El restaurante Fridas inició su historia hace 29 años en un pequeño local frente a La Bodegona en Antigua Guatemala. La mexicana Maggie Mondragón y la guatemalteca Lola Aycinena dieron vida a un concepto que combinaba gastronomía, cócteles y música en un ambiente que invitaba a celebrar.
Lola estudiaba en México y un día le propuso a Maggie abrir una taquería en Guatemala. “Cuando conoció Antigua, se enamoró del lugar. Así nació el primer Fridas”, recuerda Tatiana Palomo, socia y gerente general.
Con el tiempo, el negocio pasó de ser un “changarrito” a consolidarse con cuatro distintas ubicaciones: Antigua Guatemala y en las zonas 10, 14 y 15 capitalinas. “Lo que comenzó con tacos y margaritas ahora es una plataforma que celebra la cultura y los sabores de dos países”, expresa, Palomo.
Fridas es liderado por cuatro mujeres visionarias que trabajan para que el sueño se mantenga vivo y en constante evolución. Sus fundadoras sentaron las bases del concepto, mientras Palomo y Victoria González, socia y directora de eventos, impulsaron su crecimiento.
“Somos mujeres apasionadas, responsables y trabajadoras. Creo que eso ha sido clave para construir una sociedad sólida basada en la confianza”, destaca Palomo.
El equipo de Fridas se complementa con 150 colaboradores que, cuyo esfuerzo diario, ponen su corazón en “cada taquito, margarita y mezcalito”. “Es un trabajo conjunto que nos llena de satisfacción”, comenta la gerente general.
El espacio culinario no ha sido ajeno a desafíos. Enfrentaron una impredecible pandemia en 2020, en un momento en el que se había tomado la temeraria decisión de abrir un restaurante nuevo en zona 10.
“Fue un momento de incertidumbre, pero nos permitió explorar nuevos formatos como delivery y eventos en condominios. La creatividad siempre surge cuando enfrentamos obstáculos con valentía”, destaca Palomo.
Otro hecho clave fue el rebranding liderado por Palomo y González, quienes apostaron por modernizar el concepto y diferenciar cada restaurante. Le dieron una identidad única basándose en zonas mexicanas: Antigua es Coyoacán, la Estación es la Roma, y zona 14 es Polanco. Además, introdujeron el icónico Tuc-Tuc de Fridas, pieza central en su estrategia de eventos y catering.
Fridas no se trata únicamente de comida y bebidas, crea espacios donde los comensales conectan con la esencia y el sabor de dos culturas hermanas. La inspiración siempre ha sido Frida Kahlo, un ícono de creatividad, diversidad y evolución.
Este año celebró su 29 aniversario con un festival que combinó lo culinario, arte y cultura. Fue un tributo a su trayectoria y su visión de combinar experiencias únicas y memorables. “Unimos a chefs de México y Guatemala para reinterpretar sabores locales y maridarlos con mezcal y tequila; el corazón de nuestro negocio”, explica Palomo.
Fridas es la historia de cuatro mujeres emprendedoras que con pasión y dedicación, y el apoyo de más de 100 personas, han construido un legado dentro de la industria gastronómica guatemalteca.
El restaurante Fridas inició su historia hace 29 años en un pequeño local frente a La Bodegona en Antigua Guatemala. La mexicana Maggie Mondragón y la guatemalteca Lola Aycinena dieron vida a un concepto que combinaba gastronomía, cócteles y música en un ambiente que invitaba a celebrar.
Lola estudiaba en México y un día le propuso a Maggie abrir una taquería en Guatemala. “Cuando conoció Antigua, se enamoró del lugar. Así nació el primer Fridas”, recuerda Tatiana Palomo, socia y gerente general.
Con el tiempo, el negocio pasó de ser un “changarrito” a consolidarse con cuatro distintas ubicaciones: Antigua Guatemala y en las zonas 10, 14 y 15 capitalinas. “Lo que comenzó con tacos y margaritas ahora es una plataforma que celebra la cultura y los sabores de dos países”, expresa, Palomo.
Fridas es liderado por cuatro mujeres visionarias que trabajan para que el sueño se mantenga vivo y en constante evolución. Sus fundadoras sentaron las bases del concepto, mientras Palomo y Victoria González, socia y directora de eventos, impulsaron su crecimiento.
“Somos mujeres apasionadas, responsables y trabajadoras. Creo que eso ha sido clave para construir una sociedad sólida basada en la confianza”, destaca Palomo.
El equipo de Fridas se complementa con 150 colaboradores que, cuyo esfuerzo diario, ponen su corazón en “cada taquito, margarita y mezcalito”. “Es un trabajo conjunto que nos llena de satisfacción”, comenta la gerente general.
El espacio culinario no ha sido ajeno a desafíos. Enfrentaron una impredecible pandemia en 2020, en un momento en el que se había tomado la temeraria decisión de abrir un restaurante nuevo en zona 10.
“Fue un momento de incertidumbre, pero nos permitió explorar nuevos formatos como delivery y eventos en condominios. La creatividad siempre surge cuando enfrentamos obstáculos con valentía”, destaca Palomo.
Otro hecho clave fue el rebranding liderado por Palomo y González, quienes apostaron por modernizar el concepto y diferenciar cada restaurante. Le dieron una identidad única basándose en zonas mexicanas: Antigua es Coyoacán, la Estación es la Roma, y zona 14 es Polanco. Además, introdujeron el icónico Tuc-Tuc de Fridas, pieza central en su estrategia de eventos y catering.
Fridas no se trata únicamente de comida y bebidas, crea espacios donde los comensales conectan con la esencia y el sabor de dos culturas hermanas. La inspiración siempre ha sido Frida Kahlo, un ícono de creatividad, diversidad y evolución.
Este año celebró su 29 aniversario con un festival que combinó lo culinario, arte y cultura. Fue un tributo a su trayectoria y su visión de combinar experiencias únicas y memorables. “Unimos a chefs de México y Guatemala para reinterpretar sabores locales y maridarlos con mezcal y tequila; el corazón de nuestro negocio”, explica Palomo.
Fridas es la historia de cuatro mujeres emprendedoras que con pasión y dedicación, y el apoyo de más de 100 personas, han construido un legado dentro de la industria gastronómica guatemalteca.