La reciente escalada en las remesas enviadas desde EE. UU. hacia el Triángulo Norte superó todas las expectativas. Este fenómeno es palpable, según datos de los bancos centrales. Hasta enero de 2025, los tres países recibieron un total de USD 2503.7M.
La incertidumbre ante posibles cambios en las políticas migratorias ha llevado a muchos migrantes a remitir más dinero de lo habitual a modo de prevención.
Las remesas desempeñan un papel capital en las economías centroamericanas. Tanto como fuente de ingresos para las familias receptoras, como motor de desarrollo económico y social.
En Guatemala —mayor receptor—, su crecimiento rebasó lo esperado. Datos del BANGUAT reportan un comportamiento inusual, con un inicio por encima de lo esperado a inicios de año. En enero, recibió USD 1817M, un 24 % más en comparación interanual.
Hasta el 13 de febrero, había acumulado USD 2594M. Estas cifras marcan un récord a nivel nacional. Con estos datos, el ingreso promedio por hora alcanzó los USD 3.5M.
Según la entidad bancaria, esta tendencia está estrechamente vinculada con la política migratoria de EE. UU. Con todo, se considera un incremento anormal, por lo que se analizará si responde a un fenómeno pasajero o si marcará una nueva tendencia estructural. De ser esta última, y en caso de mantener este crecimiento durante el año, se podría revisar la proyección inicial de 6 %. Guatemala recibió USD 21 510M en divisas en 2024, un máximo histórico.
El panorama no es diferente en El Salvador. Las remesas desde EE. UU. registraron un alza del 12.9 % en el primer mes del año, según un reporte del Banco Central de la Reserva (BCR). Los ingresos ascienden a USD 677M.
Esta sería la cifra mensual más importante documentada en cada enero desde 1991 —el primer año de su base de datos—. Asimismo, el envío individual promedio fue de USD 344, siendo el departamento de San Salvador el que tuvo mayor recepción (USD 131M).
Las estadísticas del BCR indican que solo en el último año, recibió USD 8479M, un incremento del 2.5 %. Es la cifra más alta de la que se tiene registro.
Honduras tampoco es ajeno a este comportamiento. En enero, el dinero enviado alcanzó los USD 766M, de acuerdo con datos del Banco Central (BCH). Esto supone un aumento del 17.2 % en comparación interanual. En su informe, el emisor estatal destacó que las remesas enviadas aumentaron USD 113.7M en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Las principales receptoras son madres, que reciben el 37.1 % del total. Más del 85 % de las familias destina estos recursos de manera preponderante a cubrir gastos de alimentación, salud y educación, según el BCH.
Honduras recibió en 2024 alrededor de USD 9.7M por este concepto. Un aumento del 6.2 % en comparación con 2023. Autoridades monetarias calculan que para este año el envío superaría los USD 9.8M, aunque de mantenerse el comportamiento del primer mes tendría que recalcularse.
El panorama descrito resalta la interconexión entre las políticas migratorias internacionales y las economías locales. Evidencia la importancia de las remesas como sustento económico y social en Centroamérica.
La reciente escalada en las remesas enviadas desde EE. UU. hacia el Triángulo Norte superó todas las expectativas. Este fenómeno es palpable, según datos de los bancos centrales. Hasta enero de 2025, los tres países recibieron un total de USD 2503.7M.
La incertidumbre ante posibles cambios en las políticas migratorias ha llevado a muchos migrantes a remitir más dinero de lo habitual a modo de prevención.
Las remesas desempeñan un papel capital en las economías centroamericanas. Tanto como fuente de ingresos para las familias receptoras, como motor de desarrollo económico y social.
En Guatemala —mayor receptor—, su crecimiento rebasó lo esperado. Datos del BANGUAT reportan un comportamiento inusual, con un inicio por encima de lo esperado a inicios de año. En enero, recibió USD 1817M, un 24 % más en comparación interanual.
Hasta el 13 de febrero, había acumulado USD 2594M. Estas cifras marcan un récord a nivel nacional. Con estos datos, el ingreso promedio por hora alcanzó los USD 3.5M.
Según la entidad bancaria, esta tendencia está estrechamente vinculada con la política migratoria de EE. UU. Con todo, se considera un incremento anormal, por lo que se analizará si responde a un fenómeno pasajero o si marcará una nueva tendencia estructural. De ser esta última, y en caso de mantener este crecimiento durante el año, se podría revisar la proyección inicial de 6 %. Guatemala recibió USD 21 510M en divisas en 2024, un máximo histórico.
El panorama no es diferente en El Salvador. Las remesas desde EE. UU. registraron un alza del 12.9 % en el primer mes del año, según un reporte del Banco Central de la Reserva (BCR). Los ingresos ascienden a USD 677M.
Esta sería la cifra mensual más importante documentada en cada enero desde 1991 —el primer año de su base de datos—. Asimismo, el envío individual promedio fue de USD 344, siendo el departamento de San Salvador el que tuvo mayor recepción (USD 131M).
Las estadísticas del BCR indican que solo en el último año, recibió USD 8479M, un incremento del 2.5 %. Es la cifra más alta de la que se tiene registro.
Honduras tampoco es ajeno a este comportamiento. En enero, el dinero enviado alcanzó los USD 766M, de acuerdo con datos del Banco Central (BCH). Esto supone un aumento del 17.2 % en comparación interanual. En su informe, el emisor estatal destacó que las remesas enviadas aumentaron USD 113.7M en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Las principales receptoras son madres, que reciben el 37.1 % del total. Más del 85 % de las familias destina estos recursos de manera preponderante a cubrir gastos de alimentación, salud y educación, según el BCH.
Honduras recibió en 2024 alrededor de USD 9.7M por este concepto. Un aumento del 6.2 % en comparación con 2023. Autoridades monetarias calculan que para este año el envío superaría los USD 9.8M, aunque de mantenerse el comportamiento del primer mes tendría que recalcularse.
El panorama descrito resalta la interconexión entre las políticas migratorias internacionales y las economías locales. Evidencia la importancia de las remesas como sustento económico y social en Centroamérica.