador invisible, pero indispensable”, concluye McKinsey.